Uno de los autores más importantes que legó el exilio español a la cultura en México es José de la Colina, quien falleció el lunes 4 de noviembre de 2019 en Ciudad de México, a la edad de 85 años.
Nacido en Santander, España el 29 de marzo de 1934, De la Colina llegó con sus padres a México en 1941, a los 7 años de edad. Determinó una época en el periodismo cultural al colaborar en medios y suplementos como La Cultura en México, México en la Cultura, Revista de la Universidad, Plural, Vuelta, Semanario Cultural de Novedades, hasta Letras Libres y Milenio, entre otros. En años recientes publicó en Laberinto de Milenio Diario.
Su obra narrativa se congrega en “Traer a cuento” (FCE, 2004) y sus ensayos en “El cine italiano” (1962), “Miradas al cine” (1972), “El cine del ‘Indio’ Fernández” (1984), “Viajes narrados” (1992), “Libertades imaginarias” (2001), “Las medias fantasmas de leda R” (2005), “Personerío” (2005) y “De libertades fantasmas o de la literatura como juego” (FCE, 2013), entre otros.
Tras la publicación del libro de ensayos “De libertades fantasmas o de la literatura como juego”, José de la Colina expresó a ZETA:
“Para mí toda la literatura es narración. Hasta el anuario telefónico lo es, solo que alucinantemente abunda en personajes y carece de acción (exposición, nudo, desenlace). Pero, si en algo tenemos que atenernos a diferencias genéricas, no creo que mis cuentos y mis dos o tres intentos de novela, obedezcan al mismo tipo de ‘inspiración’ que mis ensayos y artículos no específicamente narrativos.
“Digamos que mientras en mis cuentos parto de una imagen o algunas imágenes que sugieren una ‘historia’, en los ensayos parto de una especie de deriva musical y de a ver qué sale. A final de cuentas (y de cuentos, y de ensayos) mientras escribo me siento como ‘llevado’ por una especie de música intuida, pero nada más verbal, ¡ay! Y yo quisiera haber sido músico, de veras, ser Mozart”.
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Ante la interminable violencia, ejecuciones, secuestros, desapariciones y narcofosas en México, en su momento lamentó:
“Yo quiero a México, soy de México (si no nacido en), y por tanto me duele la sensación de que (como toda la América Latina, quizá como todos los países) ha comenzado a sufrir de parálisis, a ser un gran fracaso. En el caso de México hay muchas causas, desde luego, pero temo que la principal, la originadora y me extraña que casi nunca se hable de ella, es la sobrepoblación. Nacen muchas criaturas destinadas a ser parias por el permanente subdesarrollo”.