Con las actuaciones de Fernanda Castillo y Arcelia Ramírez, la obra basada en el texto del dramaturgo Pascal Rambert cuya historia se vuelve una zona de guerra minada por los reproches y recuerdos de la infancia, se presentará hoy viernes 17 de mayo en el Teatro del CECUT
“Dos hermanas de sangre que hace tiempo no cruzaban palabra alguna se encuentran después de la muerte de su madre, el reencuentro será una batalla encarnizada en el territorio de la memoria”, es parte de la sinopsis de la puesta en escena “Hermanas”, que se presentará en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT) hoy viernes 17 de mayo en dos funciones, 7:00 y 9:30 pm.
Con las actuaciones de Fernanda Castillo y Arcelia Ramírez, la historia se vuelve una zona de guerra minada por los reproches y recuerdos de la infancia de estas.
Bajo la dirección de Hugo Arrevillaga y la dramaturgia de Pascal Rambert, “Hermanas” es una obra que busca poner al espectador frente a un espejo y verse reflejado en algún punto de su vida en esas batallas familiares que a veces terminan en odio, resentimientos y ofensas.
En entrevista con ZETA, ambas actrices hablaron de la historia, de lo que representa en sus respectivas carreras y de su satisfacción con el trabajo que realizan en el escenario.
— ¿Cómo ha sido trabajar en este proyecto?
“Ha sido un reto violento, difícil y maravilloso; un viaje que empezamos y la verdad que para mí ha sido un reto enorme y un sueño trabajar tanto con Hugo Arrevillaga, nuestro director, como con Arcelia Ramírez, entonces me siento muy honrada. Siempre he dicho que es probablemente el proyecto más difícil y más retador de mi carrera, me siento muy agradecida de regresar al teatro después de dos años y de hacerlo con estas personas tan enormes, con estos artistas a los que admiro tanto”, expresó Fernanda Castillo.
— Dices que es un proyecto difícil y retador, ¿en qué sentido?
“Es una obra compleja, intensa, donde se necesita profundizar para que no solo quede en el aspecto externo de dos hermanas que se enfrentan a la muerte de alguna manera, sino que también logre conectar con el público desde la idea de estas hermanas que somos todos, porque si no podemos entender la empatía, la misericordia y el amor en un lazo fraternal, entonces qué podemos esperar de cómo reaccionamos al mundo con la gente que no es nuestra sangre. Se necesita de una profundidad y una intensidad como actriz y una concentración como actriz bárbara, entonces es un texto muy complejo, pero muy rico en matices y quiero estar a la altura”.
Las actrices Fernanda y Arcelia
— En el momento que decides participar en “Hermanas”, ¿imaginabas lo que te iba a suceder, entrar en esa catarsis e ir comprendiendo el entorno en el que viven sus protagonistas?
“La verdad tanto el trabajo de Arcelia durante tantos años en teatro y el trabajo de Hugo siempre le dan una profundidad que me ha tocado; siempre digo que una obra de Hugo es la obra que más me han tocado en la vida, entonces me imaginaba que me iban a guiar para rondar esas profundidades y esa intensidad, pero nunca a este grado y ni que iba a ser tan difícil el proceso en el sentido de que no quiero quedarme atrás, quiero dar lo mejor de mí como artista y la verdad que es un reto grande. Todavía no puedo cantar victoria, todavía siento que estoy en el proceso de crecer como actriz, pero sin duda agradezco la oportunidad y espero que la gente esté contenta con el trabajo que estamos realizando”.
— ¿Qué podrías compartir sobre tu personaje?
“Mi personaje se llama como yo, Fernanda, es la hermana menor de Arcelia, que es crítica literaria, tiene esta confrontación con su hermana desde muy joven, prácticamente desde que apareció en el mundo, es una mujer que ha vivido con la competencia de su hermana mayor, que no se siente que ha sido avalada, sobre todo por el padre en una familia de intelectuales, de padres como muy críticos con sus hijas, y esta mujer ha crecido sintiendo que tiene que defenderse todo el tiempo tanto de su hermana como de su padre. Viene a confrontar a su hermana, la muerte de la madre es la bomba que explota y hace que estas dos hermanas vengan, y desde el punto de vista de Fernanda, Arcelia no le avisó que la madre muere, entonces, no tiene oportunidad de despedirse de ella y hay una confrontación violenta e intensa, donde estas mujeres hablan de lo que han tenido guardado durante treinta y tantos años”.
