El desabasto en el Hospital General de Tijuana persiste, según lo declarado a Semanario ZETA por médicos que laboran en este nosocomio. A pesar de las constantes denuncias públicas realizadas por éstos en semanas anteriores, los medicamentos y el material siguen sin ser suficientes para garantizar una atención digna a los pacientes que llegan día con día a esta unidad médica.
Una de las constantes es la reprogramación de cirugías, que aún no ha sido posible solucionar. Dependiendo de la necesidad de los pacientes, se procede a canalizarlos a otra institución o a dejarlos en la lista de espera (sin poder comprometerse a definir una fecha para la intervención).
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Al respecto, el director del hospital, el doctor Clemente Zúñiga Gil, confirmó que el abasto en general se ha mantenido por debajo del 50 por ciento, además de solo 40 por ciento en material de curación y un 39 en lo que respecta a medicamentos.
“No existe una fecha que nos hayan indicado que vamos a estar mejor. No lo sabría decir, pero normalmente por estas fechas estamos haciendo el programa de abasto del año 2020 y ahí es donde nos damos cuenta que vamos a estar un poco mejor”, comentó Zúñiga cuando se le cuestionó si existe una fecha para que se recuperen por complejo.
“Lo ideal es el 100 por ciento, pero mínimo necesitamos estar entre un 50 y 60 por ciento para tener una actividad hospitalaria óptima. El 100 por ciento es imposible en cualquier hospital del mundo”, añadió.
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Los programas de cáncer, tanto de adultos como oncología infantil, y el de VIH/Sida, son los que se han logrado mantener al día debido al cuidado que se debe proporcionar a los pacientes diagnosticados con algunos de estos males, a los que no les puede faltar sus medicamentos.
Las áreas que más se ven afectadas por el desabasto de insumos son las de urgencias adultos, urgencias pediátricas y la de cirugía general, señaló el médico. Por lo tanto, son las prioritarias cada que el hospital recibe material por parte de la Secretaría de Salud.
Por otra parte, reconoció el apoyo que han recibido de la ciudadanía, en específico los familiares de los pacientes que reciben atención médica. Declaró que en distintas ocasiones se les ha tenido que pedir el apoyo con material para cumplir con el servicio.
“Hay que reconocer, de todas maneras, que de un 100 por ciento de lo que cuesta (la atención) un paciente, los familiares aportan el 20 por ciento del total que se invierte en ellos”, dijo Zúñiga.
Añadió que se estima que, para finales de este año, aunque ya no esté a cargo del hospital por el cambio de administración del Estado, la situación podría mejorar y alcanzar hasta el 70 por ciento de su abasto.
