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martes, octubre 1, 2024
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Se purgan cárteles

José Pérez Vargas “El Piolín” murió entre sospechas y desinformación en el reclusorio de Puente Grande. En la misma semana, su sucesor en el organigrama criminal, Manuel Morales “El Gallero”, fue secuestrado y Edgar Herrera “El Caimán”, su escolta delictivo, baleado, todo en Jalisco. En el CAF atacan a “Los Chayannes”. Autoridades presumen violencia interna

En las últimas semanas, entre los crímenes que se han registrado en Tijuana, las autoridades de investigación han detectado que aparte de las ejecuciones entre narcomenudistas, los cárteles han emprendido una purga en sus células criminales. Están asesinando o privando de la libertad a cabecillas de las mismas, que delinquen para los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG)  y  Arellano Félix (CAF). A los primeros los están atacando en Jalisco y a los segundos en Tijuana.

El quinto mes de 2019 fue particularmente violento para los criminales que delinquen para el CJNG en Tijuana. Preso desde el 19 de enero de 2017, cuando fue capturado en la colonia La Chapalita de Guadalajara, el 15 de mayo de 2019 murió interno en Puente Grande, Jalisco, Juan José Pérez Vargas “El Piolín”. Agentes operativos del penal mencionaron a  ZETA que “lo suicidaron”, sin embargo, el reporte del Servicio Médico Forense (Semefo) indicó como causa de muerte “broncoaspiración alimenticia”.

Semanas antes, el 5 de mayo, este Semanario fue informado de un ataque a balazos en Jalisco. La versión inicial fue que Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gallero”, sucesor del “Piolín”, había sido privado de la libertad en medio de una balacera y desde entonces está desaparecido; en el mismo ataque sería herido “El Caimán”, líder de sicarios en Tijuana.

De acuerdo a la poca información que facilitaron las autoridades jaliscienses, Edgar Alejandro Herrera Pardo “El Zame” y/o “El Caimán”, de 31 años de edad y protagonista de varios homicidios y narcomensajes en Tijuana, fue atendido por autoridades del sector salud, ante las cuales se identificó como Julio Alexander Franco Romo, de 30 años,  con una credencial de elector que le acreditaba como residente del número 79 de la calle Parota, Colonia Santa Fe de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Fue emitida en 2016 con vigencia hasta 2026.

En el caso del cabecilla Manuel Morales, por declaraciones proporcionadas por  operadores del CJNG detenidos, las autoridades presumen se trata de un ajuste interno, “existen versiones de que el hombre se drogaba”. Sus operadores señalaron que se “ondeaba” y “acostumbraba matar a su gente”, saliéndose de control.

Por lo anterior, consideran que con “El Gallero” pudo darse un proceso similar al ocurrido con Arturo Giovanni Gómez Herrera “El Gross”, primer cabecilla de sicarios identificado por las autoridades como operador del CJNG en Tijuana, quien fue acribillado en Guadalajara el 27 de octubre de 2016, después que algunos narcomenudistas de Jalisco advirtieran que “los jefes estaba enojados” porque estaba haciendo un matadero y “jalando marca”.

Acorde con las autoridades, los beneficiados primarios de este reacomodo fueron el resto de los jefes criminales de célula, incluido en el organigrama identificado desde 2015:

Jesús Alfonso Trapero “El Jeshu”. Ex policía municipal, ex integrante del CAF y ex operador de la célula de Alfonso Lira Sotelo “El Atlante” con Sinaloa. Actual cabecilla del CJNG. Tiene dos antecedentes delictivos por robo de auto en la modalidad de posesión.

“El Padrino”. Operador considerado en el organigrama del CJNG desde 2016, pero sigue sin ser identificado físicamente.

Alejandro Estrada “El Lic del  Diablo”. Sin antecedentes delictivos u órdenes en su contra. Responsable de la tramitología legal. Entre sus clientes figuran operadores del CJNG. Era operador delictivos de José Soto “El Tigre” y en algún momento los Lira Sotelo. El 29 de febrero de 2016, su hermano y su escolta fueron asesinados en un estacionamiento de Zona Río en Tijuana, en un atentado dirigido al abogado -versión de las autoridades-, el cual no se ha esclarecido.

Jesús Rafael Yocupicio  “El Cabezón”. Ubicado como cabecilla en los organigramas desde 2015. Un narcomensaje procesado en octubre de 2018 lo señaló como responsable de proporcionar la información que resultó en el asesinato del “Atlante”. Su nombre no ha sido mencionado en capturas recientes.

