A partir de la sentencia del 17 de julio de 2019, cuando en una Corte de Distrito de Nueva York, Estados Unidos fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años de prisión, solo los abogados podrán ver al narcotraficante, a quien han confinado a una prisión en las rocosas de Colorado, de la cual no saldrá ni a respirar aire fresco. Por 25 años de vida criminal, tráfico de drogas, tortura, asesinatos, lavado de dinero, entre otros delitos, fue juzgado en otro país. En México, ni multa ni sentencias ejemplares
El juez Brian Cogan fue el último en entrar a la Sala 8D de la Corte de Distrito Este de Nueva York en la ciudad de Brooklyn. La sesión que había programado para las nueve de la mañana y que tendría duración de hora y media, comenzó a las 9:22 del miércoles 17 de julio, y antes de una hora, a las 10:10 de la mañana, la sentencia había sido dictada. Una cadena perpetua, más 30 años de cárcel y el pago de una multa de 12 mil 166 millones 704 mil dólares.
Tal cantidad, hace referencia la fiscalía, es la que Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera habría logrado en 25 años de vida criminal trasegando droga de Centroamérica y México a Estados Unidos, vía aérea, marítima, terrestre, y por el subsuelo en los notorios narcotúneles que tanto explotó el capo mexicano.
Uno de los lemas de Nueva York es “La ciudad que nunca duerme”. La tarde del martes 16 y la madrugada del miércoles 17 de julio, eso sucedió en las zonas aledañas a la Corte de Distrito Este de Nueva York con sede en Brooklyn. Desde un día antes, reporteros corresponsales mexicanos y de medios norteamericanos acamparon en la banqueta de la Corte. Al tiempo, policías de la ciudad, alguaciles con canes amaestrados en la detección de explosivos y drogas hicieron lo mismo. Rondaron todos los flancos del edificio federal en resguardo ante la llegada del prisionero más notorio de esa Corte.
Fueron cerrados los accesos a las calles, y el pequeño parque frente al edificio de la Corte fue acordonado. Las áreas comunes, banquetas y calle frontal, también fueron cerradas a la circulación. La revisión policíaca era extrema la madrugada del 17 de julio.
A las 7:30 de la mañana, doce horas después de la vigilia mediática para alcanzar un lugar en la Corte, se abrieron las puertas de la misma. Dentro del complejo federal tampoco se escatimó en seguridad. Por lo menos dos arcos para detectar metales y el despojo de todo aparato electrónico fueron necesarios para acceder a las salas de los juzgadores.
Alguaciles rondando los pasillos en todo momento, policías, oficiales federales guiando a los equipos jurídicos, a los representantes de medios de comunicación y a quienes acudieron a ver por última ocasión al narcotraficante oriundo de Badiraguato, Sinaloa.
Sería la última vez, o al menos eso se espera, que “El Chapo” Guzmán sea visto o escuchado en público en la vida. La pasará confinado en
Condenan a “El Chapo” en EU; en México guardan silencio
Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera, el narcotraficante mexicano más poderoso, peligroso y buscado de las últimas décadas, fue condenado el 17 de julio del 2019 en la Corte del Distrito Este de Nueva York, a una cadena perpetua, más 30 años y el pago de 12 mil 166 millones 191 mil 704 dólares.
Durante el juicio en Estados Unidos, diversos testigos declararon haber colaborado o tener conocimiento de actos de corrupción o sobornos por parte de Guzmán Loera a funcionarios mexicanos, integrantes de las Fuerzas Armadas, un ex secretario de Seguridad y por lo menos dos ex presidentes de México.
En el país azteca, las denuncias de los narcotraficantes no pasaron de una exhibición mediática. El día de la sentencia, la clase política, el entorno policíaco y la esfera gubernamental, guardaron silencio sobre “El Chapo”.
Ni Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación; Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana; o Marcelo Ebrard Casaubón, ministro de Relaciones Exteriores, se pronunciaron sobre la sentencia del capo.
