La tarde del lunes 19 de agosto, una de las dos unidades del programa Primer Respondiente de la Cruz Roja sufrió un percance; esto en la intersección entre la calle Rubén Romero y la avenida Padre Kino, en las inmediaciones del Hospital General de Tijuana.
De acuerdo a testigos del accidente, la unidad salió del estacionamiento del nosocomio y tomó rumbo a Paseo Centenario con las torretas encendidas; varios vehículos le cedieron el paso, excepto una motocicleta que transitaba por el carril exclusivo del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT) en dirección opuesta.
La motocicleta de color negra -marca Honda de modelo 2006- impactó el lado izquierdo de la unidad de Cruz Roja, causándole daños, principalmente en la carrocería y en sus puertas. A decir de los testigos, el oficial de Peritos que atendió el accidente desconocía las funciones de la unidad y la señaló como la responsable del accidente por pasarse el semáforo en rojo, a pesar de que los mismos paramédicos le dijeron que se dirigían a atender un servicio.
También pasó por alto la invasión de la motocicleta al carril exclusivo del SITT y que esta transitaba a alta velocidad, tanto que no alcanzó a frenar para darle el paso al vehículo de Primer Respondiente, el cual podría quedar fuera de circulación por un tiempo estimado de dos meses.
Por su parte, el director de Policía y Tránsito de Tijuana, Mario Martínez Martínez, destacó que las dos partes involucradas en el accidente fueron sancionadas por las infracciones que cometieron, tanto el motociclista por invadir el carril exclusivo del SITT como la unidad de Cruz Roja por no respetar el semáforo en rojo.
“Las normas que establece el Reglamento de Tránsito mencionan que puedes dejar de atender las reglas de tránsito, siempre y cuando se tomen las precauciones. Si se está dando un hecho de tránsito, es que no se tomaron las precauciones”, comentó.
Señaló que la unidad de Cruz Roja involucrada en este accidente no es propiamente una ambulancia, y que a pesar que se dirigía a atender una emergencia, su conductor está obligado a tomar las precauciones debidas para evitar cualquier percance.
El programa de Primer Respondiente resurgió de manera oficial el pasado mes de diciembre con una unidad -la que sufrió el choque-, con la intención de optimizar el uso de los recursos de la atención de urgencias médicas en la ciudad. Anteriormente, en 2014 la institución contó con un programa similar, en el que la atención médica se daba en motocicletas; pero, por la falta de dinero para su mantenimiento, el programa se suspendió.
Recientemente Cruz Roja recibió en donación una segunda unidad para Primer Respondiente (un vehículo tipo vagoneta de reciente modelo) para ampliar la cobertura del programa, que hasta el momento registra en promedio la atención a 15 servicios diarios, de los cuales apenas un 20 por ciento requiere traslado a un hospital para que el paciente reciba atención más avanzada.