Luis Santana Peña Nájera “El Luisillo” y/o “El Luisito”, fue detenido en La Paz el 14 de junio. Era el delincuente que faltaba por capturar del grupo criminal investigado por cobro de piso por narcomenudeo y desaparición forzada de personas en Guerrero Negro, Vizcaíno, Bahía Tortugas y Santa Rosalía
El último alfil fue desarticulado del grupo Zona Norte, que según la Mesa de Seguridad de Baja California Sur, era un grupo delictivo dedicado al cobro de piso por narcomenudeo y desaparición forzada de personas, teniendo como principales zonas de trabajo: Guerrero Negro, Vizcaíno, Bahía Tortugas, Santa Rosalía, entre otros puntos.
El 14 de junio, a la 1:30 am, Luis Santana Peña Nájera “El Luisillo” y/o “El Luisito” fue detenido en las calles Nevado de Toluca y Santa Ana de la colonia Santa Fe en La Paz.
“Esta captura que se dio el día viernes y está relacionada con uno de los integrantes de grupo delictivo responsable de homicidio calificado, de un hecho acontecido en abril de 2018 entre Loreto y Mulegé, aparte con varias investigaciones por desaparición de personas en la Zona Norte del Estado, estructura a la cual pertenece”, informó Daniel de la Rosa Anaya, procurador general de Justicia del Estado.
Bajo la causa penal J14/2019, fue identificado como sicario y narcomenudista para el grupo Zona Norte, con operaciones directas con Edson Reyes Reyes “El Chucky”, detenido el primero de mayo en Mexicali, Baja California cuando intentaba negociar con grupos criminales; le fue ejecutada orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado con agravante en tortura, al privar de la vida y descuartizar a José Humberto Banda Solís y Marco Antonio Ibarra González, abandonando sus cabezas en el Kilómetro 66 de la carretera Loreto-Santa Rosalía el 7 de abril de 2018.
Además, están vinculados con el jefe de plaza de Santa Rosalía y Mulegé, Héctor Mora García “El Moreno”, detenido en un operativo conjunto entre efectivos de la Secretaría de Marina y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) el 26 de enero de este año, y vinculado a proceso por el homicidio del director de Radio Kashana FM, Rafael Murúa Manríquez, privado de la vida el 20 de enero.
Según De la Rosa Anaya, “El Luisillo” fue capturado mediante un operativo investigación, “se le cumplimentó un mandamiento judicial por el delito de homicidio doloso y está relacionado con diversos eventos de homicidio calificado en perjuicio de las víctimas, pero aparte está relacionado con desapariciones con algunas personas en la Zona Norte de la entidad, que también estamos judicializando”.
Las investigaciones y desde luego la evidencia con que cuentan agentes de inteligencia de la AIC, dan cuenta que el grupo de la Zona Norte es una célula violenta que mantenía control desde Mexicali, Tijuana y Ensenada, Baja California, con indicios en Comondú, Loreto y Mulegé en BCS.
LOS CINCO PILARES DEL NORTE
* Héctor Mora García “El Moreno”, operador de Mulegé Pueblo y Santa Rosalía.
* Pedro Eduardo López Mendoza “El Güerito” o “El Jaiba”, de 21 años y originario de La Paz. Sicario del “Moreno”, fue detenido la madrugada del 31 de enero”.
* Martín Salvatierra Amador “El Martín” y/o “El Picaporte”, oriundo de Santa Rosalía e implicado en la autoría material del homicidio del comunicador Rafael Murúa, a quien disparó en tres ocasiones.
* Edson Reyes Reyes “El Chucky”, “El 04” y/o “El Cuatro de la Baja”. Controlaba Guerrero Negro, San Ignacio y Vizcaíno, con incursión en Mexicali, Tijuana y Ensenada.
* Luis Santana Peña Nájera “El Luisillo” y/o “El Luisito”, de 19 años de edad y nativo de Cosalá, Sinaloa; sicario y narcomenudista del “Chucky”.
“Esa es la estructura de participación de Luis ’’N’, que conjuntamente con otros, ya fueron detenidos y están vinculados a proceso por ese hecho y otros eventos delictivos, como desapariciones”, argumentó el procurador estatal.
Familias denunciaron que estas personas mantenían atemorizados a los ciudadanos, comerciantes, periodistas, agentes de seguridad y la población en general, al ser presas de amenazas y nadie se atrevió a denunciar.
Asimismo, algunos consanguíneos de las víctimas se comunicaron directamente con el procurador Daniel de la Rosa Anaya para informar que gran parte de las fosas clandestinas localizadas en Vizcaíno, Guerrero Negro y Santa Rosalía, entre otras localizadas, son responsabilidad de estos individuos.
