Desde Baja California Sur, los antorchistas elevamos ante el pueblo de México y ante la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, nuestra más enérgica condena por el bloqueo orquestado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, para que miles de antorchistas del Sureste no pudieran utilizar el estadio Víctor Manuel Reyna, de Tuxtla Gutiérrez, donde se realizaría la tercera concentración multitudinaria con el motivo del festejo de los 45 años de nuestra organización.
A ese recinto, nos habíamos dado cita 60 mil personas organizadas y representantes de todo el país, para seguir exigiendo un verdadero combate al modelo económico neoliberal que ha sumido a las mayorías en el hambre, la falta de salud, alimentación y toda esperanza de una vida mejor.
Los mensajes que se tradujeron en la cancelación del evento masivo atentan contra nuestro derecho a la organización popular y se violenta la Constitución política. El cierre de puertas del estadio “por órdenes del gobierno federal” que encabeza el presidente, Andrés Manuel López Obrador, es un acto condenable, aunque sea la cuarta transformación.
A las presiones para que se nos cerrara dicho recinto, se acompañó, sin rubor político, como es característico en los gobiernos represores del mundo, con una sentencia de igual maestría dictatorial: “habría consecuencias” si el evento se realizara en cualquier otro lugar del estado. El dedo flamígero que nos había señalado para evitar a toda costa nuestro evento descendió así, no solo a la prohibición del estadio, sino al uso de cualquier otro lugar y amenazas serias contra nuestra organización si se llevaba a cabo nuestra conmemoración, por lo que la censura alcanzó a modestos transportistas, empresarios locales y a nuestros activistas. Ante tal irracionalidad y abuso del poder, la Dirección Nacional Antorchista decidió suspender la festividad para resguardar la seguridad del pueblo trabajador que asistiría con sus familias. En 45 años de trayectoria, la dolorosa experiencia del pueblo organizado es que, si son amenazas gubernamentales del más alto nivel, el peligro aumenta para los ciudadanos, pero se cierne sobre aquellos que constituyen un frente unificado y organizado.
Tras varios días de esperar que la Secretaría de Gobernación emitiera un documento público que garantizara nuestro derecho de reunión -documento que jamás llegó-, tenemos que decir que se propinó un agravio no solo a los antorchistas, sino a todo el pueblo chiapaneco, pues los preparativos para el festejo alcanzaron a todas las comunidades en la entidad, además de las representaciones de Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Campeche que se harían presentes; en Chiapas, fueron decenas de comunidades visitadas, en la zona de Los Altos, de Los Llanos, de Los Bosques, la Metropolitana, de todos los rincones de la geografía chiapaneca que se alistaban para acudir al convite.
El programa artístico y las pruebas de escenografía, los adornos del lugar a los que asistieron decenas de los coros monumentales, los grupos de bailes folclóricos y de poesía coral, entre otros artistas y participantes, tuvieron que guardar sus galas. Los antorchistas del Noroeste tenemos conocimiento de este acto de censura del gobierno federal, un acto de clara represión popular a la manifestación legítima, legal y pacífica, al ejercicio de su derecho a la organización política.
Este 20 de octubre, desde el audiorama El Trompo, en el que nos daremos cita 20 mil antorchistas de Baja California, Sinaloa, Sonora y los sudcalifornianos, elevaremos una condena enérgica contra la política que busca implementar el gobierno federal. Hoy más que nunca, se requiere de la unidad de los pobres, de su organización, porque el clima que se prepara en el país, no son vientos democráticos. Recibiremos al líder nacional de los antorchistas, ingeniero Aquiles Córdova Morán, quien nos dará un análisis sobre la situación del país. Ahí estaremos para recibirlo y seguir llamando al pueblo de México a aglutinarse en las filas de Antorcha y crear un verdadero partido político que defienda a la población y logre gobernar el país. La unidad y la fuerza, hoy son los estandartes contra la represión, y también para el bienestar al que tanto aspiran los mexicanos como nación.
Celia Torres Varela
Dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Baja California Sur.
