“Yo pondría a trabajar a esta Policía Estatal Preventiva, pero bajo una lupa”
“BC no debe ser ruta del tráfico de drogas, y los gobiernos lo han estado permitiendo”
“La corrupción en Baja California es espantosa”
“Si queda el PAN van a continuar las cosas así como están”
“Todo mundo sabemos de la gente que rodea al señor Bonilla”
“La marca Morena a nadie garantiza tener un buen gobernante”
“Enrique Acosta, yo creo que ni siquiera tiene claro lo que es un Gobierno del Estado”
“Vivimos un gobierno medio fascistoide, el del señor ‘Kiko’ Vega”
Ignacio “Nacho” Anaya es contador público y abogado, Colecciona Corvettes “que no valen mucho”, dice, además tiene una gran compilación de libros y, al parecer, se está haciendo una de candidaturas.
Su nombre quedó en la historia de la ciudad porque fue el primer tijuanense en 2010 que ascendió el monte Everest, por cierto, en donde perdió 4 dedos del pie por el congelamiento.
Desde hace años, el también alpinista, ha entrado a la política, primero como aspirante a candidato independiente en donde no logró el apoyo ciudadano, luego, en 2018, como candidato al Senado de la República por el Partido Ecologista de México, en donde solo obtuvo el 3.1 por ciento de los votos y en este año es el abanderado del Partido de Baja California.
Aquí la entrevista con el candidato a gobernador de uno de los partidos más chicos en el Estado, quien dice y repite ganará la elección.
— Hace unos días Usted anunció que denunciará penalmente por el multimillonario crédito por más de 12 mil 500 millones de pesos que los diputados del PAN y algunos del PRI aprobaron al gobernador, ¿cuál será la ruta para seguir?
“Tengo que abrir las puertas a la transparencia y decir con quiénes se endeudó el Estado, quiénes forman esas Asociaciones Público Privadas (APP) y quiénes son realmente los beneficiarios”
— ¿Los va a denunciar vía procuraduría?
“No. Cuando yo llegue a gobierno, si hay los elementos para presentar o integrar averiguaciones, a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado se tienen que hacer. Lo que yo sé hasta este momento es que se endeudó al Estado de manera escandalosa”.
— Con esta carga de endeudamiento, calculamos que la siguiente administración deberá pagar 400 millones de pesos al mes solo en esta deudas, ¿qué posibilidades hay de que la nueva administración pueda echar a andar políticas públicas en Baja California?
“Hay una deuda que no se debió haber contraído. Qué tiene que hacerse aquí: reestructurar las finanzas. Hay dinero en Baja California, pero pésimamente administrado. Revisar con mucha severidad el presupuesto, nada más en la Oficina del Ejecutivo se gastan más de 120 millones de pesos al año, es una cosa exagerada”
— El gobernador afirma que el déficit financiero en el Estado es por responsabilidad del Gobierno Federal, que se debe a que se aportaba gran parte del presupuesto en educación. ¿Usted qué opina al respecto?
“El gobernador ha mantenido ese discurso desde que es gobierno, si bien es cierto que el 50 por ciento se va a la Secretaría de Educación, eso no significa que se vaya para Educación. Estamos gastando en sostener ese aparato burocrático. Echamos la culpa a los maestros, pero la culpa es que no existe un proyecto educativo modelo en Baja California. Utilizar la educación como pretexto para decir que todo se gasta en educación, cuando los resultados son malos, es un gran insulto para el pueblo de Baja California”.
— ¿Cómo rescataría las finanzas de Baja California? ¿Recurriría a un rescate financiero por parte del Gobierno Federal? Dice Usted que hay dinero, ¿de dónde? ¿Cómo sanear la administración pública?
“Número uno: hay que disminuir evidentemente en época de crisis el gasto público. Número dos: revisar esas deudas, hay que renegociarlas, si no hay manera de dejar de pagarlas, pues hay que renegociarlas. Tres: hay que incentivar al empresario, al inversionista, para que invierta en Baja California y genere impuestos esa inversión y podamos recuperarnos. Y cuatro: hay que platicar con el Gobierno Federal, de alguna manera nos tiene abandonados; se lleva más de lo que se recauda aquí y dice que los ingresos por las aduanas le corresponden a él; pues ahí los podemos tocar”
—Tijuana tiene cifra récord de asesinatos, ¿qué haría para combatir esa parte, específicamente esa parte?