Incluso hay un testigo protegido que, a través de una grabación, evidenció que no solo se trata de los ya detenidos, sino de agentes de diversas corporaciones municipales, estatales y federales coludidos con los criminales, lo cual está documentado.
“Tenemos un padrón de incidencia, las denuncias que se nos ha presentado, cuántas hemos resuelto, a quiénes se tiene ya vinculados a proceso por el delito de desaparición; tenemos todo lo relacionado con las fosas que hemos localizado en todo el Estado, particularmente en 2018 y 2019”, complementó De la Rosa Anaya.
LAS VÍCTIMAS DEL GRUPO ZONA NORTE
La detención de los sicarios de la Zona Norte deriva del homicidio doloso con las circunstancias calificativas de cuando el sujeto pasivo se halla inerme y/o el sujeto activo armado o de pie, en este caso tortura. Los dos asesinados fueron los de nombres José Humberto y Víctor Ulises.
De acuerdo a las indagatorias, el Servicio Médico Forense identificó a ambas personas, quienes fueron decapitados y sus restos abandonados a la orilla de la carretera.
* Héctor Humberto Banda Solís, de 21 años y con domicilio en la colonia Colosio de Nogales, Sonora, era guardia de seguridad y estaba siendo investigado por delitos contra la salud. Presuntamente era sicario al servicio de Los Tegoripeños, grupo armado con mayor presencia en Los Cabos.
* Marco Antonio Ibarra González, 48 años, originario de Santa Rosalía. Habitaba en la colonia Ranchería y mantenía la ocupación de mecánico. De acuerdo a los antecedentes criminales contenidos en Plataforma México, tuvo problemas legales por recepción de objetos de procedencia ilícita.
Sus restos fueron abandonados en el Kilómetro 66 de la carretera Loreto- Santa Rosalía sobre una cobija.
“(Los detenidos) Solo son una pequeña parte de lo que hay detrás del grupo criminal, muchas fosas clandestinas que ellos han confesado y por ello se ha logrado localizar. Son muchas personas a las que ellos privaron de su libertad y luego de la vida”, puntualizó un miembro de la Agencia Estatal de Investigación Criminal.
Aún faltan sicarios por detener, personas vinculadas a la organización criminal y sobre todo, una depuración de fuerzas de seguridad, ya que el imputado llegó hasta la Capital sin problema alguno desde la Zona Norte, lo que sugiere, podría haber cuerpos de justicia involucrados.
JUSTICIA PARA “MAX”, A LA VUELTA
Maximino Rodríguez Palacios, reportero de Colectivo Pericú, fue privado de la vida el 14 de abril de 2017, cuando se encontraba en compañía de su esposa en el interior de su vehículo, en el estacionamiento de una plaza comercial de la colonia Ex Pista Aérea.
En ese momento, el comando armado abrió fuego en repetidas ocasiones contra Rodríguez, dándole muerte al instante. Con ello, “Max” se convirtió en el primer comunicador privado de la vida en BCS.
Juan Antonio de la Peña González “El Teoría”, Sergio Asunción Sedano “El Gastón”, Luis “El Hueso” y Jesús José Burrola “El Guayabo” y/o “El Güerito”, fueron encontrados culpables del homicidio a principios de junio y, el viernes 14, se dictó sentencia a los cuatro agresores: 18 años y nueve meses de prisión.
“La PGJE obtuvo del Tribunal de Enjuiciamiento, del Partido Judicial de La Paz y por decisión unánime, sentencia condenatoria de 18 años y nueve meses de prisión, el pago mancomunado de 405 mil pesos, por reparación del daño, por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación y ventaja”, reveló la institución.
Las investigaciones arrojan que los cuatro individuos obedecieron instrucciones de Daniel “N”, presunto líder de la célula delictiva al servicio del Cártel de Sinaloa conocido como “El Colores”.
“De las indagatorias de la trilogía de la investigación se desprende que el autor intelectual de este hecho está detenido, identificado como Daniel ‘N’, de 35 años, originario del Estado de Sonora y relacionado en otras carpetas de investigación por el homicidio de dos agentes de la PGJE”. Hasta el momento no se han brindado mayores informes.
Miguel Ángel Castro Romo y Luis Alberto González Corrales se desempeñaban como agentes de la Policía Ministerial del Estado hasta ser privados de la vida el 21 de febrero de 2017 en San José del Cabo.
Los sicarios detenidos están involucrados en estos dos eventos, además de que las armas utilizadas, a su vez están relacionadas -según identificación de huella balística- en el evento ocurrido el 4 de marzo del mismo año, cuando dieron muerte al Comandante “Cuervo 23” de la Policía Estatal, Salvador Díaz Moreno.