Personaje del año
En 2019 hubo varios acontecimientos importantes en el mundo deportivo consumados por atletas bajacalifornianos, sin embargo, uno en especial causó gran revuelo cuando el 1 de junio, el nativo del Valle Imperial, California, pero hecho en Mexicali, Baja California, Andrés Ruiz, protagonizó una noche histórica en el legendario Madison Square Garden de Nueva York para vencer por nocaut al inglés Anthony Joshua.
De esa manera, el pugilista que alguna vez representara a “Baja” en certámenes nacionales e internacionales, se convirtió en el primer campeón de raíces mexicanas de peso completo en la historia del deporte de los puños, adjudicándose los cinturones pesados de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Cabe mencionar que Andy entró como relevo con un mes de preparación para enfrentar al británico, ya que este estaba programado a enfrentar al estadounidense Jarrell Miller, pero la pelea no se realizó al dar positivo en las pruebas de dopaje.
Ruiz ofreció la mejor actuación en su carrera a pesar que salió como víctima ante Joshua, pero lo derribó en el séptimo round para despojarlo de los títulos.
Luego de hacer historia en tierra neoyorquina, “El Destroyer” concedió la revancha a Joshua, pero las cosas resultaron totalmente opuestas a lo sucedido en aquel primer combate. El mexicoamericano se vio fuera de forma, pasado de peso, lento, lo que no le permitió concretar nuevamente un triunfo y cayó ante Anthony Joshua por decisión unánime 118-110, 118-110 y 119-109 en Riad, Arabia Saudita. El inglés, con marca de 23-1, recuperaría los campeonatos unificados de peso pesado de FIB, AMB y OMB.
Mientras que Ruiz, quien se quedó con récord de 33-2 y 22 nocauts, admitió que la preparación no fue la adecuada debido a sus compromisos sociales y a sus amistades, por lo que perdió los títulos en su primera defensa.
“Creo que estuve fuera de forma, comí de todo, por eso gané tanto peso. Me estaba divirtiendo, estaba celebrando demasiado. Solo me dediqué a estar con mis amigos y simplemente celebrar. No quiero decir que los tres meses de fiesta y estar celebrando no me afectaron, porque es verdad que lo hicieron”, confesó.
Después de que perdiera los títulos ante Joshua, una tercera pelea entre ambos es casi inminente, aunque se desconoce la fecha y la sede. Una de las opciones podría ser Las Vegas o en México, ya que uno de los sueños de Andy es pelear en territorio azteca, específicamente en el Estadio Akron, casa de las Chivas Rayadas del Guadalajara.
“Si Dios quiere me gustaría eso, esa es la meta: tener los cinturones y hacer una pelea histórica. Nunca ha habido un campeón del mundo pesado y menos peleando en México, sería un honor pelear ahí. Para la tercera pelea voy a dar todo lo que tengo, volveré más fuerte, seré campeón otra vez. Aprecio todo el amor y apoyo de mis verdaderos fans, y también el de los haters, a quienes les probaré que se equivocan”, confió.
El pugilista inició su carrera desde la adolescencia, representando a Baja California bajo las órdenes del entrenador cubano Fernando Ferrer en Olimpiada Nacional, donde subió a lo más alto de pódium con medalla de oro en cuatro ocasiones consecutivas (2005-2008). Incluso estuvo cerca de acudir a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, pero no logró clasificar en las eliminatorias previas. En esa generación figuraban algunos peleadores que posteriormente se convirtieron en campeones mundiales: Óscar Valdez, Carlos Cuadras y Jessie Vargas.
Tras no lograr su boleto, Ruiz decidió internarse al Boxeo de paga. Su debut profesional fue a los 19 años de edad en la Monumental Plaza de Toros de Playas de Tijuana, derrotando a Miguel Ramírez, a quien noqueó en el primer episodio. Luego tuvo dos presentaciones en Mexicali y su carrera tomó rumbo hacia Estados Unidos.
En 2016 le llegó la oportunidad de disputar un título ante Joseph Parker en Nueva Zelanda por el título pesado de la OMB, pero no tuvo fortuna. Tres años más tarde el destino lo colocó de nueva cuenta en la lucha por ser monarca y, aunque no era favorecido ni siquiera en las apuestas, terminó sorprendiendo al mundo entero.
