Ya pasamos el circo y maroma de la posible aplicación de aranceles contra México por el caos migratorio.
Recordamos que eso inició hace medio año al cierre de la gestión del Señor Peña Nieto que ya no le importó hacer nada cuando, como ZETA lo reportó y publicó fotográficamente, fueron organismos agitadores que incitaron una primera caravana hacia México de hermanos centroamericanos, engañados de entrar fácil a E.U.
Peor, los lacayos populistas del señor López Obrador le mal aconsejaron a su recién gobierno a subsidiarles autobuses y dineros, inflándoles expectativas a esa pobre gente, trayéndoselas hasta acá a Tijuana. Hicieron agigantar la bola de nieve al alebrestar a más grupos de caravanas engañadas y picándole la cola al león, Estados Unidos.
Al arrojárnoslos a Tijuana a fin de cuentas nos estrujaron los recursos asistenciales al límite. Ya medio año después el Señor Trump finalmente harto se decidió advertir a México que nos castigaría aplicando aranceles. El peso se deslizó y entonces sí, los del Señor López Obrador brincaron.
Se le acabó lo charlatanes a los fantoches, que según no hay forma de restringir el paso descontrolado de personas por nuestro país, y quedándose sin pretextos fueron a doblegarse al zarpazo indignado de E.U. y parchar los daños. Y ahora sí; uno, pondrán la flamante Guardia Nacional a retener a las caravanas; dos, van a tener que dejar que nos arrojen acá de regreso a la frontera a miles más de esos migrantes; tres, tendrá que elevar los gastos deficitarios por tener que darles asistencia social, de salubridad, etcétera, y cuarto, acá, además de los bajacalifornianos, se les dará empleo (lo cual a su vez deprimirá los sueldos). Ni esperar, ya que les dejen de subsidiar las tortas, sodas y camiones.
Como acostumbran los dinosaurios políticos, convocaron a un típico acto patriotero masivo en Tijuana, dizque por dignidad, en el que Ebrard no pudo esconder que no se les creyó lo que pretendieron alegar y quedando aún latente la amenaza de tarifas. Tan advertido quedó el presidente que ahora en vez de salir agrediendo a los fifís, prensa, etcétera, salió al revés, muy amoroso por reconciliar a todas las clases sociales y hasta dándole gracias a al Señor Trump. Qué pena, el patrioterismo es contrario a ser patriotas sinceros.
Como coincidencia, ZETA acaba de publicar que desde los años 80 el Señor Blancornelas, asesorado de un ingeniero, calcularon un gentómetro de afluencia o aforo de gentes que puedan reunirse en la calle Segunda y que esta ocasión con todo y “acareados” no hubo tanta muchedumbre entusiasta.
Si de verdad aprendió la lección, López Obrador deberá sentar cabeza sin populismos. Pero lo peor y sorpresivo fue una reportera de una de las cadenas televisivas nacionales, quien por ignorancia (o tendenciosa falsedad) afirmó que los tijuanenses le dijeron que no sentimos mayor inconveniente o trastorno por la llegada de los grupos centroamericanos. ¿Que qué?, los tijuanenses sostenemos y respetamos a la libertad de prensa, pero hemos dicho con voz firme que nos están perjudicando al usarnos de tiradero humano.
Tal inmerecida imagen de falso color de rosa es inaceptable. Los del D.F., deben decir la verdad en lugar de que con mítines populistas pretendan dorar la píldora de esta manera ruin. Pienso que lo hacen para abrir brecha y cuando nos arrojan a centroamericanos dese E.U., pretenderán así taparse de pagar apoyo o peor, en poco caso lo nulo que entiende el gobierno del Señor López Obrador de cómo nos seguirá afectando en la frontera.
No pongamos falsas esperanzas en los políticos del D.F., que les valemos sorbete al usarnos de tiradero. Este “acuerdo” es un tapón de la bola de nieve de caravanas migrantes que esos políticos populistas han provocado desde allá, según por solidaridad, a tantos tristes migrantes y deportados, y que pasándose de hipócritas pretenden vernos las caras y echárnoslos a Tijuana y toda la frontera (donde les tendremos caridad cristiana).
Ya que dicen que no afectan, llévenselos, manténgalos, denles trabajo en su populista chilangotlán.
Atentamente,
José Luis Haupl Gómez
Tijuana, B.C.
