En el edificio del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4) ubicado en la antigua Carretera Libre Tijuana-Tecate, construyeron un área de dormitorios para los oficiales de la Policía Estatal Preventiva, peeero, pese a tratarse de instalaciones de primer nivel y de seguridad, los administradores decidieron no instalar un sistema de aspersores contra incendios. Aun con la omisión, la Comisión para la Acreditación de Corporaciones de Seguridad Pública (CALEA, por sus siglas en inglés), les otorgó la certificación. Mimados porque Baja California ha liderado los programas de acreditación CALEA en México desde hace ocho años, los funcionarios decidieron pasar por alto la inseguridad a la que están expuestos los policías estatales ante la ausencia de dispositivos contra incendios, lo que por cierto y en este momento, vulnera a los militares enviados por el Gobierno Federal desde febrero para apoyar los trabajos de seguridad y albergados precisamente en el C4.