Lupita Nyong’o es la razón principal por la cual esta mezcla de terror y thriller funciona bajo la audaz dirección de Jordan Peele, cuyo doble mérito es también haber hecho el guion.
Mejor conocido primero como comediante y luego por su ópera prima “Get out” –que estuvo nominada en la reciente edición del Óscar- Peele apuesta de nuevo a esta mezcla de géneros con un significado igualmente profundo que recuerda aquella frase de Maquiavelo: “Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”.
Así es la familia Wilson, integrada por el papá, Gabe (Winston Duke); la mamá, Adelaide (Lupita Nyong’o) y sus niños, Zora (Shahadi Wright Joseph) y Jason (Evan Alex), el más pequeño.
Al inicio vemos a este grupo disfrutando su casa de verano en la playa de Santa Cruz, California, un lugar que, pese a su belleza, representa para Adelaide el origen de malos recuerdos; pues fue ahí cuando, de niña, encontró en una casa llena de espejos, a una chica igualita a ella. Y eso es todo lo que sabemos.
Ya en el presente, el descanso parece ir bien para los Wilson hasta que una noche encuentran afuera de su vivienda una familia con expresiones muy perturbadoras y siempre con tijeras en mano.
La pregunta se impone: ¿son ellos mismos? Pero cómo puede ser, uno se pregunta mientras sufre la creciente tensión derivada de una dirección a propósito lenta en donde es inevitable estar siempre a la espera del horror en cada escena.
Claro está que Peele es un hombre de ideas y un realizador sumamente ambicioso que parece decir más de lo que expone en la gran pantalla con personajes envueltos en contextos perturbadores, producto, ahora sí, de la descomposición social que, en este caso, padecen los estadounidenses.
Por supuesto, a fin de cuentas el tema es universal y por eso la película destaca aun cuando en su ambición desmedida deja cabos sueltos aquí y allá, apenas sopesados por una actuación convincente, poderosa y perfecta de Nyong’o en un doble papel que francamente da pavor.
Con un buen elenco de respaldo, el resultado es muy satisfactorio y el filme termina siendo un título a recordar para este primer trimestre de 2019. *** y media.
Punto final.- Olviden “Wonder Park”. De verdad…