Katherine Newbury tiene varios problemas y son serios. El programa que conduce en la barra nocturna tiene una década en caída libre, además, sus guionistas son hombres blancos y cuarentones que ya no dan una.
Cuando la protagonista recibe un ultimátum hace lo impensable: decide contratar una mujer que escriba su programa. Y tiene que ser de color.
Así es como Emma Thompson y Molly Patel terminan compartiendo las escenas de esta astuta comedia donde la inglesa tiene una ligera ventaja por su notable experiencia.
Kate es engreída, acartonada, ególatra y controladora. La joven trabaja en una planta química, pero sueña con ser comediante y esta es su gran oportunidad para colarse en la televisión.
Pero la novata de origen hindú funciona suficientemente bien para que los personajes crezcan sobre todo por la ácida comicidad de la maestra Thompson que, entre más exhibe a su personaje, más se pregunta cómo el programa ha durado tanto al aire.
En el fondo esta es otra película del empoderamiento de la mujer, ahora bajo la dirección de Nisha Gunatra, cuya experiencia radica más en la pantalla chica y aquí se nota, aunque para bien.
Aquí hay lugares comunes, sí; momentos que debieron ahorrarse, claro, pero al final se tiene un filme divertido, a veces al estilo de “The Devil Wears Prada” (El diablo viste a la moda), pero sumándole el plus racial para que la comedia termine abordando subtramas que se antojan nuevas.
Para pasar un buen rato “Late Night” es, en definitiva, la mejor opción que hay en cartelera. ***
Punto final.- Como que va haciendo falta otro “Conjuro”.
