Salvador Díaz, presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), advirtió que de continuar con el cierre de dos carriles de la garita de carga, el siguiente efecto negativo de la medida sería la pérdida de empleos y la inversión de empresas extranjeras.
“Si se sigue el rezago en la transportación de las mercancías, el exceso de inventarios en la industria traerá consigo la disminución de horas en producción, y obviamente eso podría traer recortes” afirmó el empresario.
Además, del lado estadounidense se registra el retraso de los procesos productivos, sobre todo de las empresas que necesitan materia prima que se produce en México, o bien, productos ya terminados, lo que representa una pérdida para los sectores productivos de ambos lados de la frontera.
“Esto es de ambos lados, tanto en Estados Unidos como en México, a todos nos está pegando, por decisiones de no querer invertir los gobiernos, en elementos para facilitar la exportación”, detalló.
Con lo anterior se refiere a la propuesta que hicieron hace 3 años empresarios miembros de AIMO, para habilitar carriles exclusivos para los transportes de carga y aligerar el tráfico en la zona industrial de Otay, de haberlo hecho en ese momento los retrasos actuales en la aduana no alterarían el flujo vehicular como se ha registrado en las últimas semanas.
Filas de hasta 6 horas
Las largas filas continúan en el bulevar Bellas Artes y Terán Terán, a causa del cierre de dos carriles de la garita de carga en Otay Mesa, por lo que los chóferes se van preparados con comida y agua, porque saben que no tendrán oportunidad de ir a comer, por estar esperando a que la fila avance.
“El lunes hice 6 horas, el miércoles hice 7, ahorita hay menos fila, pero ya llevo media hora, y de aquí en lo que cruzo, yo creo que unas 4 horas. Ya vengo preparado con mi lonche, mis sodas y mi agua”, dijo César Peralta, quien transportaba rines hasta Los Ángeles, en California.
Si no alcanzaba a cruzar la frontera antes de las 14:00 horas del martes, comentó a Semanario ZETA, no podría llegar a tiempo a su destino, significando una pérdida ya que tendría que abandonar la fila, dejar la caja en su empresa, y regresar al día siguiente más temprano, si se puede, para hacer fila desde la madrugada.
Por otro lado José Vázquez, otro chófer, compartió que desde hace unos días se ha agilizado el cruce a través de la “fast lane”, pues en algún momento llegó a hacer hasta 4 horas, y desde el martes 22 de abril, hace 2 horas y media, aproximadamente.
“Lo más que he hecho por el “fast” son como 4 horas, 4 o 5 horas, y por el normal los compañeros han dicho que han esperado hasta 13 horas, pero ahora sí ha mejorado poquito”, añadió.
Empresas estadounidenses también serán afectadas
Octavio de la Torre de Stéffano, vicepresidente de Síndicos de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), señaló, a través de un comunicado, que de no normalizarse el tráfico, existe el riesgo de que las empresas en estados fronterizos busquen invertir en otros lugares.
“De acuerdo al Buró de Estadísticas del Transporte de Estados Unidos (BTS), el 71.2 % de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se traslada por camiones de carga, es por ello que las empresas de ambos lados de la frontera están siendo afectadas, pues las mercancías que salen de ciudades fronterizas están siendo entregadas con retrasos en ciudades norteamericanas”, mencionó en el texto.