Argumentando que el gobierno de Baja California se encuentra “en quiebra”, el Congreso del Estado aprobó la reestructuración de la deuda estatal que asciende a 12 mil millones de pesos, con la intención de buscar mejores condiciones financieras.
Esto representará un pago mayor por los próximos 20 años, del déficit que se tiene actualmente.
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Con una mayoría abrumadora, la propuesta del gobernador Jaime Bonilla Valdez, fue aprobada por los partidos Morena, PRI, PVEM, Transformemos y PT, PBC y Movimiento Ciudadano, además de los legisladores sin partido Miguel Ángel Bujanda y Trinidad Vaca Chacón, teniendo sólo la oposición de las dos diputadas del PAN y el PRD.
Básicamente, el dictamen 36 de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, encabezada por la legisladora Rosina del Villar Casas, le otorgó la posibilidad al gobierno de Bonilla de buscar una reestructuración de la deuda que se tiene actualmente, con la intención de aligerar el pago anual de la misma, y así obtener mayores recursos inmediatos.
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Evidentemente, esto provocará que se aumente el pago de intereses a 20 años, lo que de manera inmediata se convertiría en más adeudo.
Según la diputada Eva María Vázquez, esto representa un gasto mayor para los bajacalifornianos, además que se comprometen recursos federales para el pago del mismo, lo que figura una irregularidad.
Agregó que el mismo Bonilla Valdez, cuando era candidato, consideró como algo negativo el proyecto de reestructuración de la deuda, y ahora cambia de parecer.
Eva María Vázquez consideró que también se contempla un aumento en la recaudación, lo que básicamente generaría más deuda.
Por su parte, el diputado Juan Manuel Molina, desvío el debate de la reestructuración, acusando a las pasadas administraciones de haber aprobado endeudamientos que no se vieron reflejados en la vida de los bajacalifornianos, por lo que considera que debe investigarse para saber qué se hizo con el recurso que tiene sumido el Estado en una situación financiera crítica.
