“La constitucionalidad de este cambio (ampliación de mandato gubernamental en Baja California de 2 a 5 años) corresponde a los tribunales decidirlo, de lo que no hay ninguna duda es de la inmoralidad que significa este hecho”, expresó a ZETA el analista político Sergio Aguayo.
“Me sorprende y ofende que sea Morena el partido que promete ser diferente el que haya sido el beneficiario y muy probablemente el orquestador de este ejercicio inmoral y muy probablemente ilegal e inconstitucional, eso lo vamos a ver, pero por ahora inmoral, para ampliar de manera ilegítima e inmoral el tiempo que va a estar como gobernador Jaime Bonilla; es inconcebible que un partido que haya prometido la transformación reproduzca los vicios más lamentables del pasado en el cual el Legislativo se convertía en títere del Ejecutivo, en este caso un Ejecutivo todavía no en el cargo pero que fue electo; es decir, todo el espectáculo que está saliendo de Baja California es lamentable por el pasado panista y el futuro morenista”.
Concluyó el Profesor de El Colegio Nacional: “El comportamiento de Bonilla puede representar un desgaste fuerte, un boquete muy grande en la proclamación de Morena de ser los paladines de la moralidad y la ética; el caso Bonilla los deja muy cuestionados porque lo que están demostrando en Baja California es una sed desaforada por el poder que pasa por alto cualquier consideración ética y moral”.