Yi es una jovencita que encuentra paz cuando sube a la azotea de su departamento en Shanghái y toca su violín. Pero una de esas noches lo que esta chica halla es un Yeti bebé que quiere regresar a casa, en el Himalaya.
La niña entonces decide acompañar a Everest, el mítico Yeti, a lo largo de su travesía que implica, además, escapar de los intentos de captura de Burnish (Eddie Izzard) y la Doctora Zara (Sarah Paulson).
Esa es toda la historia de este largometraje animado que significa una coproducción china-estadounidense dirigida por Jill Culton y producida por Dreamworks.
Dada la sencillez de la trama, la idea sería compensar la narración con un extraordinario trabajo de dibujos animados que, aunque se logra, tampoco estamos ante una propuesta capaz de superar los estándares ya establecidos en esta industria.
Sin embargo, la cinta tiene una belleza tanto visual como en el trazo de los personajes centrales cuyas voces en la versión original en inglés pertenecen a Chloe Bennet y Tenzing Norgar Trainor. El “Abominable” hombre de las nieves aquí es, en realidad, adorable, y la amistad que se teje, sumada al sueño de volver a casa, hacen que este filme trascienda como una propuesta que el público de todas las edades puede disfrutar a su manera.
Mientras que para los adultos lo importante tal vez sea el derecho a la libertad, los más pequeños seguramente serán cautivados por los poderes mágicos del Yeti que en vez de asustar a los niños -como cuenta la leyenda-, es capaz de alterar la naturaleza a favor del increíble viaje que comparte con Yi.
Todos estos atributos sumados, hacen de “Abominable” una buena opción en cartelera. *** y media.
Punto final.- Faltó un estreno más terrorífico para Halloween.