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viernes, febrero 16, 2024
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Los más graves problemas, y los menos atendidos, son los de familia

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 


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Una familia disfuncional (problemática) es aquella que no cumple su función como tal; es decir, es una familia que no puede cubrir algunas de las necesidades (materiales, educativas, afectivas, psicológicas) de sus miembros, en especial de los niños. Esta disfunción familiar está relacionada con la existencia de conflictos que tienen su origen en una o en varias de estas causas combinadas: la inmadurez de los padres, conflictos permanentes, su dependencia emocional, adicciones al alcohol y/o las drogas, abusos sexuales, malos tratos, enfermedades mentales no tratadas, actividades delictivas de los progenitores y/o hijos, una educación excesivamente severa o, por el contrario, demasiado laxa.


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Es normal que un hogar tenga periodos donde pierda su funcionalidad (la muerte de alguno de los miembros, desempleo o una enfermedad grave) y, tras superar la crisis, retornar a la normalidad. Excepto si es realmente una familia disfuncional. En una familia, los problemas tienden a ser crónicos si no se atienden oportunamente, imperando en ella un comportamiento negativo por parte de los padres y una insatisfacción en las necesidades de los hijos.

Hay familias disfuncionales que poseen características muy marcadas, como en algunos casos donde los padres sufren algún tipo de enfermedad mental que puede limitar su capacidad, y donde los niños tienden a asumir responsabilidades de adultos desde edades muy tempranas; a estos últimos se les roba su infancia y aprenden a ignorar sus propias necesidades y sentimientos. Contrario a lo anterior, los padres controladores no permiten que sus hijos asuman ningún tipo de responsabilidad y, por consiguiente, la consecuencia de sus actos, quizás teniendo este tipo de padre un temor de que sus hijos dejen de necesitarlo.

Las familias alcohólicas o con adicciones tienden a ser caóticas e impredecibles. Los padres suelen ser estrictos en ocasiones e indiferentes a los demás en otras; en el peor de los casos, son violentos y/o agresivos, ya sea verbal, físico y/o sexualmente. En el primero se encuentran las críticas y menosprecios; el físico se reconoce por golpes (moretones, rasguños, sopapos); y el sexual es aquel contacto entre un adulto y menor que quieren mantenerlo en secreto. Uno o ambos padres explotan a sus hijos y los tratan como posesiones, cuyo objetivo principal es dar respuesta a las necesidades físicas y emocionales del adulto; los menores, en algunos casos, son obligados a tomar partido en los conflictos entre los padres.

Al comentar algunos de los anteriores problemas que se generan en la familia, es necesario que busquen solución a los mismos; desafortunadamente, los problemas de familia son los que menos se atienden buscando ayuda profesional, pues se considera que al pasar el tiempo el problema desaparece, se olvida o se arregla por sí solo. Mentiras. Mientras que cualquier problema ajeno a la familia se atiende de inmediato -sea del trabajo, escuela, deporte, con los amigos, con el gobierno, etcétera- y se busca su pronta solución de cualquier forma, el de la familia se deja o hace a un lado.

Si identifica que su familia es disfuncional (problemática), trate de hablar con cada miembro que la integra y busquen solución y, de no ser posible [encontrarla en familia], busquen ayuda profesional; aunque recuerde que empezar por uno, cuando sinceramente sienta que es parte del problema, sería el primer paso para encontrar la solución.

La familia perfecta no existe, creer que todo puede ser perfecto crea una idea que jamás podrá lograrse. Al formar parte de la sociedad, la misma -por los estereotipos creados- obliga a pensar que se debe tener una familia normal, feliz, y sin problemas. Muchos logran recrear un ambiente saludable en sus hogares y, aunque no sea perfecta, tampoco da demasiados dolores de cabeza; pero si no se tiene tanta suerte y la familia se sale un poco de la norma, acarrea consecuencias y queda en un estado vulnerable.

No hay manuales para ser los padres y/o la familia perfecta; y mientras avanza más la vida, debemos comenzar a improvisar cómo ir resolviendo los problemas, siempre y cuando realmente nos interese nuestra familia más que los problemas de fuera.

Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al  correo:  bautista46@hotmail.com

 

El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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