La ex canciller y ahora presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional, Claudia Ruiz Massieu, no señaló nada. Ni el ex titular de Gobernación y ahora coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong. Menos aún habló el ex Presidente, Enrique Peña Nieto, en cuyo gobierno, el 11 de julio de 2015 “El Chapo” se fugó por un túnel que llegaba a su celda del penal de máxima seguridad Altiplano, y de quien Jorge Milton Cifuentes Villa, un mafioso colombiano, aseguró haberle entregado 100 millones de dólares en los últimos meses de 2012, a través de “La Comadre”.
Mientras, en el mismo juicio, Jesús Zambada García “El Rey” declaró que entregó al ex Presidente dos maletas con entre 6 y 8 millones de dólares en 2005 y 2006.
Los ex mandatarios panistas Felipe Calderón y Vicente Fox, este último en cuyo sexenio el capo sinaloense escapó del penal de Puente Grande, Jalisco el 19 de enero de 2001, tampoco emitieron declaración alguna sobre la sentencia impuesta al sinaloense.
Mucho menos expresó algo Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República y quien fue secretario de Seguridad en el sexenio de Fox, cuando Guzmán Loera permaneció prófugo.
Tampoco declaró Ignacio Morales Lechuga, ex procurador general de la República a quien el capo colombiano Jorge Milton Cifuentes Villa supuestamente sobornó, como lo declaró como testigo durante el juicio a “El Chapo”.
El único que habló fue Gabriel Regino García, colaborador de López Obrador en el Gobierno de la Ciudad de México, y a quien “El Rey” Zambada García acusó de haber recibido supuestos sobornos por millones de dólares. El abogado dio entrevistas respecto a la condena del capo sinaloense, y a través de su cuenta en la red social Twitter, explicó en una serie de publicaciones lo que significa una condena de vida en el sistema penal norteamericano. Carlos Álvarez
Foto: Adela Navarro.- Los reporteros acampando desde un día antes del juicio.
una celda de máxima seguridad en la zona rocosa de Colorado, en la prisión ADX Florence.
No verá la luz del día. No verá la luna. No podrá sentir el viento. Estará encerrado y monitoreado las 24 horas de cada día por el resto de su vida.
La sentencia dictada por el juez Cogan, de una cadena perpetua más 30 años y el pago de más de 12.6 mil millones de dólares ha sido ejemplar para el mundo criminal. A ningún capo le han sentado una multa multimillonaria. Ninguno otro había salido en la lista de las personas más ricas del mundo en la revista Forbes, por supuesto. Lo que sí, es el tercer mafioso de origen en el Cártel de Sinaloa en ser sentenciado con cadena perpetua. En su momento, Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo” y Dámaso López Núñez “El Licenciado”, las recibieron. Aunque Guzmán Loera cuenta también con 30 años adicionales de cárcel y 240 meses por lavado de dinero, estos últimos concurrentes con los 30 años.
“El Chapo” alegó tortura. Se refirió al gobierno de Estados Unidos como corrupto, y acusó: “… con todo respeto ha sido una tortura, ha sido lo más inhumano que he pasado en mi vida”.
Pero su llamado a la misericordia no hizo mella en el juez Cogan. Ni en los fiscales que le persiguieron judicialmente y probaron “las atrocidades cometidas” por el narcotraficante mexicano.
En la sala 8D de la Corte de Distrito de Nueva York, del lado derecho del juzgador, once abogados integraron la defensa del capo. Con él al centro ya nada pudieron hacer. Pidieron clemencia, exigieron un nuevo juicio pues acusaron a miembros del Jurado -que ya no se presentó el día de la sentencia- de haber leído información sobre “El Chapo” en los medios de comunicación, lo cual estaba prohibido expresamente por el juez.
Pero los abogados no lo lograron. No habrá otro juicio. Ese día estuvieron citados para escuchar la sentencia punitiva, propuesta por la fiscalía y avalada por el juez Cogan, Justo frente a la mesa de la defensa, otra era ocupada por catorce elementos de distintas
Lo que hundió a “El Chapo”
Conversaciones telefónicas, mensajes de texto, cartas y videograbaciones con colaboradores, subordinados y amantes, además de testimonios de más de 50 testigos, constituyeron la principal evidencia en los casi tres meses de juicio que enfrentó Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera.
