“El Guasón” ha resultado ser un film incómodo por varios factores, más allá de la discutida violencia que proyecta:
1. Se trata de un personaje que, siendo un villano por antonomasia, se proyecta como una víctima de la sociedad estadounidense injusta; y esto, sencillamente, no le gusta al gobierno de allá -ni a ningún otro- porque en el fondo reconocen que los ciudadanos no somos ajenos a nuestro entorno; prefieren mantenernos dormidos con héroes inexistentes y ramplones, como el mismo Batman, cuya imagen vende millones debido a que este héroe -como todos los demás- representa en la sociedad una imagen pueril, como ocurría en la antigua cultura griega, quienes inventaron dioses buenos que combatían a otros malos para salvar a la humanidad endeble.
2. Expone al padre del futuro Batman como un rico cruel y déspota, que en el film es asesinado por otros y no por el Guasón, y que debido a la doble moral del Sr. Wayne, posiblemente afecte la imagen futura del superhéroe. En este aspecto, imagínese el lector, por ejemplo, al famoso tío Ben del Hombre Araña, asesinado por ser narcotraficante o algo por el estilo, a manos de una pandilla rival.
3. El Guasón actúa violentamente en el film, específicamente en contra de aquellos que le hicieron daño.
4. De alguna manera, la figura del villano Guasón se engrandece ante los ojos de miles o -quizá- millones de seres marginados y verdaderos parias sociales, que también han sido víctimas (aunque no todos), y principalmente aquellos que sufren de alguna discapacidad mental, maltratados por un sistema injusto (como en las escuelas, religiones y sistemas de seguridad social.
Quizá sin proponérselo, el film tocó el ocio existencial que nos ha llevado a la indolencia, ensimismados en filmes de superhéroes. Por lo tanto, la verdadera razón de tanta alharaca por la violencia -que puede reconocerse fácilmente en otros filmes, como los de Quentin Tarantino, por ejemplo- se debe a que el Guasón otorga su voz a millones de seres abusados en el mundo entero; en otras palabras, “anda alborotando el gallinero”.
Será interesante observar cuántas máscaras del Guasón, o personas pintadas y vestidas como el personaje, saldrán a la calle en el próximo Halloween en el mundo entero. Esperamos que no ocurran desgracias.
Súbitamente, aparece la figura de un antihéroe, convertido en icono de los marginados mentales, recordando la gran brecha de la desigualdad social; esto es lo que, en el fondo, la hace ser incómoda para el establishment. Tanto el actor como el director pueden afrontar el reto de ser pioneros en proyectar -mediante una posible saga- la realidad incómoda que estamos viviendo o sucumbir a la conformidad manipulados por Hollywood.
El film, en general, puede calificarse como muy bueno, tomando en cuenta lo insulso y frívolo de este género; y la actuación de Joaquin Phoenix, sencillamente soberbia.
Atentamente,
Daniel Trujillo J.
Tijuana, B.C.
