Hoy hace un mes que casi no la veo,
y se llevó todas mis alegrías,
se marchó lejos, todavía no lo creo,
hizo mis noches por demás sombrías.
Por siempre yo la seguiré añorando
contando a diario el cronos al revés,
las horas largas las iré acortando
para restarle algunos días al mes.
Platicaré honesto con el calendario
si con amor regresa ella a mi lado
y trae consigo nuevas alegrías.
Le diré: terminó mi calvario,
el mes tan triste, es solo pasado
y nunca duró más de treinta días.
Miguel Ángel Hernández Villanueva.
Tijuana, B.C.
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