La vida comunitaria para que sea exitosa debe estar debidamente normada, o sea, para que una comunidad se desarrolle, debe estar regida por un conjunto de normas y reglamentos, de lo contrario, aparece la anarquía, el desorden y se detiene el desarrollo económico y social de una comunidad.
Hemos notado que hay funcionarios que no le dan importancia al conocimiento y actualización del sistema jurídico del país, consideran que la aplicación de un sistema jurídico es tarea secundaria cuando las leyes deben ser la base estructural de la vida en sociedad, al igual que el sistema económico, financiero, político, etc.
La sociedad, siguiendo la corriente estructuralista de la pensadora Marta Harnecker, sigue un orden y ese orden en cuanto a lo jurídico, fija cómo debe marchar un sistema administrativo, económico, etc.
Mientras más preciso sea el orden jurídico, menos posibilidad hay de que se consagre una tiranía.
Las democracias tienen como instrumento para garantizar la libertad, un orden jurídico y mientras más amplio sea este, menos posibilidad habrá de que los individuos disfruten de un aparato llamado Estado y sirve al hombre en la medida que permite la autorrealización de este.
Democracia, libertad, orden jurídico, desarrollo económico, se conjugan con una sola finalidad, la formación de un instrumento que es la sociedad y que sirve para garantizar el bienestar y la libertad de los individuos.
Arnoldo Castilla es abogado y catedrático de la UABC.