A través del movimiento #MeTooMusicosMexicanos (twitter.com/metoomusicamx), un espacio abierto para denunciar supuestas agresiones de los protagonistas de la industria de la música en México y funciona a través de denuncias anónimas, se ha acusado el comportamiento de artistas como León Larregui (Zoé), Gastón Espinoza (LNG/SHT), Hugo Muñoz (Disidente) y Yayo González (Paté de Fuá), entre otros.
A veces fundamentadas con relatos, y otras con captura de pantalla de supuestas conversaciones sostenidas en redes sociales entre los artistas y las denunciantes, las acusaciones son desplegadas en la plataforma #MeTooMusicosMexicanos, donde recientemente se revelaron denuncias de acoso en contra del músico y escritor Armando Vega-Gil (Botellita de Jerez), quien decidió quitarse la vida luego tras destaparse la imputación.
“La única salida que veo frente a mí es la del suicidio, así que me decido por ella. No se culpe a nadie de mi muerte… más vale un final terrible que un terror que no tiene final”, escribió Vega-Gil en una carta que publicó en su cuenta de Twitter, tras ser denunciado anónimamente el pasado domingo 31 de marzo a la 1:50 de la tarde por una persona que señaló que, cuando tenía 13 años de edad, le conoció en un evento del Museo El Chopo, para luego “aprovecharse de su ingenuidad y engatusarla con su sabiduría y triunfos”, denuncia a la que se sumaron dos acusaciones similares.
Después de la muerte del conocido como “El Cucurrucú”, finalizó la historia de la mítica agrupación Botellita de Jerez, sin embargo, consternados, amigos y colegas del escritor, músico y compositor, exigieron en su funeral (al que acudieron Sabo Romo, Alfonso André, Cecilia Toussaint, El Abulón, Sergio Arau y Rubén Albarrán) se limpie su nombre, se devele la identidad de la parte acusadora y se haga justicia por la infamia de una publicación sin pruebas.
En respuesta a lo acontecido, la plataforma #MeTooMusicosMexicanos decidió decir “hasta pronto” a su movimiento la mañana del miércoles 3 de abril, lamentando el suicidio de Vega-Gil, pero también los daños y perjuicios ocasionados al feminismo.
“Estamos viviendo en un país sumamente machista en el cual aún no se entiende la libertad, el respeto ni el dolor de una mujer (…) jamás incitamos a alguien a hacerse ningún daño ni acabar con su vida en lugar de afrontar los hechos ante las autoridades”, señalaron a través de un comunicado dirigido a la comunidad.
Previo a pausar actividades, dicha plataforma exhibió una serie de nueve inculpaciones, entre estas de acoso y abuso sexual por parte de Efrén Barón, ex guitarrista del grupo División Minúscula, del cual fue separado el lunes 1 de abril al hacerse públicas las denuncias.
“Como grupo, División Minúscula estamos en contra de toda conducta irrespetuosa, acosadora o violenta. Con las recientes acusaciones en contra de Efrén, hemos decidido separarlo de la banda. Realmente sentimos demasiado todo esto y esperamos se resuelva de la mejor manera”, externó la agrupación que se presentará en El Foro Jai Alai de Tijuana el próximo 4 de mayo, como parte de su gira “Fronteras”.
Por su parte, el acusado aceptó dichas agresiones: “Quiero pedir una disculpa pública por mis acciones y conductas inapropiadas. No voy a quedarme sin hacer nada. Obviamente buscare ayuda psicológica. Esto no es algo para tomar a la ligera, las mujeres merecen respeto. En verdad lamento mucho todo lo que hice”, expuso a través de su cuenta de Twitter, donde publicó un comunicado en el que acusó a #MeTooMusicosMexicanos de haber difamado a otros músicos bajo el anonimato, y asegura, cooperará ante denuncias reales y denunciadas ante la Ley.