Acaricia la pequeña
“lamparilla” de cristal
buscando que salga un “genio”
y sus deseos le cumpla
como ocurre en “Aladino”
según le contó su abuela.
La vida no es un cuento
de lámparas milagrosas
ni de genios encantados,
triunfa quien pone su empeño
levantándose temprano
para estudiar y trabajar.
Aparecen ilusiones
brindando motivación
cuando es incierto el camino
y con la mirada fija
en la meta deseada
los sueños se van logrando.
Ayudan los profesores
con sabiduría infinita
y con ejemplo de vida,
sus consejos y lecciones
quedarán en la memoria
como un valioso tesoro.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California