El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la imposición de derechos compensatorios de hasta el 74 por ciento a las importaciones de algunos productos de acero originarios de México, alegando que el país subsidió injustamente e ilegalmente a su industria local.
Por ello, “el Departamento de Comercio instruirá a Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU. Para que recolecten depósitos en efectivo de importadores de acero estructural fabricado de China y México”.
Estados Unidos importó estos productos desde México por un valor de aduana de 622.4 millones de dólares.
El Departamento de Comercio estadounidense impuso, también, una cuota compensatoria a las importaciones de esos mismos productos procentes de China, en un rango de entre 30.30 y 177.43 por ciento.
Por el contrario, en la misma investigación, el Departamento de Comercio de EE.UU. determinó no imponer cuotas al acero estructural originario de Canadá.
El pasado 17 de mayo, a casi un año de haber impuesto aranceles del 25 por ciento al acero y del 10 por ciento al aluminio el presidente estadounidense Donald Trump, proclamó la eliminación de dichos gravámenes de la Sección 232 a la importación de productos mexicanos y canadienses.
En reciprocidad, México quitó los aranceles que había establecido como medida de represalia a alrededor de 200 productos estadounidenses, el 5 de junio de 2018. De esta forma, artículos como hierro, acero, manzanas, papas, arándanos, quesos frescos, carne de cerdo y whisky procedentes de EE.UU. quedaron libres de aranceles.
Ese mismo día, Jesús Seade Kuri, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó que en este acuerdo México y Canadá se comprometen a impedir que se utilice su territorio nacional para que el acero chino ingrese a Estados Unidos.
Abundó que México y EE.UU. trabajarían en el diseño de un monitoreo sobre el comportamiento de las exportaciones de acero mexicano a esa nación, con el fin de determinar algún crecimiento abrupto que motivaría consultas comerciales que podrían derivar en una nueva imposición de aranceles.
Para concluir, Seade Kuri aseguró que la eliminación de los gravámenes al acero y al aluminio abre la puerta a la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en los congresos de los tres países, y confió en que esta pueda celebrarse antes de septiembre.
Un día después, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que con la negociación para eliminar los aranceles al acero mexicano por parte de Estados Unidos, también se le dio una “ayudadita” a Canadá.
“Fue un triunfo de los negociadores del Gobierno de México, un triunfo de la diplomacia y de los negociadores del Gobierno de México, es más, hasta le dimos una ayudadita al gobierno de Canadá”, sostuvo el mandatario federal.
Entrevistado afuera de su finca “La Chingada”, en Palenque, Chiapas, aclaró que no ha hablado con su homólogo de Estados Unidos sobre el tema. “Ya se resolvió lo del acero que es lo que nos importaba”, apuntó López Obrador.
El pasado 10 de junio, el presidente mexicano informó que recibió en sus oficinas de Palacio Nacional a Lakshmi N. Mittal, dueño de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas, en Michoacán, quien además es el empresario productor de acero más importante del mundo.
En un video de menos de cinco minutos, el presidente destacó la relevancia de la visita, porque se analiza la posibilidad de que la empresa de Mittlal invierta otros mil millones de dólares en los próximos meses en nuestro país.
El mandatario nacional dijo que la acerera tiene comprometida una inversión de igual monto en el país, de la cual ha ejercido ya 600 millones de dólares y ha generado 8 mil empleos directos y cerca de 50 mil indirectos.