El boxeador Andy Ruiz se convirtió en el primer campeón de raíces mexicanas de peso completo en la historia del deporte de los puños.
El mexicoamericano, con récord de 33-1 y 22 KO, superó por nocaut en el séptimo round al británico Anthony Joshua el sábado 1 de junio en el Madison Square Garden de Nueva York.
Con este sorpresivo triunfo, el nativo del Valle Imperial en California, hijo de padres mexicanos, se adjudicó los títulos de la Asociación Mundial (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Ruiz ofreció su mejor actuación en su carrera a pesar que salió como víctima ante Joshua, quien hasta ese momento tenía en sus manos los tres cinturones.
Originalmente, Ruiz no estaba programado para subir al ring ante el inglés, pero debido a que el retador oficial, Jarrell Miller, dio positivo en pruebas de dopaje, el mexicoamericano entró al quite, dando una de las sorpresas más grandes de los últimos años dentro del Boxeo.
Andy, de 29 años de edad, inició su carrera amateur desde la adolescencia, representando a Baja California bajo las órdenes del entrenador cubano Fernando Ferrer dentro de la Olimpiada Nacional, donde subió a lo más alto de pódium obteniendo medalla de oro en cuatro ocasiones consecutivas (2005-2008).
Incluso estuvo cerca de acudir a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, pero no logró clasificarse en las eliminatorias previas. En esa generación figuraban algunos peleadores que posteriormente se convirtieron en campeones mundiales: Óscar Valdez, Carlos Cuadras y Jessie Vargas.
Tras no lograr su boleto, Ruiz decidió internarse al Boxeo de paga. Su debut profesional lo hizo a los 19 años en la Monumental Plaza de Toros de Playas de Tijuana, derrotando a Miguel Ramírez, a quien noqueó en el mismo primer episodio. Luego tuvo dos presentaciones en Mexicali y su carrera tomó rumbo hacia Estados Unidos.
En 2016 le llegó la oportunidad de disputar un título ante Joseph Parker en Nueva Zelanda por el título pesado de la OMB, pero no tuvo fortuna. Tres años más tarde el destino lo pone de nueva cuenta en la lucha por ser monarca y, aunque no era favorecido ni siquiera en las apuestas, terminó sorprendiendo al mundo entero.
“Es una bendición, tengo que pellizcarme para saber que esto es una realidad. Nadie me podrá quitar eso, soy el primer mexicano en ser campeón mundial de peso pesado. Si nos hubiéramos ido a la decisión, creo que no me la hubieran dado, así que tenía que pelear duro, dejar todo lo que tenía en el ring para lograr la victoria por nocaut”, comentó.
Andy dedicó el campeonato a su madre, a quien envió un emotivo mensaje:
“Mamá, te amo, nuestras vidas van a cambiar, no padeceremos más, gracias a Dios, todo pasa por una razón”.
El futuro para Andy Ruiz es promisorio, deberá aprovechar al máximo esta segunda oportunidad porque pronto tendrá que defender sus cinturones, incluso podría enfrentar nuevamente a Joshua en una gran revancha. Pero la historia ya fue escrita.