Extiende el Festival Internacional de Cine de Morelia su enfoque de promoción y desarrollo de la industria en México a la parte académica (Impulso Morelia, Locarno Industry Academy y Laboratorio Sundance), de retribución social (foros indígenas) y la formación de públicos (FICM Presenta), con invitados de honor como Willem Dafoe y Robert Redford, a quien reconoció como Excelencia Artística
Morelia, Michoacán.- “Este festival es el más mexicano de todos, es el único cuya competencia es nacional. Es una parada importante para los realizadores, porque las películas que pasan por el Festival Internacional de Cine de Morelia que ganan, son cintas que triunfan en festivales y premiaciones internacionales. Para ejemplo ‘La camarista’, de Lila Avilés, que ganó la edición pasada El Ojo a Largometraje Mexicano, después hizo un tour de festivales impresionante y recientemente la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas la seleccionó para competir por el Óscar como Mejor Película Extranjera; también va a los Premios Goya”, exaltó a ZETA Berenice Andrade, portavoz del festival que celebra su decimoséptima edición del 18 al 27 de octubre de 2019.
“Otra película, ‘Tempestad’, ganó el premio Impulso Morelia y también recorrió festivales internacionales y representó a México en los Óscar. Las películas mexicanas que pasan por el festival de Morelia, dan de mucho qué hablar en el mundo. La selección oficial de los trabajos cinematográficos mexicanos es la parte fundamental del FICM, lo imperdible, lo que más importa”, complementó Andrade.
En esta edición del FICM, cintas como “Esto no es Berlín”, de Hari Sama; “Muerte al verano”, de Sebastián Padilla; “Mano de obra”, de David Zonana; “La paloma y el lobo”, de Carlos Lenin; “El paraíso de la serpiente”, de Bernardo Arellano; “Polvo”, de José María Yazpik; “Sanctorum”, de Joshua Gil; “Territorio”, de Andrés Clariond y “Ya no estoy aquí”, de Fernando Frías, conformaron la selección oficial en competencia de largometrajes mexicanos, la parte más catártica del evento.
“Lo que busca el festival es dar continuidad al trabajo de promoción y desarrollo de la industria nacional. Empezó proyectando cortometrajes y documentales porque no había tantos largometrajes que pudieran estar en competencia, era lo más asequible, pero el festival creció a la par de esos realizadores que en sus primeras ediciones llegaron con cortos y después regresaron a presentar su óperas primas, por lo que seguiremos siendo promotores del cine mexicano en México y el mundo gracias a alianzas con festivales como Cannes, Sundance y Locarno, lo que nos permite extender el enfoque de promoción y desarrollo de la industria del cine en México hacia la parte académica, promoción cultural, retribución social y formar públicos yendo a lugares lejanos para mostrar cortometrajes y acostumbrar a la gente a ver cine mexicano, porque luego las películas recorren festivales y no tienen mucha suerte en taquilla. Por ello insistimos en los públicos, en tener una oferta y mostrar lo que están contando los realizadores que tienen menos acceso a las salas de cine, a partir de qué perspectiva; hay muchas historias por contar y buscamos formar públicos”, explicó la vocera del FICM.
“No se trata solo de exhibir, del glamour del cine, es un trabajo integral de discutir y promover foros como el de ‘Cineastas indígenas mexicanas: identidad y nuevas narrativas’ que aborda, por medio de diez realizadoras de distintos pueblos originarios, los problemas que enfrentan. Se hizo con el apoyo de la beca FilmWatch, otorgada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos”, subrayó Berenice Andrade.
INVITADOS DE HONOR Y RECONOCIMIENTOS
En su edición 2019, el FICM ha contado con invitados de honor como el legendario actor estadounidense Robert Redford, quien recibió la Presea a la Excelencia Artística por su trayectoria y aportaciones a la industria cinematográfica. Distinción que el año anterior recibiera el cineasta mexicano Alfonso Cuarón, quien también develó la placa de la edición del festival y su butaca; al igual que la figura internacional Willem Dafoe, con 50 años de carrera y más de 100 películas, presentando “The Lighthouse” (El faro, Universal Pictures). Cinta que protagoniza junto a Robert Pattinson y que actualmente se exhibe en salas de Norteamérica.
Además de caminar por la alfombra roja del FICM, Dafoe develó su butaca; al tiempo que sus colegas James Aibory y Luc Dardenne recibieron la medalla de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México por su labor de enriquecer el patrimonio fílmico del mundo.
