Los sueños que tuviste desde niño,
en las alas de la imaginación,
cuando tenías repleto el corazón
de quimeras colmadas de cariño.
La gota que bebiste con dulzura
del agua cristalina de la fuente,
esa misma que probó tanta gente,
se fue contaminando con basura.
Cada gota que está contaminada,
que tomas apurado sin fijarte
te encamina sin rumbo cada paso.
Figurase una lámpara apagada
sin poco aceite para iluminarte
el oscuro sendero del fracaso.
Miguel Ángel Hernández Villanueva.
Correo: jomian1958@hotmail.com
Tijuana, B.C.