César García Valderrama, presidente de la Sociedad de Plantas Nativas de Baja California A.C., denunció que la Secretaría de Protección al Ambiente (SPA) ha dejado de producir plantas nativas en el vivero “La Morita”, afectando a la flora local.
En entrevista para ZETA, el activista mostró su preocupación al descubrir que no se están produciendo plantas nativas de la región, acción que podría mejorar las condiciones climáticas y favorecer el hábitat para la fauna regional.
García Valderrama comentó que además existe desinformación entre la comunidad sobre las especies locales, o bien, son personas que vienen de otros Estados de la República, donde están acostumbrados a ciertas especies (y buscan las mismas cuando llegan a la región).
“La gente piensa que aquí es un desierto, más en realidad es una región mediterránea con clima semiárido. Somos uno de los 35 lugares más ricos en biodiversidad en el planeta -eso es algo que la gente no conoce- y que, además, juegan un papel muy importante en el ciclo del carbono”, dijo.
El activista mencionó que el vivero de “La Morita”, ubicado en el parque industrial El Florido, cuenta con un buen tamaño y una excelente tecnología; sin embargo, no se está aprovechando en su totalidad en la producción de la planta nativa.
Por su parte, Juan Carlos Díaz, jefe del departamento forestal de la SPA, comentó que, en efecto, el vivero antes mencionado ya no se dedica a la producción de planta nativa. En el vivero de Tecate es donde la ciudadanía puede encontrar las plantas nativas como cactáceas, matorral costero y charcas vernales, mientras que en el de Tijuana se encuentran arbóreas acacias y eucaliptos.
“Por sus características de mayor crecimiento, da mayores beneficios en cuanto a la altura, generación de carbono y de oxígeno, que contribuye en una gran manera en combatir el cambio climático”, explicó el funcionario.
Las especies nativas se están produciendo también en los viveros de El Hongo y Mexicali; descartó que las especies que se producen en “La Morita” sean invasoras, sino que ya están adaptadas al ecosistema local y son para propiciar la reforestación urbana. Es decir, las plantas arbóreas sólo se plantan en la ciudad; mientras que las nativas, son para reforestar las zonas rurales y cerros.
Agregó que -al año- reciben un presupuesto de un millón y medio de pesos para la producción de 100 mil plantas anuales, y salarios de los 16 trabajadores de los cuatro viveros; aunque, de tener presupuesto, se podrían producir hasta 300 mil plantas.