En otro apartado, cabe mencionar la presentación de la película “Esperando a los bárbaros”, de Ciro Guerra, basada en el texto del Premio Nobel de Literatura 2003, John Maxwell Coetzee, con quien estrenará el filme en el evento cinematográfico moreliano.
LA PARTE MEDULAR DEL FICM Y DEL CINE MEXICANO
Tres de las actividades que reafirman la apuesta del FICM por el cine mexicano son Impulso Morelia, el taller Locarno Industry Academy y Laboratorio Sundance, bases para enriquecer la industria fílmica en México a través de discusiones, asesorías y capacitaciones como una manera de construir el festival de la mano de los propios realizadores.
Con el ánimo de contribuir a la terminación de largometrajes mexicanos en etapa de postproducción, se creó Impulso Morelia. Para ello se eligieron seis proyectos: “Santa Bárbara”, de Anaïs Pareto Onghena; “No lo sé” de Luis Kelly (ganador del Premio Cinépolis Distribución por 250 mil pesos para procesos de postproducción); “Se escuchan aullidos”, de Julio Hernández Cordón; “La vocera”, de Luciana Kaplan (mención honorífica, con premio de 50 mil pesos por parte de Ambulante y 800 mil pesos de Estudios Churubusco Azteca para postproducción y sonido THX); “Yermo”, de Everardo González; y “Las últimas plumas”, de Alejandro Alatorre (ganador del Premio de Estudios Splendor Omnia, 200 mil pesos para mezcla de sonido y corrección de color). Cada uno de ellos recibió retroalimentación de sus trabajos en un panel de especialistas profesionales conformado por Jorge Michel Grau (México), Alice Labadie y Alejandro Arenas (Francia), John Bailey y Jim Stark (Estados Unidos), Katrin Pors (Dinamarca) y Meinolf Zurhorst (Alemania).
“Impulso es una sección que cobra relevancia en cada edición porque han pasado proyectos que luego son multipremiados en festivales internacionales, eso reafirma que el FICM es una ventana a los nuevos talentos mexicanos, que verdaderamente presta atención al cine mexicano y sobre todo al cine joven, pese a que el cuello de botella sigue siendo la distribución, una situación que hay que resolver. Hacer que las películas lleguen al público, que hagan una circulación digna y congruente con la película. Todas merecen un estreno en salas, eso sigue siendo importante. El FICM está muy atento a eso”, reconoció a ZETA Andrea Stavenhagen, coordinadora general de Impulso Morelia.
“Otras actividades paralelas, es el taller Locarno Industry Academy, con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía y el programa Ibermedia, que trabaja con cinco jóvenes mexicanos y tres latinoamericanos, sobre temas de distribución ventas, programación, proyección, curaduría, como para cerrar la pinza de esa cadena desde la escritura de un guion. Se trata que conozcan lo que sucede en otros países, e impulsar redes de colaboración profesional”, agregó Stavenhagen, calificando el taller como un espacio de reflexión y diálogo en términos creativos.
“A Morelia le interesa reflexionar sobre los filmes y detectar proyectos que sabemos serán importantes cinematográficamente hablando, nos interesa la mirada de autor como ‘La libertad del diablo’, de Everardo González; ‘Tempestad’, de Tatiana Huezo; ‘Esto no es Berlín’, de Hari Sama, que pasaron por Impulso Morelia. No hay que olvidar que los festivales de otros países vienen a Morelia a buscar títulos, reunimos a muchos programadores que vienen a la caza de películas que estarán listas en algunos meses para poder llevárselas a Berlín, Cannes o Rotterdam”, apuntó la coordinadora general de Impulso Morelia, quien a la par, subrayó la labor de Laboratorio Sundance, fundado por el histrión estadounidense Robert Redford para perfeccionar la escritura de guiones.
“Con estas plataformas el FICM atiende todo el proceso, desde el guion hasta la postproducción, edición, y circulación de las películas. Una gran virtud del festival es que estamos atentos y conscientes de que el proceso no es solamente el estreno de una película, sino que hay que formar, apoyar el desarrollo de los proyectos y acompañar esos talentos mexicanos en diversas etapas de realización de una película, construir puentes con la industria cinematográfica”, puntualizó Andrea Stavenhagen.