De acuerdo a declaraciones del secrerario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrad, la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, fue para evitar la muerte violenta de mas de 200 civiles en Culiacán.
El pasado 17 de octubre, personal de la Sedena detuvo por unas horas al hijo del capo, lo que desató una ola de violencia en la capital sinaloense, misma que concluyó con la liberación de Guzmán López horas más tarde.
“México ya abandonó la idea del daño colateral, dicho de otra manera, si se hubiese dado la orden de continuar el operativo en Culiacán se estima que los muertos, sobre todo de sociedad civil, hubieran rebasado los 200, a juzgar por las circunstancias en las que estaba en ese momento”, declaró el funcionario federal en su visita a Nochixtlán, Oaxaca.
Agregó que el viernes 18, el gabinete de seguridad federal sostuvo una reunión con representantes de Estados Unidos, con la finalidad de analizar los hechos, de esta reunión los funcionarios llegaron a la conclusión de que se detuvo el operativo a tiempo, evitando decenas de muertes.
“En el pensamiento tradicional el daño colateral no importa, lo importante es que detengas a dos, tres o cinco personas sin importar que mueran 50, 100 o 150 personas. En la doctrina nueva, lo que se considera hoy, es que el daño colateral no es aceptable y por esa razón se determinó que no se pondrían en riesgo a los ciudadanos”, dijo en su atención con los medios de la localidad.
“El trabajo seguirá y la Guardia Nacional sigue distribuida y se seguirá con la detención de otras personas y las autoridades tienen que hacer lo que le corresponde”, añadió.
La noche del viernes 230 elementos de la Sedena arribaron a Culiacán, para sumarse a las policías locales en la tarea de cuidar a la ciudadanía, en retenes y patrullajes que realizan desde el primer momento que estuvieron en la ciudad.
A decir de los mandos militares, estas acciones son exclusivamente para fomentar que la ciudadanía retome su rutina habitual, sin la intención de ir detrás de los criminales.