Tras los primeros once meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, considerando la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán, el jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa; además de la masacre de la familia LeBarón de Chihuahua, donde tres mujeres y seis niños fueron acribillados el 4 de noviembre, el narrador y poeta Edmundo Lizardi compartió con ZETA sobre la estrategia contra el narcotráfico de la llamada Cuarta Transformación.
“La primera lectura es que no hay estrategia (contra el crimen organizado), hay una total ausencia de lo que sería una estrategia, un método para llegar a solucionar el problema. Andrés Manuel López Obrador juró ante la Constitución de 1917 hacer cumplir la Ley, la Carta Magna, y no lo ha hecho; parece que juró ante la Biblia, o sea, se comporta como un pastor y no como un Ejecutivo federal o como un Presidente de la República”.
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Autor de “Crónicas peninsulares de la Baja California. Nostalgia de frontera”, publicado este año por el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”, se le cuestionó a Lizardi qué es lo que más le preocupa del gobierno de AMLO:
“Yo conozco a López Obrador, le he venido dando seguimiento a López Obrador desde hace mucho tiempo, desde que ganó el PRD en Baja California Sur en el 99. Cuando Leonel Cota Montaño gana la gubernatura, el líder del PRD era López Obrador, entonces iba mucho para allá, daba sus conferencias de prensa y yo veía que una cosa era lo que decía y otra cosa eran los hechos, con quiénes se juntaba, ‘dime con quién te juntas y te diré quién eres’, ¿no? Hablaba, por ejemplo, en contra de los caciques, pero estaba rodeado de la familia Cota Montaño.
“Entonces, lo que más me preocupa de López Obrador es su ignorancia, su mitomanía, su delirio, que ha degenerado en un delirio muy peligroso para el país como lo estamos viendo, se le está saliendo de control, el país es demasiado grande para un hombre tan pequeñito. Como diría Carlos Fuentes de Peña Nieto, aquí aplica también o más para López Obrador, y sobre todo me preocupa su autoritarismo, que representa una regresión a la época del priato, pero con el plus del toque bolivariano y estas mamarrachadas; ahí está el modelo venezolano, es el modelo que tiene en la cabeza López Obrador”.
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Lizardi sentenció:
“Yo, como ya muchos millones de mexicanos estamos viendo que no hay tal expectativa, ya el beneficio de la duda se agotó, ya no hay vuelta atrás; es decir, con López Obrador en la Presidencia el país no tiene futuro. Ante la regresión autoritaria, la perspectiva es un reto formidable, apasionante: la defensa de nuestra democracia, una conquista colectiva de la sociedad mexicana en su conjunto y no una coartada de los demonios neoliberales. Dentro de la democracia todo, fuera de la democracia nada”.