Según cálculos de la fiscalía, en 25 años, el sinaloense traficó más de 528 toneladas de cocaína, 423 toneladas de marihuana y 202 toneladas de heroína hacia Estados Unidos.
Grabaciones. Christian Rodríguez, quien fuera jefe de comunicaciones del capo, colaboró con el gobierno estadounidense para interceptar 200 conversaciones telefónicas y mensajes de texto con socios, sicarios, autoridades mexicanas, su esposa Emma Coronel y amantes. Las grabaciones permiten escuchar a “El Chapo” coordinar cargamentos de droga, fijar precios y ordenar ataques contra policías.
“La Chapodiputada”. En junio de 2017, Lucero Guadalupe Sánchez fue detenida en el cruce fronterizo del Aeropuerto de Tijuana con destino a Estados Unidos. La ex diputada panista en Sinaloa, fue acusada de conspiración en narcotráfico y lavado de dinero. Tras declararse culpable, su caso fue trasladado de California a Washington y, durante el juicio, sirvió como uno de los testigos clave. Afirmó haber estado con Guzmán cuando este escapó por un túnel en Mazatlán y haberle ayudado como intermediaria con narcotraficantes.
Infiltrados. La testigo protegida Ana Vélez, referida en el juicio bajo el alias “Avatar”, aseguró haber proporcionado durante años información al Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) sobre “El Chapo” y Alex Cifuentes. La colombiana dio su testimonio el día de la sentencia. Además de ella, Pedro, uno de los gemelos Flores, conocidos narcotraficantes en Chicago, declaró durante el juicio que junto a su hermano Margarito, grabaron conversaciones con el narcotraficante, incluida una en la que discuten el precio de 20 kilos de heroína.
Alex Cifuentes. Durante años, el narcotraficante colombiano fue uno de los aliados más leales al capo, pero en su juicio testificó sobre los detalles de la logística del “Chapo” para el trasiego de droga.
Los sobornos. Cifuentes testificó que hizo entrega de 100 millones de dólares a J.J. Rendón, para que este se los hiciera llegar a Enrique Peña Nieto como Presidente electo. Los abogados de Guzmán Loera aseguraron que el ex Presidente de México, Felipe Calderón, también recibió “cientos de millones de dólares” del Cártel de Sinaloa. Otros funcionarios acusados de recibir dinero del narcotráfico, fueron el General Gilberto Toldano, policías federales, la Interpol y la Procuraduría General de la República.
Jesús “El Rey” Zambada. El hermano de Ismael “El Mayo” Zambada testificó que él llevaba la contabilidad del Cártel de Sinaloa y vendía en 35 mil dólares el kilogramo de cocaína, el cual originalmente compraban en 3 mil dólares en Colombia.
La violencia y los lujos. Armas incrustadas con diamantes y bañadas en oro, jets privados, casas en playas, ranchos y hasta un zoológico, fueron descritos como parte de la vida de lujos de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera. Además, sicarios que trabajaron para él narraron venganzas, torturas y asesinatos ordenados por el líder del Cártel de Sinaloa, en algunos de los cuales participó directamente. Inés García Ramos
fiscalías de Distrito que se unieron para el juicio al narcotraficante.
Buscado para llevarlo ante la justicia en siete estados de la Unión Americana: Texas, Nueva York, California, New Hampshire, Arizona, Illinois y Virginia, las averiguaciones se conjuntaron y dos de los siete estados representaron a la fiscalía: por el Distrito Este de Nueva York, Gina Parlovecchio, Michael Robotti, Patricia Notopoulos e Hiral Mehta. Por el Distrito Sur de Florida, Adam Fels, Andrea Goldbarg y Lynn Kirkpatrick. Además, los oficiales Amanda Liskamm, Anthony Nardozzi, Brett Reynolds y Michael Lang, del Departamento de Justicia Criminal División de Narcóticos.
El propio juez explicaría que en ese juicio se había enterado de los peores horrores en su vida. No habría ni un dejo de consideración para Guzmán Loera.
