Suma Diana Bracho aprendizaje aleccionador con el descubrimiento del papel de su abuelo en la Revolución Mexicana, la integridad que este hereda y la relaciona con Tijuana a través de la aportación cultural de su madre; historias que desea dignificar
Conmovida y agradecida, la primera actriz de teatro, cine y televisión, Diana Bracho Bordes, de 74 años de edad, visitó la entidad en el marco de la celebración del 130 Aniversario de Tijuana, donde fue homenajeada la memoria de su abuelo, Enrique Bordes Mangel, recordado como personaje ilustre de Tijuana, precursor de la Revolución Mexicana y redactor del Plan de San Luis Potosí, en el que se llamó al pueblo mexicano a levantarse en armas en desconocimiento a la reelección de Porfirio Díaz, al mismo tiempo en que Francisco I. Madero asumía la Presidencia de la República.
En tributo a Bordes Mangel, la Sociedad de Historia de Tijuana reconoció en voz del historiador Gabriel Rivera, el papel del abuelo de la protagonista de las telenovelas “Cuna de Lobos”, “Cadenas de Amargura” y “Mi Marido Tiene Familia”, además de filmes como “Las Poquianchis” y obras de teatro como “Las Dos Fridas”, “Entre Pancho Villa y una Mujer Desnuda” y “Un Tranvía Llamado Deseo”, entre otras que marcan el desarrollo de la ex presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, quien descubrió su vínculo con la historia política del país a través de su abuelo materno.
“No me tocó vivir muy cerca de la familia de mi madre, solo tenía la noción de que mi abuelo había sido una persona importante en la política. Tenía ideas vagas, pero descubro que fue un hombre íntegro hasta sus últimos días, que nunca cedió a sus ideales, nunca se vendió”, relató la hija del actor y director mexicano Julio Bracho en entrevista con ZETA.
“Gracias a Gabriel Rivera me acerqué a mi familia materna, a conocer la historia de mi abuelo, e incluso la de mi madre que vivió en Tijuana y aportó a la cultura. Esto es muy fuerte, muy conmovedor y aleccionador. No me quedaba claro el papel de mi madre (Diana Bordes Mangel) en la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana, ella fue bailarina y aportó no solo su cultura, sino vitalidad y alegría. Estoy descubriendo la mitad de mi vida, de dónde vengo, mis orígenes, y además los valores de una ciudad única como Tijuana, llena de personas generosas como Gabriel, que rescata el personaje de mi abuelo para que quede inscrito en la historia de este país; no es posible ignorar públicamente a un ser aleccionador para nuestros políticos”, subrayó la actriz.
Bracho habló del legado de dos familias, la integridad como persona, las artes, la cultura y la revolución misma, herencia que considera un peso aligerador: “De alguna manera, un poco inconsciente, no sé si uno trae genética o históricamente, aprendizajes de personas que fueron importantes en la vida de uno. También del lado de mi padre, una dignidad impresionante, fui educada por Julio Bracho con dignidad, honestidad y pasión por el trabajo, todo eso lo tuvo mi madre y también mi abuelo, entonces imagínate la carga que traigo, muy fuerte. Es un peso aligerador, porque me hace sentir que no estoy tan sola en el mundo”.
Respecto a las inquietudes que le despierta descubrir la historia de su abuelo y cómo transmitir ese conocimiento a otros, Diana Bracho enfatizó no tener ánimos proselitistas ni dar clases de actuación, sino predicar con el ejemplo.
“Espero que mi comportamiento en la vida sea coherente, que mi profesionalismo refleje pasión y total dedicación, porque amo mi trabajo. No tengo ánimo de cambiar el mundo, pero sí de dar el ejemplo en el entorno pequeño en que me muevo: en el teatro, si hago que tres personas del público salgan diferentes a como entraron, si las inquieté emocional o intelectualmente, o de alguna manera, para mí ese es el éxito, poder tocar de esa manera. No tengo aspiraciones de tocar a las masas o cambiar al mundo con mi trabajo porque no es mi forma de ser, simplemente en el entorno en que me muevo. Todo este descubrimiento es una lección de vida que estoy aprendiendo, no tardíamente porque uno nunca deja de aprender, a mi edad, todos los días aprendo algo.
“Me falta tiempo para leer tantas cosas de mi abuelo, para entender de su vida, pero espero ser fiel a estas personas de mis dos familias, personas tan maravillosas y valiosas, y más que nada, ser fiel a ellos, con mi pequeño trabajo, pequeña vida, sobre todo eso; aspirar a que este trabajo histórico que está haciendo Gabriel pueda continuar. Es una tristeza que en nuestro país la cultura, la investigación y la ciencia están en entredicho”, señaló Bracho, quien ha pensado que la historia de su abuelo sería una buena película, contada desde dos aristas: en el exilio y revolucionario, y la de su abuela abandonada con cuatro hijos, luchando por sobrevivir.
Con estudios en Filosofía y Letras, la artista comentó que actualmente está presentando lecturas con el grupo Libros Vivos, mientras decide qué proyectos aceptar en otros rubros de su carrera, “me estoy concentrando a revisar algunos guiones para filmar unas películas, espero hacer otra telenovela como ‘Mi Marido Tiene Familia’, quiero seguir haciendo televisión, ahora mismo estoy buscando un proyecto para teatro junto a un director, pero uno a uno, porque me gusta inyectar toda mi pasión a cada proyecto”, finalizó quien junto a la actriz Marina de Tavira, Iliana Fox y Pedro Meyer, grabó un vídeo para demandar que el Centro Histórico de la delegación de Coyoacán de la Ciudad de México sea decretado Patrimonio Cultural de la Capital, a fin de proteger y conservar los inmuebles como teatros, escuelas, museos, talleres y parques.