La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) -cuyo titular es el mexicano José Ángel Gurría Treviño- redujo su estimado de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para México en 2019, al pasar de 1.6 a 0.5 por ciento. Mientras que en 2020, el organismo internacional estima una tasa de 1.5 por ciento, desde el 2.0 por ciento que previó en mayo de este año.
Según el organismo internacional con sede en París, Francia, la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha presionado el crecimiento global a sus niveles mínimos en una década. Asimismo, la organización dijo que la economía mundial se arriesga a ingresar en una nueva y extendida fase de bajo crecimiento si los gobiernos siguen divagando sobre cómo responder a los desafíos.
La OCDE indicó, además, que la economía global registrará este año su menor crecimiento desde la crisis financiera 2008-2009, desacelerando desde el 3.6 por ciento del año pasado a un 2.9 por ciento en 2019 y 3 por ciento en 2020, panorama que empeoró desde que se hicieron las últimas proyecciones en mayo pasado, cuando estimó que la economía global crecería un 3.2 por ciento para este año y 3.4 por ciento para el próximo.
El pasado 23 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que durante el segundo trimestre del año la economía mexicana no registró crecimiento, lo que también significó no caer en recesión. La variación trimestral desestacionalizada del PIB para el segundo trimestre del 2019, se revisó a la baja de 0.1 por ciento a 0.0 por ciento.
Antes, el 29 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó los resultados del crecimiento económico. Durante su conferencia de prensa matutina, advirtió que dichos resultados fueron contrarios a los que pronosticaban algunos expertos, acerca de que se iba a caer en recesión.
“Amanecemos con una buena noticia. INEGI dio a conocer los resultados del crecimiento económico y contrario a lo que pronosticaban algunos que se iba a caer la economía e íbamos a entrar en recesión, afortunadamente la economía creció”, dijo el político tabasqueño desde el Palacio Nacional.
“Es muy buena noticia. Despeja el miedo, la intención de crear desconfianza. Nosotros no tenemos duda, pero el insistir tanto en la recesión, sí lleva a crear dudas, cierta incertidumbre. Nosotros sabemos que va muy bien la economía, que está bien el país”, apuntó el mandatario nacional.
El pasado 23 de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó su pronóstico de crecimiento para México en 0.7 puntos porcentuales, de 1.6 a 0.9 por ciento para 2019, con lo que el PIB mexicano podría registrar la menor expansión económica en nueve años. Mientras que en 2020, repuntaría a 1.9 por ciento.
Esta tasa de crecimiento estimada por el FMI es inferior al 1.6 por ciento que previó el mismo organismo internacional en abril y muy lejos del 2.1 por ciento estimado por el mismo Fondo en enero pasado.
El diagnóstico actual del organismo internacional incorpora el impacto de “la incertidumbre en torno a las políticas públicas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos del endeudamiento que podrían seguir aumentando tras la reciente rebaja de la calificación soberana”.
Los expertos de la institución, dirigidos por Gita Gopinath, Consejera Económica del FMI, indicaron que el escenario previsto para México resulta de una inversión que sigue siendo débil y del consumo privado que se desacelera.
Antes, el 1 de julio, especialistas del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) recortaron la expectativa de crecimiento para este año por noveno mes consecutivo, pasando a 1.13 por ciento para este año, desde el estimado de 1.32 por ciento previsto en junio, la menor previsión para el primer año de Gobierno de López Obrador.
En la ‘Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado’ -realizada a finales de junio-, el Banxico informó, además, que estimaron un tipo de cambio de 19.78 pesos por dólar al cierre del año frente a la estimación previa de 19.83 unidades por dólar.
Con ello, los especialistas del sector privado se unieron a la tendencia de otras instituciones que también recortaron sus expectativas sobre el Producto Interno Bruto (PIB); BNP Paribas modificó a la baja su expectativa de 2.0 a 1.5 por ciento; mientras que Scotiabank pasó de 1.4 a 1.3 por ciento. Por su parte, Citibanamex y Credit Suisse pasaron de 1.2 a 0.9 por ciento; en tanto que J.P. Morgan de 1.0 a 0.9 por ciento; mientras que Bank of America pasó de 1.0 a 0.7 por ciento.
Entre los factores que pudieran obstaculizar el crecimiento económico, los 37 grupos de análisis consultados por Banxico destacaron la gobernanza y las condiciones económicas internas a nivel general, mientras que a nivel particular destacaron la incertidumbre política interna; los problemas de inseguridad pública; la plataforma de producción petrolera; la política de gasto público; y la incertidumbre sobre la situación económica interna.