Por primera vez en el juicio, Guzmán hizo uso de la voz. Llevaba un documento que fue leyendo y una mujer traductora lo relataba al idioma inglés. Primero agradeció a su esposa, a sus hijos, a su familia, por el apoyo que le dieron, y a todas las personas que oraron por él.
Continuó: “Como ustedes saben, las condiciones de confinamiento que he vivido en 30 meses han sido una tortura. Me he visto obligado a beber agua no higiénica, se me ha negado la luz solar, el aire fresco, me duele mi garganta, nariz, cabeza”, dijo para después explicar que el aire que respiraba, le llegaba por un ducto que le resecaba. “para dormir tengo que tapar mis oídos con papel higiénico… a mi esposa hasta el día de hoy no se le ha dado permiso para que me visite, no se me ha permitido abrazar a mis niñas”.
Reclamó haber sido torturado psicológicamente las 24 horas del día, “… con todo respeto ha sido una tortura, ha sido lo más inhumano que me ha pasado en la vida. Treinta meses llenos de tortura, estamos en el Siglo XXI no se deberían ver estos tratos inhumanos”, sin embargo, agradeció a los custodios de la cárcel el buen trato que, aseguró, le ayudó a sobrellevar la tortura.
“Cuando fui extraditado esperaba un juicio justo, donde la justicia fuera ciega y que mi fama no determinara, pero lo que pasó fue lo opuesto”. Refirió el caso de miembros del Jurado que, trascendió, habían visto noticias sobre el juicio y sobre él mismo, y consideró que eso “afectó mi oportunidad de justicia”.
Finalizó:
“Ya que el gobierno de los Estados Unidos me va a mandar a una prisión donde jamás volverán a saber de mí, aprovecho para
Estar en la cárcel de por vida “conmueve”: AMLO
En su conferencia matutina al día siguiente de la condena de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, Andrés Manuel López Obrador abordó una pregunta al respecto, opinando que “estar en la cárcel de por vida, en una cárcel hostil, dura, inhumana, pues sí conmueve”.
El Presidente de la República dijo que su anhelo es “que todos los mexicanos tengamos la posibilidad de ser felices sin incurrir en actos ilícitos, sin exponernos, sin vivir con los riesgos que se corren cuando se actúa al margen de la Ley. Es una vida también ingrata el tener una familia y no poder verla, el andar a salto de mata. A lo mejor eso no es vida y cuando todas estas cosas te suceden, terminan en condenas como esta”.
A diferencia de otros presidentes, AMLO no celebró la condena del narcotraficante ni la consideró una sentencia ejemplar. Tampoco abordó las víctimas que dejaron los enfrentamientos del Cártel de Sinaloa con grupos rivales y el propio gobierno.
Por el contrario, expresó: “Lamento mucho que se den estos casos. Yo no quiero que nadie esté en la cárcel, que nadie esté en un hospital, que nadie sufra. Yo soy un idealista, creo en el amor, la fraternidad, la felicidad. Soy humanista, no le deseo el mal a nadie, no me gusta hacer leña de árbol caído”.
Al abordar el tema de las víctimas, hizo mención de las familias de los delincuentes, quienes a su parecer, pasan “por mucho sufrimiento”. Inés García Ramos
La mujer refirió tener el apoyo del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). De hecho que la última ocasión se enteró que a su departamento en Ciudad de México se dirigía un comando armado con policías federales para matarla por órdenes del “Chapo”, pidió ayuda al FBI y fue rescatada y trasladada a Estados Unidos.
Guzmán Loera no miraba a la testigo. Sus ojos estaban centrados en la figura de su esposa Emma Coronel, a quien había saludado afectivamente a la distancia. Eventualmente miraba en dirección al juez, a cuyo lado derecho se encontraba la víctima invitada a hablar por la fiscalía.
El juez Brian Cogan procedió a confirmar la sentencia por liderar una organización criminal, 26 cargos relacionados con actividades criminales y asesinato, y lavado de dinero. Notificó a la defensa de los catorce días con que cuentan para apelar a la misma. Ellos solicitaron que mientras ese periodo subsista, su defendido no fuese cambiado de prisión, pero quedaría a la responsabilidad y decisión de la Dirección de Prisiones.
