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jueves, octubre 3, 2024
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Los confundieron con asaltantes, uno está muerto, el otro paralítico; piden justicia a SEPSA

Francisco Ibarra Márquez y Erick Santos Acosta resultaron víctimas colaterales del intento de asalto a mano armada el miércoles 27 de noviembre a la empresa BD Alaris, ubicada en el Parque Industrial El Florido. El primero de ellos quedó paralítico de por vida, el segundo fue asesinado. Ambos fueron atacados por custodios de SEPSA, quienes los señalaron como parte del grupo de asaltantes, cuando solo eran empleados del parque industrial.

La mañana de aquel miércoles, Ibarra Márquez, quien vivía y se desempeñaba como velador en la bodega de la empresa Solsub -a un costado de donde ocurrió el asalto-, realizaba sus actividades diarias: recibir a los empleados y estar al pendiente de la entrada de vehículos en el área de trabajo.

En el reloj pasaban las siete de la mañana cuando Francisco y sus compañeros de trabajo se disponían a iniciar sus labores. En ese momento escucharon una serie de disparos de armas de fuego, y al no saber de dónde provenían, buscaron resguardarse entre la maquinaria que está en el patio de la compañía.

Francisco relató a ZETA que salió a la calle para averiguar lo que podría estar sucediendo, después que los disparos cesaron. Fue entonces cuando encontró a Erick Santos Acosta -a quien conocía porque trabajaba en Grupo ADCO, que da mantenimiento a BD Alaris-, tirado en la banqueta y con una lesión en el estómago, por lo que se acercó a auxiliarlo. En eso los disparos se reiniciaron, y al intentar ponerse a salvo, resultó lesionado en la espalda, cayendo al suelo a escasos metros del cuerpo de Erick Santos.

“Me di la vuelta y sentí un disparo en la espalda, solamente un disparo, fue después de quince minutos que ya había terminado la balacera, se escuchó otro disparo y yo caí tendido en el piso, volteo y empiezan a llegar tres custodios de la compañía de valores. Escucho que dicen que nosotros fuimos, que no dejen a ninguno vivo y que nos rematen. Escucho otras detonaciones sobre el compañero que yacía en el suelo, escuché más de seis detonaciones”, detalló Ibarra Márquez, quien tiene varias lesiones que no son profundas, pero asegura, son por proyectiles de arma de fuego. Una en cada hombro por la parte anterior, dos más en el codo y una más a la altura de la axila derecha.

Foto: Jorge Dueñes.- Custodios de SEPSA dejaron paralítico a Francisco

Lo que le salvó la vida, según contó, fue el apoyo de uno de sus compañeros de trabajo de nombre Carlos, quien se percató que estaba lesionado. “Carlos, no me dejes… No dejes que me maten” comenzó a gritarle a su compañero, quien grabó lo que ocurría con su teléfono celular.

Fueron los custodios de SEPSA quienes lo esposaron y golpearon mientras permanecía en el suelo, sin que recibiera atención médica de paramédicos de Cruz Roja que arribaron al sitio junto con agentes de la Policía Municipal.

Afirma que tardaron en atenderlo cerca de una hora, siendo llevado al Hospital Regional Número 1 del IMSS, donde permaneció internado tres días, después lo trasladaron al hospital de la Penitenciaría de la Mesa, señalado como presunto participante en el intento de asalto.

“Llegamos y el trato fue peor, me trataban como el peor delincuente y el peor de todos. Para los custodios de la penitenciaría, todos los que estamos dentro llegamos con la misma historia de que somos inocentes. Uno de los custodios me dio dos golpes en las costillas con el puño porque le pedí que me acercara la charola de comida a la cama donde me encontraba postrado”, refirió.

Una semana antes del asalto, el 14 de noviembre, Francisco informó al equipo de seguridad de BD Alaris que un grupo de hombres de entre siete y ocho personas vestidas de negro, intentó  abrir el cerco de malla ciclónica que divide a BD Alaris con Solsub, a quienes grabó en video y les lanzó luces para alejarlos del lugar.

Francisco Ibarra Márquez, de 44 años de edad, no cuenta con familia en Tijuana, tenía un año y medio trabajando en Solsub, pero después de quedar invalido tras el ataque del que fue víctima al ser confundido con un asaltante, no podrá volver a su empleo. Tampoco quiere volver al lugar, porque dice tener miedo a que los custodios del camión de valores vayan por él a modo de revancha.

“Voy a demandar a las personas responsables por intento de homicidio, voy a pedir a SEPSA lo que marque la Ley”, sostuvo Francisco, a la espera de que la empresa se haga responsable por el daño que le causaron los custodios al dejarlo en silla de ruedas.

Reiteró que es inocente de los señalamientos que le hacen los custodios de la empresa de valores. Está llevando el proceso en libertad, por no haber sido encontrado como posible responsable del intento de asalto, pero sigue siendo parte de la investigación hasta que concluya el caso.

 

CONFUNDIDO CON UN ASALTANTE, DEJÓ UNA VIUDA Y TRES MENORES HUÉRFANOS

Erick Santos Acosta tenía 39 años al momento que custodios de SEPSA le arrebataron la vida -de acuerdo a las investigaciones-, tras confundirlo con uno de los integrantes del grupo de asaltantes. Familiares sospechan que pudo haber exceso de violencia por parte de los empleados de la compañía de valores, por lo que están asesorándose para interponer la denuncia que corresponde.

Yamilet Ubeda Álvarez, hija de Santos Acosta, compartió que su padre era una persona que no se metía con nadie, llevaba seis años trabajando para Grupo ADCO, con quienes realizaba actividades de mantenimiento. El día del intento de asalto, él entraba a trabajar a las ocho de la mañana, pero siempre llegaba temprano para iniciar puntual sus actividades.

