Juzticia
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Ya entrados en la cultura electoral, muy necesaria para razonar el voto que emitiremos en su oportunidad, debemos saber que los partidos, en primer término, enfocan sus esfuerzos en ganar las elecciones mediante los medios que su capacidad, creatividad y valor les permiten, dándole mayor importancia a ganar las elecciones que llevar a la práctica un buen gobierno.
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Lo anterior es lamentable para la ciudadanía, puesto que, precisamente el voto que se emite es con el objeto de tener un buen gobierno, siendo pertinente señalar que un buen gobierno se refiere a todos los grupos, estratos o niveles que integran la sociedad, por ello es una realidad que cualquier ganador de elecciones con marcada línea de izquierda o de derecha haga un buen gobierno.
También debe señalarse que la popularidad de un candidato no necesariamente presume la capacidad de gobernar, y viceversa, no porque el candidato no sea popular necesariamente carezca de capacidad para gobernar.
El ciudadano tiene que analizar el perfil y antecedentes de cada candidato porque incluso algunos son candidatos “eclécticos” cuyo perfil media entre la izquierda y la derecha, otros más, muchos, se ubican en el tipo de “Parasusanto”.
Es importante que tengan experiencia, buenos antecedentes y capacidad administrativa, no siempre los líderes populares que defienden causas colectivas, tienen la capacidad de administrar y la imparcialidad en la función, eventualmente algunos se fanatizan y radicalizan de tal manera que hacen suyas frases como “Todos los trabajadores son flojos” o “Todos los patrones son explotadores”.
Un elemento importante también es que el candidato tenga escuela, si es posible Licenciatura y hasta posgrado, pero también sus actividades debe desarrollarlas en congruencia con sus conocimientos y la ética, frecuentemente nos hemos topado con funcionarios con doctorado cuya preparación académica les ha servido para acceder al poder y dar rienda suelta a sus tendencias delincuenciales.
La personalidad de los candidatos es fundamental ya en el ejercicio del poder, la prudencia y el respeto son indispensables, no deben caber los impulsivos, los bravucones, fanfarrones, deben tener plena conciencia que al asumir al cargo que aspiraron, ya no se representan así mismos sino a la población en general, ya sea un municipio, una entidad federativa o a todo el país.
El perfil de cualquiera, pero principalmente el de los candidatos debe analizarse no solamente en función de su apariencia física y de sus documentos académicos o de trabajo, sino también de su entorno, de sus amigos, de sus compañeros, de sus clientes, de su familia, de sus vecinos, de tal manera que podamos detectar con objetividad por qué tipo de candidatos vamos a votar, teniendo el riesgo, al omitir un análisis mediano, toparnos con algún, vividor, defraudador, demagogo que con poder se convierten en un verdadero peligro.
Frecuentemente los candidatos se hacen publicidad con obras públicas o servicios sociales, sin embargo la mayoría de esas obras o servicios, sino es que todas, fueron subsidiadas o cubiertas con los impuestos del ciudadano común y además se realizaron como parte de la función que hayan desempeñado en algún puesto público.
La cultura de la legalidad, tratándose de elecciones, abarca tanto a las autoridades como a los partidos y a los votantes por lo que, debe cuidarse que el derecho a votar se emita con libertad plena, por lo cual, debe evitarse caer en el voto por presión o por compra, aspecto en el cual se requieren dos, el partido y el votante.
Apenas se iniciará en Baja California la campaña local para elegir gobernador, Presidentes Municipales, Regidores, Diputados locales y sin embargo, en general los que contenderán por los diversos puestos son producto de una disputa interna de pronósticos reservados para el resultado final, por lo que los ciudadanos debemos estar atentos y revisar dos y tres veces el perfil de cada candidato y entonces, estar en actitud de emitir nuestro voto con el que coincidamos en proyecto colectivo, en el entendido de que ningún candidato es perfecto y de que sus planes de trabajo en la realidad solo se cumplirán parcialmente.
El Licenciado Gerardo Dávila ejerce su profesión en Tijuana, B.C.
Correo: lic_g_davila@hotmail.com
