Con el objetivo de salvar vidas y mejorar la calidad de la misma, la unión de voluntades y el fortalecimiento tecnológico ha permitido que la Unidad Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital Juan María de Salvatierra en Baja California Sur, proporcione tratamientos oportunos contra el cáncer a niños y adolescentes del Estado.
Durante los últimos seis años, menores desde el día uno y hasta los 17 años y 11 meses con algún diagnóstico de cáncer han tenido la oportunidad de llevar un tratamiento sin la necesidad de salir del estado, como regularmente, por desgracia, tenían que hacerlo.
Actualmente, esta unidad se encuentra en tercer lugar de sobre vida a nivel nacional tras tener más del 70 por ciento de casos de éxito.
“En estos años hemos logrado una sobrevida superior al 70 por ciento, lo que nos coloca en tercer lugar a nivel nacional en sobrevida a cinco años, esto por los resultados positivos que hemos tenido siendo que somos la unidad más joven de todo el país. Esto sin duda es gracias a todos, al gobierno, al personal, a la sociedad y a todos quienes contribuyen a salvar la vida de los niños”, comentó el médico Eduardo Altamirano, Jefe de la Unidad Hemato-Oncología Pediátrica.
Los antecedentes señalan que a lo largo de los seis años que han estado en operaciones, la unidad ha brindado atención a cien niños y adolescentes que han sido diagnosticados con algún tipo de cáncer infantil.
Y aunque más del 50 por ciento de ellos han culminado un tratamiento exitoso, existe un porcentaje importante de ellos que no ha terminado la lucha.
“Desde que se abrió la unidad han sido alrededor de cien casos, algunos del Seguro Social, del ISSSTE y otros de aquí del Centro de Salud, lo importante es que ninguno de los pacientes ha tenido que abandonar el estado y desde luego, muchos de ellos ya están haciendo su vida normal, pero también hay que mencionar que hay quienes no consiguieron salir adelante”, señaló el doctor Eduardo Altamirano.
La leucemia, los tumores cerebrales y los linfomas son los tres tipos de cáncer infantil más comunes en Baja California Sur.
Antonio Castro a sus 16 años fue diagnosticado con linfoma no hodgkin en su pecho, éste del tamaño de su propio corazón.
“Fue un poco complicado detectar mi padecimiento porque al principio no te das cuenta de cómo va siendo invasivo, al principio yo comencé con sudoraciones en la noche, se me dificultaba un poco para respirar al acostarme, contracturas en espalda por lo que mi mamá un día decidió hacerme una radiografía de manera aleatoria nada más para ver si tenía algo en el pecho y vieron que tenía un linfoma y fue entonces que inicié mi tratamiento”, comentó Antonio Castro Gómez.
Como parte de su tratamiento en la Unidad Hemato- Oncología Antonio recibió quimioterapias y radioterapias y aunque el proceso fue complicado, hoy que se encuentra sano reconoce que sí hubo ocasiones en las que se preguntó ¿Por qué a mí?
“Al principio yo decía la verdad porque a mí me sucedió esto, pero ya cuando ves a los niños que realmente están recibiendo una quimioterapia más fuerte que la tuya y que los ves alegres y jugar con algún juguete, o platicar con sus amiguitos para ellos es lo máximo y no hay nada mejor para ellos pues la verdad es que tú también tratas de sacar lo mejor de ti, sonreír y buscar lo mejor”, expresó el menor.
Actualmente dentro de esta unidad, hasta el mes de mayo se encuentran 28 pacientes activos, quienes están recibiendo su tratamiento y están en revisión, como el caso de Antonio.
De acuerdo a la información recabada, un tratamiento completo de cáncer puede llevar hasta tres años más cinco años de revisión y sus costos pueden variar entre uno y dos millones de pesos.