En la investigación para el juicio del “Chapo”, participaron agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Oficina de Detención y Deportación (ICE), FBI, Programa de Testigos Protegidos y narcotraficantes ex socios criminales del sinaloense que buscaban una reducción en sus penas. Fue evidenciado por traficar más de un millón de kilogramos de cocaína, marihuana, metanfetamina y heroína a Estados Unidos y contaron con la participación de catorce testigos cooperantes.
Es, dijeron, la investigación más copiosa que se haya realizado, con relación a testimonios, documentos, fotografías, escuchas, intervención del sofisticado sistema de comunicaciones con que se movía el capo que utilizaba barcos de pesca, submarinos, aviones, trenes y narcotúneles -entre otros medios- para traficar la droga.
Además de establecer el uso de la violencia para mantener el control de territorios, y que él dirigía a sus sicarios para secuestrar, interrogar, torturar, desmembrar a miembros de organizaciones criminales rivales, contando con una red de corrupción integrada por oficiales y funcionarios del gobierno para proteger al Cártel de Sinaloa, entre ellos agentes de la entonces Procuraduría General de la República, custodios, altos miembros de las Fuerzas Armadas y funcionarios de elección popular a quienes pagó millones de dólares.
Al finalizar la sesión de sentencia, el fiscal Richard Donoghue expresó: “Nunca más él pondrá veneno en nuestro país, o hará millones mientras vidas inocentes se pierden. No podemos deshacer la violencia, la miseria y la devastación, infringida en incontables individuos y comunidades como resultado de su organización en la venta de toneladas de drogas ilegales durante más de dos décadas; pero podemos asegurar que pasará cada minuto de cada día en prisión. Y que el mismo destino le aguarda a aquellos que tomen su lugar”.
Y un oficial de la DEA arengó: “Esta sentencia muestra al mundo que no importa qué tan protegido o poderoso seas, la DEA se asegurará que enfrentes la justicia”.
Mientras Joaquín Archivaldo Guzmán Loera era trasladado a un lugar seguro del edificio para después ser llevado a prisión, en el que será -de acuerdo a la sentencia- el último día que se haya visto a “El Chapo”.
Momentos clave en la carrera criminal de Guzmán Loera
Décadas de 1970 y 1980. Comienza a trabajar para Miguel Ángel Félix Gallardo y el Cártel de Guadalajara en el trasiego de drogas dentro de México y hacia Estados Unidos.
- Detención de Miguel Ángel Félix Gallardo. “El Chapo” gana autonomía y forma el Cártel de Sinaloa, identificado como “Cártel Guzmán” por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
- Empiezan los asesinatos entre los cárteles De Sinaloa y Arellano Félix para controlar el paso de droga del corredor Baja California-California.
- Homicidio del Arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, por pistoleros del Cártel Arellano Félix, que intentaban asesinar a “El Chapo” en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
- Es detenido en Guatemala y extraditado a México, donde es sentenciado a 20 años de prisión por narcotráfico, asesinato y secuestro.
- Primera acusación formal por narcotráfico, presentada por la Fiscalía del Distrito Sur de California, con sede en San Diego.
- Escapa en un carro de lavandería del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
- El gobierno de Estados Unidos anuncia una recompensa de 5 millones de dólares por información que ayude a su captura.
- Es asesinado su hermano, Arturo “El Pollo” Guzmán, en el penal Altiplano.
- Su hijo, Édgar Guzmán, es acribillado en un tiroteo en Culiacán, Sinaloa.
- La revista Forbes lo nombra, por primera vez, en su lista de multimillonarios.
- Su esposa Emma Coronel da luz a gemelas en un hospital de Los Ángeles, California.
- Se presentan quince nuevos cargos en su contra en las cortes de Brooklyn, Nueva York y Chicago, Illinois.
- El Departamento del Tesoro de EU congela los bienes de sus familiares en ese país.
- En febrero, escapa de un operativo federal por medio de un sistema de túneles conectados a la tubería pluvial desde un complejo residencial en Culiacán, Sinaloa. Días después es capturado en Mazatlán.
