Un equipo internacional de alrededor de 200 astrónomos y científicos agrupados en la iniciativa Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT, por sus siglas en inglés), obtuvo la primera fotografía jamás captada de un agujero negro supermasivo, mismo que se encuentra en el centro de la distante galaxia M87, en la constelación de Virgo.
La imagen muestra un círculo oscuro en medio de un disco resplandeciente. La región oscura central, a su vez, es la sombra del agujero negro. El pozo gravitacional tiene un diámetro de 40 mil millones de kilómetros, tres millones de veces más que el diámetro del planeta Tierra y ha sido descrito por los científicos como “un monstruo”.
El agujero negro se encuentra a 500 millones de billones de kilómetros de nuestro planeta (53.5 millones de años luz) y fue fotografiado por un proyecto internacional que combinó el poder de ocho radiotelescopios alrededor del mundo, entre ellos de México, Chile y Argentina.
La imagen, que fue presentada en seis ruedas de prensa simultáneas alrededor del mundo, es objeto de seis artículos publicados este miércoles en la revista científica Astrophysical Journal Letters, firmados por más de 200 autores de más de 60 organismos científicos.
“Hemos visto lo que pensábamos que no era visible. Hemos visto y tomado una foto de un agujero negro”, anunció el líder del proyecto internacional, Sheperd Doeleman. “La imagen muestra un anillo brillante formándose mientras la luz se curva en la gravedad intensa alrededor de un agujero negro que es 6 mil 500 millones de veces más masivo que el Sol”, escribió EHT en su cuenta de la red social Twitter.
Un equipo de científicos mexicanos, entre ellos Laurent Loinard, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica, contribuyó en la realización de esta primera imagen tomada en mitad del espacio exterior, según informó este martes la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de un comunicado.
Además Loinard, en la presentación de las imágenes participaron William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM y María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Asimismo, se contó con la presencia de David H. Hughes, director e investigador principal del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM) y de Leopoldo Altamirano Robles, director del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Según la UNAM, el objetivo fue capturar imágenes de Sagittarius A, un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. En abril de 2017 que los distintos observatorios se unieron para observar los “horizontes de eventos” de los pozos gravitacionales, el límite más allá del cual la gravedad es tan extrema que incluso la luz no puede escapar.
Después de casi dos años de trabajo observando la galaxia, los científicos revelarán las imágenes. Según explica la UNAM, existen dos tipos de agujeros negros. Por un lado está el masivo, que es cuando una estrella masiva -(con 10 veces la masa del Sol- explota y se convierte en supernova.
Posteriormente, su remanente, que debe ser mayor a tres masas solares, implosiona por la gravedad y se forma el hoyo negro. El segundo tipo es el agujero negro supermasivo, con un millón de veces la masa del Sol. Este se ubica en los núcleos de las galaxias y todavía se desconoce qué lo origina.