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miércoles, febrero 21, 2024
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Nuestra Madre Tierra peligra

A propósito del Día Internacional de la Madre Tierra, un grupo de ombudsperon nos dimos cita en la UABC, Campus Ensenada, en pasados días. Conscientes de la necesidad de reforzar el papel que las defensorías de derechos humanos hacen en la defensa del derecho al medio ambiente sano para el bienestar decidimos dar continuidad a la propuesta planteada ante el Consejo Rector de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson con respecto a la creación de una Red Temática que planteara un programa puntual de trabajo.

La Asamblea General de la ONU en su resolución A/RES/63/278 designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra con diversos objetivos como el de alcanzar el equilibrio entre las necesidades económicas, las sociales y las ambientales de las generaciones presentes y futuras, y el de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra.


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En 1992 más de 178 países firmaron la Agenda 21 y una serie de Declaraciones y compromisos como la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Después, en el 2005 se declaró 2008 como el Año Internacional del Planeta Tierra.

En 2012 se celebró en Río la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, en donde los Estados Parte de la ONU iniciaron el proceso para establecer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Agenda 2030, entendiendo que cambio climático es la de la gran amenaza para el desarrollo sostenible en todo el mundo y atenta contra la vida de las generaciones futuras.

Otros tratados, leyes y plataformas también existen con planteamientos similares como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París que intentan fomentar la cooperación internacional en materia de educación, formación, participación pública y acceso a la información sobre el cambio climático, o la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente que define al ambiente como: “El conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo determinados”.


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Sin embargo, en el ejercicio de diálogo e intercambio con la academia en Baja California los resultados y conclusiones se asemejaron a las logradas en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Que es necesario forjar un nuevo sistema que recupere la armonía entre la naturaleza y los seres humanos y que se base en el equilibrio, la solidaridad, la equidad, y la justicia, así como la conciencia colectiva, respeto a la diversidad y espiritualidad.

Para lograr la ansiada armonía con la naturaleza debemos volver al origen, recuperar y revalorar los conocimientos, tecnologías ancestrales y sistemas locales de producción locales, apostar por la equidad entre seres humanos, entre comunidades, entre naciones y el medio ambiente.

En la reunión en la que tuve la oportunidad de ser anfitriona en mi calidad de ombudsperson de Baja California, participaron mis homólogos de Paraguay, promotor de la Red en Iberoamérica, de Guanajuato, Puebla, Durango, además de Nayarit, quien pertenece a una comunidad indígena y que con su cosmovisión cuidó de que no olvidáramos que no somos separados de la Madre Tierra, que estamos unidos y unidas a ella y si ella muere la humanidad también lo hará, por lo que vale la pena recordar que ahora está enferma a causa de los abusos, la sobre explotación y las negligencias de una humanidad que  ha comprado la idea de que el consumo excesivo lleva a la felicidad, como nos apuntaba el ombudsperson de Río Cuarto, Argentina al concluir su intervención sancionando el hecho de que hayamos perdido el rumbo pensando que tener es más importante que ser.

Algunos otros importantes asuntos dejaron abierto el debate, entre estos, lo que pudiese representar la construcción del anunciado tren maya para la salud de la Pachamama. Por eso y más, seguiré insistiendo en el tema en futuras emisiones en este mismo espacio.

Asumir que somos hijos e hijas de la misma madre nos obliga a entendernos como parte de la misma familia mundial y fortalece la cultura de derechos humanos.

 

Melba Adriana Olvera es Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California. Correo: melbaadriana@hotmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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