- Escapa de la prisión federal Altiplano a través de un túnel.
- Es recapturado en una carretera federal de Los Mochis, Sinaloa, tras escapar por un túnel y luego a bordo de un automóvil, de una residencia donde fuerzas federales irrumpieron y cuyo enfrentamiento dejó cinco personas muertas.
- Es extraditado a Estados Unidos un día antes de la toma de protesta del Presidente Donald Trump.
- Inicia el juicio en la Corte de Brooklyn, Nueva York.
- En febrero, es declarado culpable de diez cargos, y en julio, sentenciado a cadena perpetua más 30 años. Inés García Ramos
Los otros capos tras las rejas en EU
Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera no es el primer narcotraficante mexicano en ser enjuiciado y condenado en Estados Unidos. Aquí algunos de los casos más notorios, entre quienes se encuentran sus aliados y rivales.
Juan García Abrego. El llamado “Barón de Matamoros” fue el primer narcotraficante mexicano en estar en la lista de los diez delincuentes más buscados por el FBI. En 1996, fue detenido en Nuevo León y, ese mismo año, se le extraditó a Estados Unidos, donde fue condenado a once cadenas perpetuas luego de negarse a colaborar con el gobierno estadounidense.
Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”. Fundador y líder del Cártel de los Beltrán Leyva, el cual nació como brazo armado del Cártel de Sinaloa para luego desprenderse e iniciar una lucha con este por el control, principalmente del noreste de México. Fue capturado en 2008 por autoridades federales mexicanas y extraditado a Columbia, Estados Unidos en 2014. Tres años después fue condenado a cadena perpetua y a la entrega de 529 millones de dólares al gobierno norteamericano.
Dámaso López “El Licenciado”. A diferencia de otros narcotraficantes, el integrante del Cártel de Sinaloa recibió una condena a los pocos meses de iniciar su proceso penal en EU. Detenido en mayo de 2017 en México y extraditado a la Unión Americana casi inmediatamente, en julio, fue condenado a cadena perpetua en noviembre de 2018. Quien fuera la mano derecha del “Chapo” se declaró culpable de los cargos por narcotráfico y, tras su sentencia, fungió como uno de los testigos clave de la fiscalía en el juicio contra Guzmán Loera.
Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”. El hijo de Ismael “El Mayo” Zambada fue detenido en 2009 en Ciudad de México y extraditado en 2010. Pese a haberse declarado culpable desde 2013, hasta mayo de 2019 fue condenado a 15 años de prisión y, ya que ha pasado 10 años detenido, se espera salga libre en 2024.
Benjamín Arellano Félix. Capturado en 2002 y extraditado en 2011, actualmente cumple una sentencia de 25 años de prisión.
Francisco Javier Arellano Félix “‘El Tigrillo”. Detenido en 2006 en aguas internacionales por autoridades estadounidenses, no tuvo que esperar a ser extraditado. De cadena perpetua, en 2015 su condena fue cambiada a 23 años de prisión por cooperar como informante del gobierno estadounidense.
Osiel Cárdenas Guillén. Líder del Cártel del Golfo. Fue aprehendido en México en 2003 y extraditado cuatro años después. Purga una condena de 25 años de prisión.
Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”. Sirvió para el Cártel de Sinaloa y la organización de los Beltrán Leyva hasta crear su propia célula. Se le detuvo en 2010 en México y fue extraditado en 2015; recibió una sentencia de 49 años en prisión.
Iván Velázquez Caballero “El Z-50”. Jefe de Los Zetas que terminó rompiendo relaciones con Miguel Ángel Treviño. Capturado en 2012 y extraditado, recibió una condena de 30 años.
Héctor “El Güero” Palma. Fundador del Cártel de Sinaloa, fue aprehendido en México en 1995 y extraditado a Estados Unidos hasta 2007, donde fue sentenciado a 16 años de cárcel por tráfico de cocaína. Sin embargo, en 2016 obtuvo su libertad gracias a su buena conducta, pero al ser deportado a México, fue recapturado y continúa detenido. Inés García Ramos