El homicidio de Alfonso Lira Sotelo -originalmente traficante del Cártel de Sinaloa en Tecate- redujo los problemas del CJNG y empoderó al grupo de cabecillas antes mencionados, ya que al salir de la cárcel en noviembre de 2017, “El Atlante” se enfrentó con el abogado Alejandro Estrada, quien se negó a regresarle algunas propiedades que le habían sido retiradas para evitar que fueran aseguradas por el gobierno. Después de su captura, el 16 de septiembre de 2014 en Zapopan, Jalisco, tampoco le permitieron regresar como líder de célula en el Estado.

“EL CHAYANNE” Y  “EL FLAQUITO”, AMENAZADOS

En el CAF, Gilberto Camacho Valle “El Chayanne” fue responsabilizado de manera extraoficial por los secuestros de comerciantes empresarios durante 2018. Por estos delitos, como parte de las investigaciones,  la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) detuvo y procesó a dos células criminales, y en los expedientes no se consignó la participación de Camacho.

Respecto a los plagios de 2018, una célula criminal fue detenida el 23 de mayo de ese año. Capturaron al ex agente ministerial Sirak Anwar Ramírez Ferrer, Zozy Abad Hernández Escalante, José Adrián Sánchez Nieblas, Leonel Guadalupe Sánchez Nieblas y el menor de edad Edwin Enrique “N”. La carpeta contiene información que indica que los plagiarios están ligados al CAF.

Cinco días antes, el 18 de mayo, sicarios intentaron asesinar a Gilberto Camacho Valle “El Chayanne” cuando salía de una pelea de vale todo, lo balearon sobre el Bulevar Díaz Ordaz de la colonia Hipódromo en la delegación La Mesa, pero salió ileso.

En el lugar, con perforaciones de bala en cuello, torso y pierna izquierda, quedó tendido sobre la acera su medio hermano, Óscar Campillo Valles, quien murió el 23 de mayo en las instalaciones del Hospital del Prado por las heridas recibidas.

La segunda célula de secuestradores del CAF fue detenida en julio del mismo año: Luis Miguel Mendoza López “El Padrino” y Jaime Daniel Martínez Martínez y/o Dominique Pastrana “Joe”, “El G” y “El G1”, hijo de un traficante de la vieja guardia del CAF. De acuerdo a la PGJE, ninguno de ellos aliado con “El Chayanne”.

El 21 de marzo de 2019, en plena Zona del Río, fueron privados de la libertad Jesús Manuel y Marcos Liborio Labra Félix, hijos de quien fuera el contador de los hermanos Arellano, Jesús “Chuy” Labra, De nuevo, las versiones de abogados que participaron en la negociación de la liberación que se dio al día siguiente, refirieron la participación de Gilberto Camacho Valle “El Chayanne”, pero esta vez en supuesta complicidad con José Roque García “El Roque”.

La violencia continuó y, el 28 de abril, Francisco Javier Camacho Valles fue asesinado en un ataque directo en el que no hubo detenidos. El  hermano del “Chayanne” murió en el mercado sobre ruedas de la colonia Nueva Tijuana, donde estaba con su esposa. En este contexto, la vida de Gilberto Camacho sigue amenazada -según reportes de las autoridades- por integrantes de su propio cártel criminal.

Advertido también al interior del CAF, se encuentra Pablo Edwin Huerta Nuño “El Flaquito”, aunque no se ha conocido de operativos criminales públicos en su contra y las fuerzas de seguridad saben que el joven lleva una vida familiar normal en la colonia Hipódromo de Tijuana.

“Cuando su grupo generó muchos muertos, le dijeron que se fuera, que le parara y no ha hecho caso, eso es lo que han dicho algunos detenidos”, comentó un integrante de las Mesas de Pacificación.

Las advertencias para Huerta comenzaron el 29 de enero de 2018, cuando privaron de la libertad y golpearon a un policía ministerial de la Agencia Federal de Investigación Criminal, de la entonces Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía).

“Además, está la versión de un posible acuerdo con el Cártel de Sinaloa, razón por la cual no hubo problemas -el 15 de noviembre de 2018- después que los sinaloenses asesinaron en El Tapanco en

Tijuanense líder de célula de lavado de dinero para el Cártel de Sinaloa se declara culpable

El tijuanense Manuel Reynoso García se declaró culpable de encabezar una red de lavado de dinero que servía al Cártel de Sinaloa y a otras organizaciones criminales, la cual transfirió más de 19 millones de dólares en efectivo desde Estados Unidos a cuentas bancarias de los líderes de los cárteles en México.

