Por nueve años, Óscar Romero Benítez -quien se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP- se desempeñó con buen comportamiento dentro de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Tijuana, denominada Unidad K9, hasta que fue detenido el viernes 13 de septiembre acusado de efectuar un robo al interior del Parque Morelos.
El hecho ocurrió en agravio de un establecimiento que renta carros tipo go kart a los niños que acuden al Parque; de acuerdo a las autoridades del lugar, los locatarios notaron esa mañana que les faltaba dos de estos vehículos y de inmediato lo notificaron a la dirección. Revisaron las cámaras de seguridad, donde se registró que dos hombres habían cometido el robo a bordo de un vehículo tipo Cherokee, durante las primeras horas del viernes pasado.
El personal de seguridad del parque montó un operativo dentro de sus instalaciones para tratar de localizar a los presuntos responsables; cerca de las 3 de la tarde dieron con ellos, identificándolos por los cortes de cabello (uno con tinte morado y otro corte estilo militar) y el vehículo en el que viajaban. Al revisarlo, encontraron uno de los carritos robados; el otro ya lo habían sacado del lugar.
Para sorpresa de los guardias, uno de estos hombres era Romero Benítez, a quien conocían por trabajar en el campo de entrenamiento de la Unidad K9. Últimamente se dedicaba a labores de vigilancia del lugar, que se encuentra dentro del mismo parque.
El oficial y su acompañante fueron turnados al Ministerio Público, luego de que los afectados del robo notificaran a las autoridades sobre el hecho. El caso se mantuvo casi en secreto hasta que, al día siguiente, en redes sociales comenzaron a surgir imágenes de la detención.
Fue Mario Martínez, director de Policía y Tránsito Municipal, quien confirmó a Semanario ZETA el hecho. Tres días después, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Marco Antonio Sotomayor, afirmó que el elemento jamás podrá regresar a la corporación; incluso quedaría boletinado, para que no se desempeñe como policía en ninguna otra ciudad del país.
Romero Benítez y su acompañante cumplieron con las 48 horas de detención, en flagrancia para determinar su situación jurídica; sin embargo, su detención fue considerada como ilegal. Tampoco se les aplicó la prisión preventiva, debido a que el tipo de robo que cometió no lo ameritaba; por esto, continuará con el proceso en libertad.