Los atentados ocurridos ayer domingo contra iglesias llenas de cristianos reunidos para celebrar la Misa de Pascua, y tres hoteles de cinco estrellas repletos de turistas, han provocado 290 muertos y más de 500 heridos, según el último balance hecho público por las autoridades de Sri Lanka, que también informan de la detención de 24 personas relacionados con los hechos.
Mientras tanto, el toque de queda sigue vigente, así como el bloqueo de las redes sociales y de programas de mensajería instantánea, como WhatsApp. Se informó, además, que los extranjeros fallecidos son 35, mientras que 19 de ellos permanecen hospitalizados.
Asimismo, el Gobierno de Sri Lanka reconoció que recibió “avisos” de ataques, pero “no se prestó atención” a los mismos y acusó al grupo islamista local National Thowheeth Jama’ath (NTJ), de estar detrás de la cadena de atentados suicidas.
Una nota difundida hace diez días a los servicios de policía de Sri Lanka alertaba de que el NTJ preparaba atentados contra iglesias y la embajada de India en Colombo. Sin embargo, hasta ahora ningún grupo se ha atribuido la autoría del ataque.
“La mayoría fueron ataques suicidas. En base a eso estamos llevando a cabo redadas y arrestos y también se han identificado y realizado redadas en sus lugares de entrenamiento”, dijo en una rueda de prensa en Colombo, el ministro de Salud de Sri Lanka, Rajtha Senraratne.
El ministro Senraratne adelantó que las investigaciones apuntan a que los ataques pudieron ser planificados con la ayuda de una red internacional, debido al entrenamiento de los atacantes, y el uso de explosivos de tal magnitud.
“No creemos que una organización pequeña de este país pueda hacer todo esto. Estamos investigando el apoyo internacional y otros vínculos”, dijo el ministro, quien también se preguntó: “¿cómo se formaron los atacantes suicidas? ¿cómo se produjeron bombas como esas?”.
Por otro lado, este lunes la Policía esrilanquesa reportó la explosión de una camioneta junto a una de las iglesias que fue objetivo el domingo de los atentados. Aunque las fuerzas de seguridad indicaron que no hubo heridos. Asimismo, los agentes descubrieron este día 87 detonadores en una estación de autobuses de la capital.
El presidente esrilanquese Maithripala Sirisena, quien se encontraba fuera del país al momento de producirse los ataques, convocó a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para esta misma jornada. Mientras tanto, la bolsa de comercio, las universidades y colegios permanecerán cerrados.