En verdad que la falta de oficio político de los consejeros electorales raya en lo ridículo. La semana anterior, el Consejo General del Instituto Estatal Electoral aprobó el presupuesto que ejercerán el próximo año, donde contemplan beneficiarse con un aguinaldo que alcanzaría los 200 mil pesos para el presidente y 180 mil para el resto de los integrantes. También prevén una sustancial prima vacacional para cada uno.
Más allá de tratarse de un hecho condenable -pues sus sueldos como servidores públicos son bastante onerosos-, representa un mensaje contrario a la austeridad que presumen los gobiernos morenistas en el país, por lo que su solicitud no solo está fuera de lugar, sino que prácticamente invita a una ofensiva por parte del partido mayoritario en el parlamento local.
Diputados como Juan Manuel Molina, Rosina del Villar Casas y Eva Gricelda Rodríguez, ya se encuentran esperando el documento en la Comisión de Hacienda para destrozarlo, exhibirlo y finalmente rechazarlo, con la única intención de demostrar los excesos con los que se conduce el órgano electoral local. Por lo menos hasta el cierre de esta edición, era la postura de los diputados morenistas, a la que no dudarían sumarse el resto de las fuerzas políticas.
Este tipo de acciones solo le proporcionan elementos al morenismo de Baja California para lucirse, y de paso, provocar un desgaste en el Instituto, de por sí criticado en las últimas semanas por otras conductas no menos condenables.
No hace mucho fueron señalados al permitir la sanción contra Clemente Custodio Ramos, consejero presidente del Instituto, para obligarlo a regresar 60 mil pesos que se le pagaron “por error”, mientras estaba postrado agonizante en una cama de hospital. Este tema ya está en poder del magistrado Jaime Vargas Flores, quien prepara el proyecto de sentencia que será presentado al Tribunal de Justicia Electoral y podría resolverse la próxima semana.
Luego, con Jorge Aranda como consejero presidente provisional, el Instituto solicitó una transferencia presupuestal de 2 millones de pesos -contemplados para alimentos- para una serie de remodelaciones y la adquisición de un elevador que se instalaría en el edificio rentado que alberga sus oficinas.
Estas acciones por parte de los consejeros -quienes también están pidiendo la construcción de un edificio- solo dan oportunidad al morenismo para entrometerse en su vida interna, por lo que no descartan terminar “castigados” para el próximo ejercicio fiscal.
Basta ver cómo el Gobierno Federal y el Congreso de la Unión recortaron mil millones de pesos del presupuesto al Instituto Nacional Electoral para el próximo año, decisión que ha sido severamente criticada por los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama a través de diversos medios. Sin mencionar los amagues de disolver los Órganos Públicos Locales Electorales por parte de ambas cámaras.
En otras palabras, Movimiento Regeneración Nacional no necesita buscar motivos para “golpear” al Instituto Estatal Electoral: ellos los facilitan sin problema.
Refilón
Por cierto, en la edición pasada de CachanillaZ, exhibimos el pésimo historial del subdirector administrativo de la Policía Municipal, Armando Gómez, uno de los “acomodados” de Francisco Pérez Tejada dentro de la administración de Marina del Pilar Ávila Olmeda, el cual estaba causando retrasos en la reparación de patrullas. Nos informan que ya le pidieron la renuncia y está en proceso de entregar la documentación correspondiente para retirarse del cargo, pero aún no se dan a conocer los motivos.