“Yo pondría a trabajar a esta Policía Estatal Preventiva, pero bajo una lupa, porque mucho se sabe de los excesos que comete. Sin embargo, los homicidas o los asesinatos no van a terminar si no enfrentamos con entereza, seriedad y voluntad, el problema del tráfico de drogas. Si estuviera en mis manos -cosa que está muy complicada- yo desviaría esa ruta a otra parte, que se hagan bolas en otro lugar, pero aquí Baja California no debe ser ruta del tráfico de drogas, y los gobiernos lo han estado permitiendo por muchos motivos, no sé cuáles, pero lo han estado permitiendo”
“Antes la droga se iba a Estados Unidos, está bien, así sucedía, pero ahora se queda aquí. Ahora tenemos gente que se droga aquí de hace muchos años, y eso nos genera el pleito constante por la droga, y eso nos genera muerte, problemas”
“El gobierno se está haciendo el disimulado, ni siquiera nos dice ni reconoce el problema, no tenemos los datos de cuánta drogadicción hay aquí en Baja California y va en aumento, y eso genera una descomposición social tremenda. De la noche a la mañana no se van a acabar los homicidios, pero sí se puede establecer un plan serio para ir contrarrestando ese fenómeno”
— En el tema del periodo de la gubernatura, ¿considera que dos años son suficientes para una administración?
“Son suficientes si se hacen las cosas bien. En dos años se pueden hacer muchas cosas y sentar las bases para que la próxima administración retome lo que se siembre en estos dos años, porque este gobierno no nos está dejando nada, nos está dejando campos minados: deuda, inseguridad, problemas financieros, etcétera”.
— ¿Cómo combatir la corrupción en el gobierno?, de llegar a la administración pública estatal, ¿investigaría a Francisco Vega y su gabinete por actos de corrupción?
“Tenemos que ser muy severos con todos los servidores públicos en el tema del gobierno, pero también tenemos que ser muy severos con los ciudadanos que impulsen, permitan, toleren o participen en actos de corrupción”.
“La corrupción en Baja California es espantosa. Las licitaciones que tienen, todo tiene que ver con proveer recursos materiales al gobierno, por parte del gobierno, a particulares. Son actos de corrupción los precios inflados, los clásicos moches, las dádivas por favorecer a ciertas o algunas empresas: todo eso es corrupción. La peor de todas es la torpeza en la toma de decisiones.
— ¿Y sí investigaría al gobernador?
“Naturalmente. Si hay elementos para investigarlo, pues que se le investigue. Empezamos por eso, al haber endeudado al Estado de manera tan escandalosa”.
— ¿Cuál es su plan para desarrollo social? ¿Cuáles los proyectos a emprender?
“No comulgo con el obsequiar o regalar dádivas a las personas para mitigar sus penas, yo comulgo con generar oportunidades para que las propias personas puedan, por sí, obtener un ingreso. El gobierno no puede estar regalando dinero nada más para estar manteniendo a las personas en ese estado de marginación en que se encuentran. Hay que llevar dinero, pero para desarrollar las áreas marginadas, para establecer escuelas donde está la verdadera necesidad; pero no decirle a la gente ‘ven por tu dinerito para que tú te mantengas’”.
“Desarrollo Social no debe convertirse también, por supuesto, en un instrumento para generar políticas partidistas o a favor de un gobierno, y si vemos las secretarías de Desarrollo Social o municipal, ¡para eso han servido los últimos años! Para generar simpatías, complacencias de quienes son los titulares de ahí, y después promoverse en cargos públicos”.
— ¿Tiene en mente alguna obra de infraestructura que requiera el Estado? ¿Cómo y con cuánto la haría?
“Aquí en Tijuana hay una necesidad escandalosa de infraestructura en materia de vialidades, pero también de enfrentar un problema muy grande que tenemos, de un exceso de vehículos que circulan, ¿qué necesitamos?, un transporte eficiente que mueva a las personas. Solo en los países pobres nos movemos todos en el carro; en las ciudades ricas se mueven en tranvías, en teleféricos, en monorrieles. Vivimos atrasados con los taxis, las calafias; es una cosa espantosa el transporte público en Tijuana, de manera directa. Más toda la deficiencia que tenemos en las vías, en las calles que están hechas pedazos. Tampoco tenemos orden, aquí circulan todos los camiones a la hora que quieran y por donde quieran, es una anarquía en la que vivimos”.
— ¿Cómo resolver la crisis en los hospitales de Baja California, en el sector salud?
