En 2019 se premió
y a todos traicionó.
Postularse y reelegirse
para ser otra vez alcalde.
Juan Manuel cree
ser excelente presidente.
Va para allá y para acá
y Tijuana entre la cloaca.
No visita las colonias.
Una ciudad en penurias,
en oscuridad total,
y aparece la mente criminal.
No le importó corromper a su hijo:
dinero, compras, triangulaciones,
en eso no se fijó.
Solo busca riqueza a montones.
“El Patas” sale con su pelo recién pintado,
lo ve la Catrina de la pena muy quitado.
Dice la Huesos:
“Debes vivir entre los presos”.
“Vente para acá, ruquito mechudo,
has endeudado a Tijuana y su futuro.
Nada hiciste bien para los tijuanenses.
En sesiones de Cabildo no tienen sesos”.
Ya no se presentó el edil,
todos preguntan por él.
La Chirriona lo pepenó,
pues del poder abusó.
Va la del velo blanco cantando,
lleva a “El Patas” jalando.
Aún va con vida,
y una fuerte taquicardia le da.
La Huesuda
va muy apesadumbrada.
Casi amanece
y “El Patas” quedó inerte.
Tenía lista su fosa,
allá por La Remosa.
Le puso blanca mortaja
y lo aventó a su caja.
Dice la del velo negro,
“nadie vino a su entierro”.
No puso epitafio,
pues jamás lo mereció.
Calaverita de Leopoldo Durán