Difícil se la están viendo en el equipo de transición del gobernador electo, Jaime Bonilla Valdez, para encontrar un edificio para albergar todas las oficinas y el personal que labora en el Centro de Gobierno ubicado en Zona Río en Tijuana. El encargado de la transición, Amador Rodríguez Lozano, es parte del equipo que anda en busca de un lugar para traspasar ahí toda la infraestructura de gobierno que actualmente presta sus servicios a la comunidad a un costado de Palacio Municipal. Esto porque, por alguna razón que solo él conoce, el futuro mandatario se comprometió a donar ese edificio a la Universidad Autónoma de Baja California y posteriormente a proporcionarle una parte de la construcción a la esposa del Presidente de la República, Beatriz Gutiérrez Müeller, para la instalación de un Museo de Arte Popular. Pero a la fecha y faltando menos de quince días para la toma de posesión, los de Morena no encuentran un edificio con esas dimensiones ni en las propiedades que tiene el Gobierno del Estado, ni en renta o venta. Para cumplirle el gusto al gobernador electo, o construyen, o le siguen buscando. La cuestión es que pocos entienden la necedad de Bonilla de sacar de un edificio propio las oficinas del gobierno en Tijuana, especialmente porque no hace falta, porque ya está construido, no paga renta y además ofrece servicios a la comunidad, al tiempo que a unos pasos realizan otros en el Ayuntamiento de Tijuana. Con el cambio de oficinas, los ciudadanos acudirán a Zona Río a tramitar algo a Palacio Municipal y después quién sabe a dónde al Gobierno del Estado.
Hasta en Morena estuvieron de acuerdo en que no se utilice la Casa de Gobierno en Mexicali, a la cual se le dará otro uso, pero de eso a sacar al gobierno de las oficinas de gobierno… Es algo que aparte de caro, podría ser en detrimento de los ciudadanos. A ver si Bonilla cambia de opinión, total, no pasa nada.
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