— Es un texto intenso y real de un entorno que se da en muchas familias…
“La gente que la ha visto sale muy golpeada, haciendo conciencia de estas heridas que vamos cargando con la familia muchas veces y que no se hablan, que supuestamente no están bien y no las aceptan en general en público; estas peleas entre hermanos y familiares, estos rencores que uno va guardando durante mucho tiempo, y creo que el poco público que la ha visto (apenas se estrenó ayer jueves 16 de mayo en Mexicali) se va muy cimbrado de la función”.
— ¿Cuál es el mensaje de “Hermanas”?
“No hay un mensaje claro, es lo que el público sienta, te puedo decir una cosas pero ese espectador viene y no le pega por ahí, pero creo que es una obra que habla de la confrontación dentro de la propia sangre que nos hace conscientes del lugar que tenemos en el mundo, son dos mujeres que vienen a buscar legitimidad y en esta búsqueda de legitimidad en su propia familia se descubren como seres humanos, y sobre todo esta sensación de que si no podemos tener empatía dentro de nuestra sangre, qué tipo de seres humanos iremos a ser con los demás, con la sociedad y como ciudadanos del mundo”.
Una historia cruda y muy real
Por su parte, Arcelia Ramírez dio detalles de su personaje y analizó el texto de Pscal Rambert.
“Soy la hermana mayor de esta familia, este texto de Pascal Rambert es de esos que son como cebollas, que hay una capa y luego otra y otra, es un texto que explora las relaciones entre los padres, todo este núcleo primero y fundador de las relaciones entre los seres humanos con sus hermanos, es ahí donde aprendemos a relacionarnos, a amar, a odiar, a sentir celos, envidias; todas estas pasiones humanas, bajas y altas y todas las gamas y los grises de las emociones. Soy la hermana mayor y es un personaje que se debate con todas las emociones que ha sentido desde la infancia con la llegada de su hermana menor, y de cómo se estableció desde el principio una relación compleja, donde creo que ayudada por sus padres, está en la confrontación permanente, en el resentimiento, en los celos, en la envidia, en la competencia. Todo eso evoluciona de manera muy violenta hasta que llega un momento que es un combate a muerte donde es ella o yo, es brutal, es una obra que habla de todo esto y también de otras cosas, pero fundamentalmente explora estas relaciones brutales”.
— Un texto que invita a la reflexión, donde seguramente despejas dudas, pero también te deja muchas preguntas…
“Hay muchos puntos en los que el espectador se puede identificar, es un gran texto y esperamos que haya una catarsis, una reflexión, una empatía”.
— ¿Podríamos decir que la palabra hermana significa amor, familia, pero también ese dolor y resentimiento que puede traer consecuencias fatales, según el texto de Rambert?
“De pronto las malas relaciones ahogan lo sublime de un vínculo tan magnifico como es la hermandad, no hay nada más hermoso en esta vida que tener a alguien con quien compartir, dividir las responsabilidades, el aprendizaje y el cariño que se establece, que es enorme, entonces todo eso se puede perturbar muchísimo con una mala relación”.
— ¿Qué sucede cuando te metes en la piel de Arcelia, la hermana mayor?
“Es una cosa muy fuerte, muy poderosa, este recorrido es intensísimo. Ya lo verán, pero sí es una gama muy amplia de emociones y de colores”.
— ¿Qué te deja este trabajo como actriz?
“Estamos empezando, lo que estoy vislumbrando es mucho placer artístico, mucho crecimiento, mucho gozo, mucho aprendizaje, y esperemos que el público comparta con nosotros todos los contenidos humanos que ofrece esta obra”, finalizó.