“Hay que tener un diagnóstico real, de la falta de atención. Tenemos por un lado el servicio público federal, el Seguro Social, por otro lado, el estatal, y luego por otro lado tenemos una Cruz Roja que medio funciona, hay que hacer un diagnóstico en todo eso, una propuesta seria de materia de salud. A partir de ese diagnóstico establecer una política pública seria para atender las necesidades de salud, lo que sí es cierto que en las periferias de las ciudades está totalmente desatendida la gente”.
— ¿Entonces en este momento no tiene una propuesta específica para ese tema, va a llegar y va a verlo con las personas que lo conocen, con las personas que están en el sector?
“Lo primero que tiene que hacerse es respetarse lo que tenemos, hacer eficiente lo que ya tenemos. Tenemos presupuesto en el sector salud, tenemos hospitales, tenemos fallas y tiene mucho que ver con el tema que origina los problemas de Baja California es la pésima administración de los recursos, hay muchos vicios y eso es lo que tenemos que empezar a corregir. No es que esté mal el sector salud, sino que los vicios que imperan, las fugas que hay ahí, la indolencia de muchos, se relajan las cosas y crecen los problemas. Es un tema de orden, de autoridad, de ser enérgicos como gobierno. Un gobierno tiene que ser enérgico cuando hay un gran problema, tiene que ser tolerante cuando una circunstancia social lo exige. Pero este gobierno es tolerante con ellos mismos y muy exigentes con ciertos sectores cuando no les gusta. Vivimos un gobierno medio fascistoide, ¿eh?, el gobierno del señor ‘Kiko’ Vega”.
— ¿San Felipe y San Quintín deben ser municipios?
“Bajo la siguiente premisa sí, yo creo que las decisiones en las comunidades se tienen que tomar ahí. San Felipe tiene su propia problemática igual que San Quintín, pero a San Felipe lo ha estado ahogando este gobierno, lo tiene prácticamente abandonado. Ha disminuido el turismo, hay una carretera que ya tienen, pero no se utiliza, no hay atractivo; el turismo extranjero disminuye, incluso el turismo local o estatal. Entonces se tiene que permitir que tengan sus propios órganos internos, su propio cabildo para que vaya tomando sus propias decisiones. Por supuesto no se trata de gastar más. Un San Felipe fuerte con su propio municipio con la gente que sabe que se elija de manera democráticamente, pues honestamente ellos tienen la solución a sus problemas”.
“En el tema de San Quintín soy partidario bajo esa premisa de que se municipalice, y que ellos decidan. Luego la legislación estatal o la constitución estatal tenemos un absurdo, quienes menos participan, relativamente en la municipalización son los involucrados, todo mundo opina, menos los involucrados, los primeros que tienen que opinar son los habitantes de San Felipe, igual en el caso de San Quintín”.
— A su parecer, ¿el peor escenario para el Estado es que el PAN se mantenga en el poder o que Morena logre la alternancia?
“Creo que si queda el PAN van a continuar las cosas así como están, poquito menos quizá. Yo creo que Óscar Vega es un hombre bien intencionado, pero finalmente es un hombre del sistema y van a continuar las cosas así más o menos durante dos años, en espera de a ver qué pasa en el siguiente periodo. Si llegara Morena, que tiene amplias probabilidades según las encuestas que así lo señalan, pues derivado de mucha de la gente que anda con él, la verdad a mí sí me preocuparía el Estado de Baja California, creo que vamos a entrar en una situación poco deseable, empezando por algunas de las gentes, incluso ex gobernadores que andan con él, de una de las etapas más oscuras de Baja California”.
— ¿Por qué tiene miedo a decir nombres?
“No tengo que decirlo, todo mundo sabe”.
—Pero, ¿a quiénes se refiere? Igual no quiso decir a quién propondría en Educación y aquí está hablando de personas con títulos o cargos, ¿por qué no decir los nombres?
“Bueno, te voy a dar un nombre para Educación, Gustavo Fernández, tiene un modelo de escuela excelente, donde desde que son muy pequeños implementó un programa para que los jóvenes o los niños vayan viendo las posibles cualidades que tienen, me parece un modelo excelente que le ha funcionado muy bien. Me gustaría para secretario de Educación. Lo que platicamos es una realidad, todo mundo sabemos de la gente que rodea al señor Bonilla, yo creo que sí saben”.
— Y fuera de ellos dos, ¿cree en algún otro candidato que sea peor? ¿A quién considera el peor candidato a gobernador en estos momentos?
