La promesa de regularizar el servicio de energía eléctrica no se cumplió para los sudcalifornianos. Apenas la semana pasada se dijo que ya habría una solución con la “llegada” de una planta de emergencia, la cual al parecer estaba en Los Cabos; sin embargo, autoridades advirtieron que la medida no sería suficiente, que el sistema fallaría, y así fue.
El martes 27 y miércoles 28 de agosto, respectivamente, el sistema no satisfizo la demanda eléctrica y el problema regresó a los hogares de Los Cabos, La Paz y Loreto.
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“De nuevo, parece una burla; cinco apagones en Paraíso del Sol y se repite la historia: cero promesas, cero soluciones y miles de inconformidades; parece que este Gobierno no quiere quedar bien con la gente, que le vale lo que nosotros pensemos, que les vale aquellas personas que están atadas de por vida a una máquina que funciona con energía eléctrica. A todos ellos les digo, Dios con ustedes, porque las autoridades no”, denunció Remigio González López, habitante de Paraíso del Sol en el municipio de La Paz.
La queja ya es añeja, la molestia es evidente; ahora, habitantes del Fraccionamiento Camino Real se unieron a los apagones. Sin previo aviso se quedaron sin servicio.
“No puede ser, esa es la plusvalía que nos vendieron ¿Cómo podemos vivir en paz si no tenemos luz? Pareciera que fueron ayer los problemas de la semana pasada. Nosotros no pasamos por los apagones y ahora sí; ahora entiendo la molestia de la gente, y con estas lluvias está sofocado el ambiente, y sin luz es terrible estar encerrado y sin energía. Te mata el calor”, lanzó Carolina Martínez Pérez, de Camino Real.
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La respuesta es obsoleta, pues verdaderamente no hay una solución a priori ni a posteriori; pasaron por alto la necesidad de la gente y nos hay planes cercanos.
El representante del Gobierno Federal en Baja California Sur, Víctor Castro Cosío, fue claro: “no tengo conocimiento de inversión para este 2019” y nadie sabe qué pasa y cuándo vaya a solucionarse.
La opción más viable, aunque a un mediano y largo plazo, es la generación eléctrica de manera sustentable (energía solar, eólica o utilizando las mareas), pero todo requiere inversión y ganas de los gobiernos.
“Se podría invertir, incluso en foros, donde pudieran venir todos los expertos y las mejores prácticas que hay, y los mejores avances en energías alternativas, energías verdes, y empezarlos a implementar en el territorio; se podrían pagar este tipo de encuentros, posicionando también toda la capacidad local que hay. En la Universidad Autónoma de Baja California Sur existe la carrera de energías renovables, y los egresados de ahí tienen que ir a practicar a otras partes del país, otras partes del mundo, porque no lo han podido practicar aquí en su entidad; entonces existe capacidad, tanto de recursos naturales como de recursos humanos y los recursos económicos. Entonces, dirijámonos a tener soluciones más inteligentes, integrales”, expuso Lucía Frausto, directora del Observatorio Ciudadano Cómo Vamos La Paz.
Las alternativas de mejorar generación de energía y contar con mayor capacidad, existen; la alternativa para que haya una menor contaminación y quema de combustibles fósiles, la hay; solo faltan las ganas de realmente atender la demanda ciudadana y que se escuche el sentir de los pobladores. Pero, contrario a ello, hay gobiernos que solo están buscando raja política -que solo llevan agua a su molino- y están dejando de lado las verdaderas necesidades de los sudcalifornianos.
“Queremos un gobierno que vea por nosotros, que nos diga, tienen ésta y ésta otra alternativa, ¿cuál quieren?, no que recibamos respuestas de que no saben qué pasa, que no saben qué hacer o hasta que no están informados o capacitados para dar respuesta a los ciudadanos. Esos no son pretextos; cuando realmente se quiere ayudar, se hace sin esperar nada a cambio, y nosotros no vemos la acción”, comentó Remigio González López, habitante de Paraíso del Sol.
Los últimos boletines informativos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) mantienen el estatus de falta de capacidad para atender la demanda en BCS; quiere decir que nadie ha metido las manos por los ciudadanos, quienes dijeron que se resolvería el fin de semana antepasado. Hoy el Cenace prefiere callar -y ni la cara asomar-, lo que deja en claro que en Sudcalifornia no hay quien acabe con el problema.