En marzo de 2018, la Fiscalía del Distrito Sur de California informó de una investigación desarrollada durante años por agencias federales y locales, en la cual se identificó a 40 integrantes de una red internacional de lavado de dinero que operaba en la región Tijuana-San Diego; Reynoso García lideraba una de estas células, en la que también figuraban los tijuanenses Perla Alejandra Pérez Guirado, Estefanía Plascencia Ponce, Joaquín Ramírez Calva y Gilberto Beltrán Salazar.

El 18 de junio, el hombre de 63 años de edad se declaró culpable de conspiración en lavado de dinero en la Corte Federal de San Diego.

Entre otros detalles, admitió que entre 2014 y 2017, encabezó un sofisticado esquema conformado por cuentas de transferencias denominadas embudo -en las cuales terceros depositaban cuantiosos montos de dinero en efectivo-, empresas de transferencia de dinero sin licencias, empresas fantasma y otras capas de transacciones con el objetivo de no ser rastreables ante el gobierno.

Para lograrlo, reclutaba personas que abrieran cuentas bancarias en el sur de California, principalmente en San Diego. Otros cómplices, ya fuera de lado mexicano o estadounidense, viajaban a varias ciudades de Estados Unidos a recoger cargamentos de dinero en efectivo a partir de 150 mil hasta 600 mil dólares, producto de la venta de droga y otros negocios ilícitos.

Estos integrantes de la red se encargaban de fragmentar los depósitos en pequeñas cantidades a las cuentas de transferencia para que, de estas, el dinero fuera enviado a cuentas bancarias en México. El dinero era retirado de sucursales bancarias en México y recolectado para su entrega a líderes de cárteles como el de Sinaloa.

“Esta investigación se encargó de asegurarse que el Cártel de Sinaloa y otros tengan una manera menos de lavar su dinero sucio”, declaró Robert Brewer, fiscal de Distrito.

Por su parte, Scott Brunner, agente especial del Buró Federal de Investigaciones, consideró que “cerrarle el paso al dinero ilícito para que regrese a los cárteles de la droga, es detener el flujo sanguíneo al corazón de estas empresas criminales principales”.

Reynoso García tiene fijada su audiencia de sentencia para el 16 de septiembre. Si bien el cargo alcanza una pena máxima de 20 años de prisión y una multa de medio millón de dólares, es probable que obtenga una condena menor al haber admitido su culpabilidad.

Rosarito a sus operadores y escoltas Jesús Edgar Ruiz Domínguez y David Leonardo Cárdenas Ramírez”, citó la fuente.

Pese a las amenazas y pugnas internas, de acuerdo a las autoridades, en el CAF el organigrama principal no ha variado porque los asesinatos han sido de operadores, no de mandos.

A la cabeza de la operatividad local se mantiene sin órdenes de aprehensión en su contra, José Luis Escudero Escandón “El Quieto” y/o “El Pelus”. Según Héctor Manuel Gil García “El Kadito”, es cuñado del “Flaquito”. Ahora también le apodan “El Piloto”, mote inicialmente dado a uno de los sobrinos de los hermanos Arellano.

Fotos: Archivo.- Francisco Javier Camacho VallesJosé Javier Milgarejo Fernández

Como operadores continúan también Isaac Ripa Bárcenas “Parri” y/o “Luis”; Roberto Parnás. Carlos Garmiño González “El Karateca”, lugarteniente identificado del CAF capturado y liberado 2016, y la gente de Óscar Adán Rodríguez Guevara. “El Güero Chihuahua”, José Manuel Núñez López “Don Balas”, Mario Rodríguez “El Compa”, Pedro Quintero Velázquez “El Jaguar” y José Roque García. Todos sin órdenes de aprehensión pendientes.

 

SE SIGUEN SUMANDO MUERTOS

El 17 de junio, el cuerpo aún con vida de Luis David Sánchez, de 18 años, fue levantado de la acera por los servicios médicos. Estaba sobre las avenidas José López Portillo y Miguel Alemán Valdez de la colonia Presidentes. Tenía heridas de bala en la cabeza, en el hombro derecho y en la espalda. Su deceso fue declarado en el Hospital General y se convirtió en el muerto número mil de 2019 en Tijuana. El día con más ejecuciones en el mes, miércoles 19 de junio, asesinaron a 14 personas en 24 horas.