“Bonilla. Hay que entender que la marca Morena a nadie garantiza tener un buen gobernante. Coincido con mucho de lo que ha hecho el Presidente López Obrador, creo que es un hombre valiente, persistente, aunque en algunas cosas se pueda haber equivocado, nadie es perfecto; pero el que lleve uno la marca Morena y con eso nos garantice que nos va a dar una Baja California distinta…”
“Hablando de nombres, Martínez Veloz no me queda muy claro hacia dónde iría, es así medio romántico, aventurero, sin restarle méritos que debe tener, por supuesto. Y Enrique Acosta, yo creo que él ni siquiera tiene claro lo que es un Gobierno del Estado. Yo lo conocí cuando él era diputado, y no me parecía que tuviera talla de estadista. ¿Y quién se me escapa? Héctor Osuna también ha sido parte del sistema, ha entrado y salido, ha estado también en algunos partidos, es un hombre que ya fue presidente municipal, se dice que fue uno de los mejores y yo no creo que haya sido así, su proyecto de ciudad urbana no se concretó por temas financieros, pero al menos tenía clara esa parte y creo que todavía la tiene. Para estar en gobierno no se necesita ser un sabelotodo, lo que se necesita es sentido común y el gobierno de Baja California tiene políticas erráticas, y vamos dando tumbos porque no hay sentido común, porque hay mucha frivolidad”.
Responda las primeras palabras que vengan a su mente.
–Usted es contador, abogado, alpinista, y ahora qué…
“Ciudadano”.
— ¿Sabe lo que quiere?
“¿Me preguntas si yo sé lo que quiero? Siempre lo he sabido”.
— ¿A qué va al monte?
“A vivir”.
— ¿Tiene alguna adicción?
“La lectura”.
— ¿Ser candidato es adictivo?
“No”.
— ¿Le gusta llamar la atención?
“No”.
— ¿Dónde vive?
“En Tijuana”.
— ¿En qué colonia?
“Cumbres de Juárez”.
— ¿Cuánto dinero tiene en el banco?
“En este momento, en el banco en efectivo y disponible, yo creo que tengo unos 150 mil pesos”.
— ¿Cuántos carros tiene y qué modelos son?
“Tengo dos vehículos, 1991 marca Corvette, casi casi de colección, no valen mucho, tengo otro 98 de marca Corvette, tengo un pick-up modelo 2007, una motocicleta modelo 2013, una Toyota 4 Runner 2006. Bueno, hace tres semanas me robaron un pick-up 1995 y un Mustang 2010 que utiliza mi hijo”.
— ¿Y dónde los guarda?
“En la casa de ustedes, están abiertas las casas de mi casa cuando ustedes gusten, ¿eh?”.
— ¿Qué otra cosa colecciona?
“Libros”.
— ¿Usted también cree que los migrantes centroamericanos son un peligro?
“Dependiendo la actitud con la que lleguen y el trato que les demos”.
— Cuando fue juez municipal ¿nunca aceptó un billetito?
“Jamás, ni me ofrecieron”.
— ¿Se sigue sintiendo juez?
“No, renuncié al cargo en 2006 porque no me gustaba cómo se estaba manejando la administración”.
— Si pudiera obsequiar tres órdenes de aprehensión, ¿a quién se las daría?
“A Bonilla, probablemente a ‘Kiko’ Vega otra, y una tercera… híjole, me pones a pensar, hay tanta gente por ahí, la vamos a dejar pendiente”.
— ¿Quién va a ganar esta elección?
“Espero que gane la decisión mayoritaria de la gente”.
— ¿Quién sería? Usted diga.
“Esperemos que ganemos nosotros”.
—En 2018 Usted tuvo el 3.9% de los votos.
“Sí, un poquito más del 3%”.
— Le pregunto de nuevo, ¿quién va a ganar esta elección?
“Nosotros”.
—Si el PBC logra su registro, ¿algo de las prerrogativas le va a tocar?
“De ninguna manera”.
— ¿A favor de legalizar la marihuana?
“Sí”.
— ¿La ha probado?
“No”.
— ¿Le tiene miedo a los narcotraficantes?
“Sí”.
— ¿Ya no se siente ecologista?
“De corazón, pero no de convicción política”.
— Si no estuviera Usted en la boleta, ¿por quién votaría?
“Votaría por alguna mujer, la anotaría en el cuadro donde puedes anotar a una persona, porque no hay ninguna mujer, lamentablemente, como candidata”.
— Cuándo escucha “Kiko” Vega, ¿en qué piensa?
“Desilusión”.
— Si en este momento se le concediera un deseo, ¿qué pediría?
“Salud y larga vida para mis hijos”.
— Muchas gracias.