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lunes, septiembre 30, 2024
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Cantante de narcocorridos estaba amenazado

A Roberto Domínguez Trejo, vocalista y acordeonista de la agrupación Los Hijos del Cártel, quienes cantan corridos en honor de los delincuentes de los cárteles Jalisco Nueva Generación y Arellano Félix, lo habían amenazado. En sus redes sociales, donde se identificaba como Beto Trejo, dejó constancia de que las advertencias no le importaban: “Para todos hay, ¿por qué las envidias? Aquí estoy bien preocupado”, fue su respuesta.

El martes 13 de agosto, día en que lo asesinaron, recibió la llamada de una mujer que le dijo querer contratar al grupo y lo citó en la gasolinera ubicada en la colonia Manuel Paredes, sobre la calle Nogal, para entregarle el adelanto económico requerido a las tres de la tarde; le informó que llegaría en un Jetta gris.

Como no llegó puntual, Domínguez decidió hacer tiempo poniendo gasolina a su Mitsubishi color verde, momento aprovechado por los asesinos que llegaron a bordo de un Camaro negro del cual descendió un hombre de entre 20 y 25 años y le disparó. El delito quedó grabado en los videos de vigilancia.

De manera inicial, las autoridades investigan la posibilidad de que este asesinato esté relacionado con el homicidio de un hombre el miércoles 14 de agosto en el restaurante Suchinola, en la calle Cucapah de la colonia Buenos Aires.

Domínguez Trejo, de 25 años de edad, nació en Guerrero, pero tenía expediente delictivo en Tijuana, donde en 2012 fue investigado por amenazas y en 2015 por posesión de arma, una pistola calibre .38. También registró una falta administrativa por manejar en estado de ebriedad.

 

Tatuador deportado tras 10 años de cárcel

“La gente entraba y salía, no se quedaban a hacerse tatuajes”, “Llegaba mucho deportado” y “A cada rato olía a marihuana, el olor salía”, fueron algunos de los señalamientos de los vecinos de la Avenida Revolución y Calle Cuarta en la Zona Centro de Tijuana, donde fue asesinado José Israel Gutiérrez Corro, propietario del negocio Lucky 7 Tattoos.

Sin embargo, los peritos no localizaron droga en el lugar, solo a dos empleados que al preguntarles por el fuerte olor a droga, respondieron que era porque la consumían.

Gutiérrez Corro fue deportado  a Tijuana hace tres años, tras cumplir diez años en una cárcel de Estados Unidos por posesión y venta de droga.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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