Cuatro derrotas consecutivas en el puerto y la pérdida del gobierno estatal, han dejado con pocos espacios públicos a los panistas. En el caso de Ensenada, solamente la diputación federal de Lizbeth Mata y dos regidurías, las de Brenda Valenzuela y Miguel Barretos, los representarán. Donde ahora se concentran varios azules es en las dirigencias local y estatal del blanquiazul, que se renovarán a finales de octubre, dependiendo de las fechas que establezcan las convocatorias. Por un lado, están los liderazgos tradicionales, a quienes se acusa de la mala racha del PAN y pretenden conservar ese coto de poder colocando a uno de sus incondicionales, ya sea Ángela Zepeda, Iván Nolasco o algún otro personaje afín. Por otro lado, están los jóvenes que ya no quieren depender de quienes durante años han ostentado los puestos y cargos altos por designación o representación popular. En ese abanico de posibilidades suenan Eloísa Talavera, Fernando Ribeiro, Álvaro Ortiz y el doctor Javier Meza. Veremos si los llamados “de siempre” mantienen las riendas del partido, o los que vienen atrás logran emanciparse e imprimirle una nueva dinámica al partido.