En completo abandono por su familia, así fue como vivió los últimos meses de vida el menor Carlos Salas Vega, quien perdió la vida en un taxi de ruta mientras viajaba de alguna colonia de Playas de Rosarito hacia Tijuana.
A las dos de la tarde del 11 de mayo, autoridades atendieron el reporte de un menor de edad que presentaba complicaciones de salud mientras viajaba a bordo de una unidad de transporte público que cubría la ruta Playas de Rosarito – Tijuana, antes de llegar al área de la 5 y 10 de esta ciudad.
Los paramédicos de Cruz Roja que arribaron al lugar sobre el bulevar Libramiento Rosas Magallón a la altura del Parque Industrial Pacífico, revisaron al menor, pero éste ya no contaba con signos vitales.
También notificaron a las autoridades que el pequeño, quien alcanzó la edad de 2 años con 8 meses, presentaba huellas de violencia dado a que le fueron identificados varios golpes en el cuerpo.
El Subprocurador de Justicia de Zona Costa, Jorge Álvarez, confirmó que el menor fue víctima de violencia y la causa de su fallecimientos fueron las afectaciones causadas por dos golpes en específico, uno en el pecho y otro más en el estómago, las investigaciones sobre el caso continúan en proceso.
Al respecto de denuncias anteriormente presentadas que pudieron alertar a las autoridades sobre este caso, dijo que no se encontró ningún antecedente al respecto.
Lo que sí pudieron constatar con los escasos datos a los que han tenido acceso, es que el menor sufrió abandono por parte de su madre cuando un par de meses atrás lo dejó al cuidado de un adulto mayor –que pudiera no tener parentesco con el niño- con domicilio en el municipio de Playas de Rosarito, del padre biológico se supo que falleció hace aproximadamente un año.
Añadió que al momento de su fallecimiento, el pequeño Carlos se encontraba en compañía de otro menor, un joven de 17 años de edad, quien actualmente se encuentra en resguardo en un albergue del DIF mientras se determina si también se encuentra en riesgo su integridad o es responsable de las lesiones que provocaron la muerte del bebé.
Debido a que las declaraciones del joven de 17 años no han sido consistentes, las autoridades no han podido determinar el motivo por el cual ambos abordaron la unidad de transporte público ese sábado, tampoco han podido obtener los datos del domicilio pues el joven dice no recordar donde vivían, aunque sí compartió que también fue sometido a malos tratos por parte del adulto mayor que reconoce como su abuelo.
Por su parte el DIF Estatal compartió, que en efecto, no se hallaron antecedentes de denuncias o reportes al respecto de este caso, e invitan a la ciudadanía a colaborar con las autoridades para reportar cualquier situación que vulnera la integridad de menores de edad, ya que esto puede salvar la vida de las víctimas.