Al cierre de esta edición -jueves 20 de junio-, Tijuana acumuló mil 026 homicidios violentos, 142 cometidos en junio, con un promedio de 7.1 asesinatos por día. Las delegaciones con más ejecuciones han sido San Antonio de los Buenos y La Presa.

Más decomisos y violencia en Ensenada

De finales de mayo a la fecha, los decomisos de drogas en Ensenada han incrementado, a la par de la violencia, hasta alcanzar promedio diario de un asesinato durante junio. En lo que va del año se han registrado 97 homicidios dolosos.

Por aire, tierra o mar, tanto las Fuerzas Armadas como autoridades civiles de los tres órdenes han participado en operativos en distintos puntos, arrojando decomisos de marihuana, cristal, fentanilo, cocaína, heroína y amapola.

Los aseguramientos se intensificaron a partir del 21 de mayo, con el descubrimiento de más de mil 700 kilogramos de marihuana y la droga conocida como cristal en el Ejido Uruapan y La Bocana, ambos al sur de Ensenada, en dos acciones diferentes.

El mismo día, la Policía Estatal Preventiva reveló la erradicación de seis plantíos de amapola distribuidos en 2 mil 700 metros cuadrados en la zona de Santo Tomás, al sur del municipio.

Por su parte, el 26 de mayo la Secretaría de Marina incautó otro cargamento de 648 kilos de marihuana, tras atender un reporte sobre una embarcación con fallas en el sistema de propulsión, al Oeste de Salsipuedes.

Tres días después, el 67 Batallón de Infantería descubrió un cargamento de 215 kilogramos de marihuana dentro de un vehículo tipo sedán sobre la carretera federal Ensenada-San Felipe, poblado Valle de la Trinidad.

El 1 de junio, el Ejército decomisó 480 kilogramos de marihuana, armas y cartuchos, en un camino de terracería que conduce al Ejido Ignacio Zaragoza, Delegación Francisco Zarco.

Una semana después, incautó 28 kilogramos de cristal con valor de 7.9 millones de pesos, según cálculo de la Secretaría de la Defensa Nacional durante una revisión en el retén militar de Ojos Negros.

El 11 de junio, la Marina asestó otro golpe al decomisar 79 kilogramos de cocaína transportados en el buque Adrian Schulte, proveniente de Manzanillo, Colima. La embarcación arribó al Muelle 2 de la Terminal Internacional de Ensenada.

El mismo día, autoridades civiles y militares iniciaron el resguardo de un inmueble en San Quintín, donde dos días después se realizó un cateo, hallando 969 planta de marihuana y un invernadero.

El decomiso más reciente ocurrió el lunes 17 de junio en Motel Dubái, ubicado a media cuadra del Bulevar Costero y junto a las caballerizas de Playa Hermosa, donde de nuevo el Ejército aseguró casi dos toneladas de marihuana, 255 kilos de cristal, 1.5 kilos de heroína y 6.5 kilos de fentanilo.

El Ejército ofreció dos versiones de los hechos. En una sostuvo que el operativo derivó de una labor de inteligencia, mientras que en la otra refiere que se atendió un reporte al C4 sobre personas armadas realizando actividades ilícitas.

En el motel se incautaron 727.9 kilogramos de drogas, en tanto que en Playa Hermosa, alrededor de mil 942 kilos de enervantes.

 

DESTRUYEN 31.4 TONELADAS DE MARIHUANA

Alrededor de 31.4 toneladas de plantas de marihuana fueron erradicadas por la Policía Federal, en colaboración con autoridades de Estados Unidos, en dos plantíos que sumaron una superficie de 2.1 hectáreas.

De acuerdo con información oficial, personal arribó al Kilómetro 23+000 de la carretera Mexicali-Tijuana, tramo El Centinela-La Rumorosa, y se internó 53 kilómetros hacia el Suroeste en un camino de terracería.

En el lugar se descubrió un plantío de marihuana de 10 mil metros cuadrados de superficie, con una densidad de dos plantas por metro cuadrado, de dos metros de altura y un peso de 800 gramos por planta. Allí se contabilizaron 20 mil plantas de marihuana, con un peso de 16 toneladas, las cuales fueron incineradas en el sitio.

El segundo plantío fue localizado contiguo al primero, en una extensión de 11 mil metros cuadrados, densidad de dos plantas por metro cuadrado; cada planta medía 1.9 metros de altura, dando un total de 22 mil plantas y un peso aproximado a 15 mil 400 kilogramos.

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