En su visita por el estado de San Luis Potosí, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador compartió que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aún no entregada el estudio de impacto ambiental del aeropuerto de Santa Lucía, horas después medios nacionales comunicaron que este ya estaba disponible desde el pasado 18 de julio y que era posible consultarlo en su página de Transparencia.
El documento completo consta de 907 páginas, también está disponible un resumen ejecutivo de 19 páginas que se centra en las características del proyecto.
La Semarnat concluyó en su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que “el Proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, con base en la información proporcionada por SEDENA y bajo el contexto presentado en el estudio, es viable en materia de riesgo ambiental”.
Prosigue que “las consecuencias potenciales de los eventos evaluados presentan afectaciones mínimas al entorno ambiental, en su mayoría temporales, por lo que el sistema ambiental local tiene la capacidad de recuperar los valores normales en sus componentes ambientales presentes en la etapa de operación del proyecto”.
Previamente a esta conclusión, que da “luz verde” al proyecto de AMLO, la SEMARNAT indicó en su informe que “de los riesgos identificados, se tiene que todos los escenarios simulados obtenidos del análisis de consecuencias indican que las principales afectaciones potenciales ocurrirían en el interior de las instalaciones del AISL (Aeropuerto Internacional Santa Lucía), por lo que no se prevén repercusiones importantes a la población o infraestructura ubicada fuera del límite de propiedad del AISL”.
“En términos generales, en el caso de ocurrencia potencial de los eventos riesgosos analizados (incendio y explosión), las afectaciones al medio son en su mayoría temporales, por lo que el sistema ambiental local, en las condiciones actuales, tiene la capacidad de recuperar los valores normales en sus componentes ambientales”, se añade en el reporte.
De acuerdo al estudio, que fue realizado por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM), la evaluación de riesgos consistió en identificar los accidentes de interés que puedan ocurrir durante la operación del aeropuerto, incluyendo una estimación de la frecuencia con la que puedan ocurrir y una evaluación de sus posibles consecuencias.
En el resumen ejecutivo se comparte que la ejecución del Proyecto generará 38 impactos adversos significativos y 31 impactos benéficos, destacando que “la mayoría de los impactos adversos tienen medidas de mitigación para atenuar, disminuir, prevenir, controlar o compensar el impacto, y que para el caso de los impactos benéficos en la mayoría se tendrán medidas para preservar el mismo”.
De los impactos negativos solo se mencionan dos como principales, destacando como principal la generación de emisiones contaminantes a la atmósfera y el ruido.
“El otro impacto significativo es el uso de aguas del acuífero para la operación del proyecto
se considera como un impacto adverso para los usos que se le podría dar a ese caudal
durante la vida útil del proyecto, poniendo en riesgo el sobreexplotado acuífero para dotar de agua a la población circundante”, se lee en el resumen al respecto del segundo impacto negativo.
Al ser la calidad del aire la que se verá mayormente afectada, en su resumen la SEMARNAT incluye una serie de medidas y acciones para prevenir y atenuar los efectos de esto, entre estas medidas se encuentran: un programa de Mantenimiento de Vehículos y Maquinaria específico del proyecto, humedecer los caminos de acceso de terracería (diario), circulación a baja velocidad (20 km/h máximo) en caminos de terracería, área específica para almacenamiento de residuos no peligrosos, almacén temporal de residuos peligrosos sobre piso de concreto, programa de Manejo de Residuos del proyecto, programa de Reforestación, Rescate y Reubicación de Flora Silvestre del proyecto, trituración de material vegetal producto del desmonte para preparar mulch, campañas de ahuyentamiento de fauna silvestre y reubicación de especímenes de
baja movilidad, programa de Manejo, Protección y Conservación de Fauna Silvestre del proyecto y un programa de vigilancia del proyecto para el manejo ambiental que garantice el pleno cumplimiento de las diferentes medidas de mitigación, preventivas y de
compensación.
