Este martes 9 de abril se cumplió con la audiencia inicial contra José Adrián Mar Hernández (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP) por el debido proceso penal del delito de homicidio calificado que se le imputa.
Cabe destacar que el día de ayer, 8 de abril, se intentó llevar a cabo esta audiencia, sin embargo el imputado fue presentado en un aparente estado de inconciencia, por lo que la Jueza de Control ordenó la suspensión de la acción para que fuera sometido a una valoración médica.
Este martes la Jueza informó que el resultado de dicha valoración fue que José Adrián se encontraba en las condiciones óptimas para presenciar su proceso, aunque su Abogada Defensora solicitó que en lo que se lleva a cabo la siguiente audiencia sea objeto de un monitoreo constante de su salud física y mental, por tratarse de una persona de la tercera edad.
El hecho por el que se inició este proceso es el asesinato de Jorge Luis Villalobos, de 33 años de edad, yerno y aparente socio de negocios de José Adrián, suscitado el pasado sábado 6 de abril afuera de la Notaria 14 en Playas de Tijuana.
De acuerdo al testimonio principal que se leyó en esta audiencia, Villalobos recibió dos disparos por parte de su suegro, uno en el auricular izquierdo y otro en la cara lateral izquierda del cuello, siendo la segunda lesión la que provocó su muerte.
La detención del imputado se calificó como legal dentro de una sala llena de familiares de la víctima, así como de su propia hija y viuda de Villalobos, que en esta ocasión tomó su lugar a lado del agente del Ministerio Público que lleva el caso.
José Adrián se reservó el derecho a declarar y solicitó que su audiencia de vinculación fuera en un plazo de 144 horas, es decir, el próximo 12 de abril por la tarde.
Tras concluir la audiencia, la joven viuda se puso en pie con intención de acercarse a su padre pero el agente del Ministerio Público la detuvo, por lo que terminó por gritarle “¿por qué lo hiciste?” para después comenzar a sollozar y salir de la sala acompañada por la familia del hoy finado.
Por su parte José Adrián ya no asistió en silla de ruedas, se mantuvo con la vista hacia un costado y vestía las ropas color naranja que portan los reos que permanecen en prisión preventiva en los Ceresos y no se inmutó cuando su hija le dirigió la palabra.
