Uno de los factores que obligaron a los campesinos a migrar a las ciudades en Baja California fue por el recorte en el presupuesto al campo ocurrido en 2014 durante la administración de Enrique Peña Nieto, informó el secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en Baja California, Rafael Leyva Pérez.
Explicó que de los 92 mil millones de pesos que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) recibió en 2014, pasó a los 68 mil millones de pesos en la actualidad, por lo que los trabajadores del campo, comenzaron a recibir menos subsidios con los que compraban herramientas y el equipamiento para reparar sus tierras, además de los problemas de corrupción que se dio durante el sexenio pasado, y que benefició a las grandes empresas, explicó el funcionario estatal.
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Agregó que esta situación terminó golpeando a los campesinos de Baja California, a quienes además se les pedían demasiados requisitos para poder optar por estos programas sociales, y que en consecuencia, terminaron migrando a la ciudad en busca de mejores oportunidad, siendo los jóvenes, el principal sector afectado.
Con respecto a las quejas de los jornaleros del poblado de San Quintín, destacó que continuarán en “lucha” por los derechos de los afectados, por lo que, estarán en mesas de trabajo con el gobierno entrante en Baja California, con quienes se espera trabajar en temas como: precios de garantía, mejores condiciones para los trabajadores del campo, desarrollo rural, incluyendo el tema de educación.
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