El deceso fue notificado primero a uno de sus hermanos, quien también se dedica a trabajos de construcción, y entre los dos acudieron al Parque Industrial para confirmar la información.

Recordó que aquel día, los policías no les quisieron dar informes sobre lo ocurrido, en cambio les dieron un trato como si fueran delincuentes, haciéndoles preguntas personales, y terminaron por saber lo ocurrido por compañeros de trabajo de Santos Acosta.

“Un abogado nos asesoró y nos dijo que los custodios que habían ido a declarar que mi papá era uno de los asaltantes, y no entiendo por qué dijeron eso, si mi papá no estaba armado, llevaba su chaleco de su trabajo, no entiendo por qué dijeron eso. Ellos están afirmando que ellos les dispararon, y no entiendo por qué están libres”, destacó la hija de Erick Santos.

Hoja de alta de Francisco

Otro de los aspectos aún no aclarados, son los impactos de bala que señala el acta de defunción. En esta se indica que Santos recibió tres disparos, uno en el torso, otro en el estómago y uno más en la pelvis, aun cuando el hoy finado no portaba arma.

“Quisiera que se hiciera justicia y SEPSA respondiera, mi mamá ahorita no está bien para andar en demandas, pero sí me gustaría que respondiera sobre esto, ya que ella no está recibiendo ningún apoyo”, refirió la joven.

A Erick Santos le sobreviven su viuda, tres hijos menores de edad de 14, 8 y 4 años, el segundo con una discapacidad psicomotriz, y dos hijos mayores de edad.

Los cinco custodios de SEPSA involucrados en los eventos que dejaron a Francisco Ibarra paralítico y acabaron con la vida de Erick Santos, son: Jorge Luis Pedraza Pedraza, José Alfredo López Alcantar, César Alejandro Morales de la Cruz, Efraín Alejandro Zepeda Valdez y Samuel Ceceña Herrera, quienes continúan en libertad.

 

LOS HECHOS

Minutos después de las siete de la mañana del miércoles 27 de noviembre, cinco individuos vestidos con ropas oscuras, mandil y cofia color negro, así como uno con chamarra amarilla y otro con sudadera gris, ingresaron a las instalaciones de la empresa BD Alaris portando armas largas AR-15 con la intención de robar el dinero en efectivo que los custodios de la empresa SEPSA estaban depositando: 480 mil pesos para su depósito en cajeros automáticos al interior de la compañía.

En el área de los cajeros se encontraban los custodios César Alejandro Morales de la Cruz, Efraín Alejandro Zepeda Valdez y Samuel Ceceña Herrera, quienes fueron sorprendidos por tres de los asaltantes, mientras que en la parte de afuera, dos de los cinco criminales se encargaron de amagar a Jorge Luís Pedraza Pedraza y José Alfredo López Alcantar, quienes se hallaban en una patrulla de la empresa de valores y hacían guardia mientras sus compañeros depositaban el efectivo.

Estos últimos fueron llevados al área del comedor, donde los obligaron a hincarse y quedaron liberados a los minutos, tras un enfrentamiento entre custodios y asaltantes en la zona de cajeros automáticos, lo que obligó a que los tres asaltantes que habían ingresado a la fábrica salieran del edificio y emprendieran la huida junto con los dos que les esperaban afuera.

Los custodios aprovecharon tal situación para perseguirles, detonando sus armas de fuego, dejando a su paso un muerto -Erick Santos Acosta- y una persona lesionada -Francisco Ibarra Márquez-, a quienes tanto a la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación como al Ministerio Público, señalaron como responsables.

 

TRES ASALTANTES PRÓFUGOS Y DOS VINCULADOS A PROCESO

El 5 de marzo de 2020 vence el plazo para que el Ministerio Público recabe toda la evidencia posible de la investigación complementaria en el caso del intento de asalto a custodios que se disponían a depositar 480 mil pesos en cajeros automáticos de la empresa BD Alaris.

De este hecho hay dos detenidos: Ramón Martínez Venegas y Ramón Alejandro Fregoso Ramírez (Se presumen inocentes, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP), vinculados a proceso con prisión preventiva como medida precautoria, por ser coautores en los delitos de robo calificado -cuando se cometa en contra de personas que custodien caudales o valores- con tentativa de violencia y por lesiones calificadas cometidas con ventaja.

También, se informó que hay otras tres personas involucradas, dos hombres y una mujer, quienes aparentemente huyeron después de ver frustrado el asalto, a bordo de un vehículo tipo Suburban de color blanco.

Durante la audiencia, la juzgadora Tania Guadalupe Vega Gordillo determinó que la fiscalía no había aportado las pruebas suficientes para considerar la participación de Francisco Ibarra Márquez en el delito, tampoco de Erick Santos Acosta.

Señaló que no existieron datos precisos sobre el punto desde donde Ibarra Márquez estuvo disparando, ni tampoco fue controvertida la distancia donde se le localizó con Santos. Además, resaltó el hecho de que la lesión de Francisco la recibió por la espalda y de haber estado disparando, hubiera sido de frente.

Asimismo, enfatizó sobre las pruebas presentadas por la abogada defensora, que consistieron en tres testimonios de compañeros de trabajo de Francisco Ibarra, quienes confirmaron que esa mañana él se encontraba en su lugar de trabajo.

Autor(a)

Uriel Saucedo
Uriel Saucedo
Uriel Saucedo Uriel Saucedo uriel 1042 urielsauce@gmail.com
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